En pleno siglo XXI ya no es noticia que existen personas anti todo lo que podamos pensar. Todos conocemos historias de los anti-COVID, anti-Vacunas, anti-Abortos, anti-Inmigrantes, anti-Abortos, anti-Cannabis y como no podía faltar también existen los anti-Bitcoin.
Este grupo de personas dentro de sus argumentaciones, manifiestan que en primer lugar, el Bitcoin, es un activo que no genera rendimientos, ni flujos de caja, ni tiene valor intrínseco, ni cuenta con el respaldo de bancos centrales o gobiernos, ni ofrece una rentabilidad periódica.
Los anti-Bitcoin no son los clásicos haters, que por cualquier cosa hablan sin saber, ya ellos sobre pasaron el argumento básico y simple que dice que “Bitcoin es una burbuja”. Los anti-Bitcoin dan un paso más allá y ofrecen razonamientos que pudieran ser creíbles para muchas personas.
Por ejemplo, los detractores del Bitcoin señalan, que la oferta del Bitcoin es artificialmente escasa, para que, al igual de lo que sucede con las materias primas o las divisas, las leyes de la oferta y la demanda impulsen los precios del Bitcoin, conforme se hace más difícil su generación.
Y esto de alguna manera es cierto, todos sabemos, que la producción de Bitcoin tiene un límite de emisión de 21 millones de monedas, ya que la oferta se reduce hasta la mitad cada 4 años, debido a que el proceso para minar un bloque se hace cada vez más complejo.
Aunque a decir verdad, realmente esta reducción en la emisión no ha tenido un impacto significativo en el aumento del precio del Bitcoin, que se ha revalorizado alrededor de un 1.000% en el último año, llegando a tocar los $61.000 dólares por cada BTC hace unos días atrás.
Cuando Satoshi Nakamoto, el 08 de enero de 2009, lanzó el bloque génesis, vendió la idea de una criptomoneda como alternativa a la impresión ilimitada de dinero por parte de los bancos centrales durante las crisis financieras, tal y como ha sucedido con la Pandemia actualmente.
El motivo principal detrás de esto, es muy simple. La emisión descontrolada de dinero fiduciario, generan inflación, ya que el valor intrínseco de estas monedas fiduciarias, se deprecia y por lo tanto erosiona el poder de compra de los consumidores o tenedores de esta moneda.
Sin embargo, para aquellos que son anti-Bitcoin, la volatilidad de las criptodivisas y en particular del Bitcoin, es muy elevada, lo que limita su expansión como medio de pago y por ende su adopción de forma masiva.
Según su argumento, casi ninguna persona cuerda en el mundo sería capaz de colocar su liquidez o tesorería en un activo cuyo precio varía drásticamente cada día y que de un momento a otro puede subir a $61.000 dólares y a los pocos minutos puede caer hasta los $0 dólares.
Además, este grupo de personas señalan que no hay una buena razón para poseer Bitcoin y cualquier otro criptoactivo. Ya que, lo que hacen los tenedores de estos activos digitales solo es esperar que el precio suba a medida que crece la demanda y se reduce la oferta.
Por lo tanto, para los anti-Bitcoin, esto no es suficiente para justificar la tenencia dentro una cartera diversificada de activos al Bitcoin, ya que esto no es un activo “invertible” que genere beneficios, ni posee valor residual, así como tampoco algún valor de uso.
Aunado a ello, aquellos que no consideran al Bitcoin como un activo sustancial e importante como para ser considerado dentro de un portafolio de inversión, también señalan lo contaminante que es la minería que mantiene operativo el Blockchain de esta criptomoneda.
Según un estudio del Cambridge Centre for Alternative Finance (CCAF), un instituto de investigación, se explica que la electricidad empleada en la red Bitcoin, supera al gasto energético de Finlandia, Argentina o de Suiza.
De este estudio se realizó el Cambridge Bitcoin Electricity Consumption Index donde se estima el consumo promedio del ecosistema del Bitcoin, en comparación con la producción de energía y el consumo global y por países.
Debido a esto, líderes globales como Elon Musk, han propuesto a todos aquellos con grandes ideas, buscar una alternativa para bajar la huella de carbono en el planeta, como una forma de mitigar y eliminar los posibles efectos contraproducentes de estas tecnologías en el mundo.
También, los anti-Bitcoin, han criticado la vida que le puede quedar esta criptomoneda, tras la llegada de las CBDC o Central Bank Digital Currency, las cuales estarán en los próximos dos a cinco años al alcance de millones de ciudadanos en muchos de países, comenzando por China y Europa.
Cuando gran parte de los bancos centrales del mundo, lancen sus propias monedas digitales, que en principio usarán tecnologías convencionales y se podrán usar como medio de pago normal, se teme que comiencen a existir regulaciones que limiten el acceso al Bitcoin y otras criptomonedas.
De existir estas regulaciones, harían sumamente difícil el trading con las criptomonedas que no estén autorizadas por las autoridades centrales. De allí que los anti-Bitcoin, señalen que esto depreciaría cualquier valor que pueda tener Bitcoin y otras criptomonedas en los mercados.
Por otra parte, no todos los anti-Bitcoin, son personas ajenas al ecosistema. También hay desarrolladores blockchain que no están de acuerdo con Bitcoin y no le ven futuro. Un ejemplo de ello es Charles Hoskinson, fundador de Cardano, y cofundador de Ethereum.
Hoskinson, ha dicho hace pocas semanas atrás, que “Bitcoin morirá el minuto que un altcoin la supere” y el candidato principal que muchos estiman que puede superar a Bitcoin en muy poco tiempo, es para algunos es el proyecto Diem de Facebook, conocido antes como Libra.
Si bien es cierto que el abrumador poder de tracción de Facebook con dos mil quinientos millones de usuarios, todavía no hay nada escrito. Cabe recordar que también, hay otros altcoins candidatos que pudieran superar a Bitcoin en el futuro.
Si bien es cierto que el abrumador poder de tracción de Facebook con dos mil quinientos millones de usuarios, todavía no hay nada escrito. Cabe recordar que también, hay otros altcoins candidatos que pudieran superar a Bitcoin en el futuro.
La lista de las altcoins que muchos estiman que pueden superar a Bitcoin, se encuentran Ehereum (ETH), VeChain (VET), Stellar (XLM), Cardano (ADA), Chainlink (LINK), Polkadot (DOT), Aave (AAVE), Uniswap (UNI), Avalancha (AVAX) y hasta Solana (SOL), pero sólo el tiempo lo dirá.
En todo caso, no cabe duda de que más allá de las críticas y vaticinios de los anti-Bitcoin, la criptomoneda de Nakamoto, ha mostrado un rendimiento excelente durante la pandemia del COVID-19, dejando enormes beneficios para millones de usuarios.
La popularidad del Bitcoin tanto entre inversores institucionales como en minoristas, pese a todas las advertencias de los reguladores financieros y los anti-Bitcoin, acerca de los riesgos que conlleva este tipo de inversiones, no ha mitigado en ningún momento el ímpetu de los toros.