En el presente artículo se aborda la cuestión sobre la situación actual de las Central Bank Digital Currencies (CBDC), monedas digitales respaldadas por un banco central
Por Sergio Luis Náñez Alonso, Javier Jorge Vázquez y Ricardo Francisco Reier Forradellas
Se introduce su vigencia actual, y cómo varios países y áreas monetarias se están planteando su implantación, siguiendo la estela de Bahamas (que ya la ha implantado en su territorio) y de China (que ya ha completado dos pruebas piloto) y de Uruguay (que ha completado una prueba piloto). Estos tres países sirven de base para realizar la comparación.
En primer lugar, se ha seleccionado la muestra de países, en segundo lugar, se han recogido los motivos para implantar la CBDC, y a esos motivos se les han asignado unas variables. Una vez hecho lo anterior hemos aplicado métodos estadísticos de correlación bivariada (Correlación de Pearson, Spearman y Kendall).
Los resultados obtenidos muestran que la zona del mar báltico con Lituania, Estonia y Finlandia se configura como una zona óptima para implantar una CBDC. En Sudamérica Uruguay (que ya estaba en la comparativa) y Brasil; y en el caso de Asia junto con China, Malasia. En el caso de África, destacaría Sudáfrica.
Una CBDC es una variante electrónica del dinero efectivo emitido por un banco central, que combina la criptografía y la tecnología del libro mayor digital para ofrecer este dinero digital. Se trata por lo tanto de un pasivo del banco central, que puede:
- Emular las características del dinero en efectivo (si está en manos del público en general)
- Servir como reserva del banco central (si sólo las tienen los bancos y otros intermediarios financieros que tienen acceso al sistema de pagos).
Han pasado más de 12 años desde que “un nuevo sistema de efectivo electrónico” bautizado como Bitcoin naciera, siendo este Bitcoin “un sistema de efectivo electrónico peer-to-peer”
Los distintos estudios y debates que giran actualmente sobre la posible implantación de una CBDC tuvo su origen por la aparición de Bitcoin y otras criptodivisas (como Ripple, Ethereum o Litecoin entre otros) que, en teoría, pueden competir perfectamente con el dinero físico emitido por un banco central.
Hay que considerar también que el dinero efectivo tradicional es costoso, pues su emisión, circulación y retirada requieren una infraestructura costosa para el Banco Central y los bancos comerciales. También, genera delincuencia (robo) y falsificaciones, siendo además es el principal vehículo de lavado de dinero, evasión de impuestos y financiación del terrorismo.
Una CBDC sería en principio más eficiente, más limpia y segura. Una de las cuestionas relativas a las CBDC fundamentales, es determinar si conservan la característica de anonimato inherente al dinero en efectivo.
Tal y como podemos observar en la figura, actualmente, las personas pueden tener dinero emitido por un banco central (dinero efectivo del banco central) en forma de billetes o monedas; pero sólo los bancos y otras instituciones financieras pueden tener dinero electrónico emitido por un banco central, en forma de reservas.
La moneda digital del banco central (CBDC), sería una forma electrónica de dinero emitido y respaldado por un banco central, que podrían utilizar los hogares y las empresas para realizar pagos, y también como reserva de valor.
Si nos centramos por tanto en el diagrama de Venn anterior, una CBCD sería pues dinero emitido por un banco central, en forma digital y de acceso universal.
Este acceso más amplio al dinero del banco central puede crear nuevas oportunidades para los pagos y la forma en que el Banco mantiene la estabilidad monetaria y financiera.
Investigaciones anteriores han explorado la forma en que el CBDC podría proporcionar una mejor liquidez y servir como medio de pago en los mercados financieros, lo que se conoce como “CBDC al por mayor”.
En este artículo centramos el análisis en una “CBDC al por menor”. Esta CBDC minorista implementada por un banco central, iría destinada a satisfacer las necesidades de pago de los hogares y las empresas.
Estos pagos vía CBDC minorista, supondrían dependiendo de su diseño, la ejecución de estos fuera del sector financiero tradicional. Una CBDC minorista sería una nueva forma de dinero que existiría junto con el efectivo y los depósitos bancarios, tal y como podemos apreciar en la figura.
Una CBDC estaría denominada en Dólares, Euros o Yenes, al igual que los billetes o monedas físicas, por lo que 10, 50 o 100 unidades monetarias de CBDC siempre valdrían lo mismo que un billete de 10, 50 o 100 unidades monetarias de billetes o monedas físicas.
A veces se considera que una CBDC equivale a un billete digital, aunque en la práctica puede tener otras características que dependerán de su diseño final. Requiere la creación de una infraestructura para que pueda utilizarse en la realización de pagos de forma digital. Esta infraestructura debería incluir:
- La base de datos en la que se registra la CBDC.
- Las aplicaciones que se utilizarán para realizar los pagos.
La CBDC ofrecería a los usuarios una forma de pago más. Aunque el término CBDC incluye las palabras «moneda digital», una CBDC sería algo diferente a las «criptodivisas» también llamados «criptoactivos», como Bitcoin u otros a los que se ha hecho referencia en la introducción.
La clasificación inicial realizada de la CBDC debe complementarse con la llamada “flor del dinero” o “money flower”.
Muchos criptoactivos se emiten de forma privada y no están respaldados por un banco central. No se consideran moneda o dinero porque no cumplen las funciones esenciales del dinero.
- Son demasiado volátiles para ser una reserva de valor fiable
- No se aceptan ampliamente como medio de intercambio.
- No se utilizan como unidad de cuenta.
Algunas criptodivisas de emisión privada, conocidos como «stablecoins«, tienen por objeto superar estas deficiencias y proporcionar estabilidad de valor mediante alguna forma de respaldo, también han sido clasificadas incluso comparadas con casos de política monetaria sucedidos en el pasado.
Según la naturaleza de los activos que respaldan la «moneda» y la forma en que se mantienen, el stablecoin puede ser incapaz de proporcionar estabilidad de valor y puede entrañar otros riesgos.
En cambio, una CBDC respaldada por un banco central, sería una nueva forma de moneda libre de riesgos, emitida por el banco central, y por lo tanto cumpliría todas las funciones esenciales del dinero.
Según el dinero efectivo es un tipo de activo que combina cuatro características:
- Se intercambia entre pares (sin conocimiento del emisor).
- Es universal (cualquiera puede tenerlo)
- Es anónimo
- No devenga intereses.
Las CBDC constituyen una alternativa al dinero en efectivo que también es entre pares “peer-to-peer”. Pueden ser de acceso universal o restringido a un grupo particular de usuarios. Puede ser una CBCD abierta a todo el público o bien solamente disponible para un número concreto de inversores o de personas.
Pueden ser anónimas o identificadas, por último, la desvinculación del efectivo digital del papel-moneda “abre la posibilidad de incluir como característica los intereses”.
Motivo para establecer una CBDC | Variable asociada |
Dispersión geográfica | Hab/km2 (2018) |
Acceso a servicios financieros. | Sucursales de bancos comerciales (por cada 100.000 adultos) 2018 |
Incrementar la tasa de bancarización | Crédito del sector financiero al sector privado (% del PIB) |
Sector financiero no quede obsoleto | Digital Readiness Index 2019 |
Motivos seguridad: evitar lavado dinero y financiación terrorismo | Shadow economy, percent of GDP |
Protección del consumidor | UNCTAD B2C E-commerce Index |
Mantener control sobre política monetaria y macroeconómica | Discurso del BC correspondiente |
Caída uso de efectivo (alternativa) | Broad money (% of GDP) |
Costes menores y una mayor eficiencia del sistema bancario | Mencionando / No mencionado como motivo por en algún discurso del BC correspondiente |
Discurso Banco Central | Discurso del BC sobre CBDC |
Interés del público/CBDC 1 | Search interest Keyword «CBDC» (2013-2020) media anual del periodo |
Interés del público/ CBDC 2 | Search Interest topic «CBDC» (2013-2020) Media anual del periodo |
Correlación de Pearson
Se trata de buscar aquellos países que presenten un mayor grado de correlación con Bahamas, China y Uruguay como posibles candidatos óptimos a ser los siguientes en establecer su propia CBDC.
Discusión de Resultados y Conclusiones.
Una vez que un país con gran peso mundial (como es el caso de China) diera un paso al frente y decidiera establecer su propia CBDC, muchos otros al menos estudiarían más el fenómeno e incluso se decidirían a implantar su propia CBDC (como ha sido el caso de Bahamas).
La atención que se está prestando, tanto por los Bancos Centrales, áreas monetarias o el propio ciudadano; no ha hecho más que crecer, analizando las búsquedas en internet sobre CBDC.
Reacciones a todo este interés lo tenemos por ejemplo en el propio Banco Central Europeo, quien a finales de 2020 lanzaba una encuesta abierta a sus ciudadanos donde les preguntaba por su propia CBDC, que se llamaría “euro digital”
En la que han participado más de 8.000 ciudadanos de la Unión Europea. Por ello, la atención y la importancia que están adquiriendo las CBDC a nivel mundial es indiscutible.
Los resultados arrojan que la zona del mar báltico con Lituania, Estonia y Finlandia se configura como una zona óptima para implantar una CBDC. En Sudamérica Uruguay (que ya estaba en la comparativa) y Brasil; y en el caso de Asia junto con China, Malasia. En el caso de África, destacaría Sudáfrica.
Respecto a la primera zona, los países bálticos los resultados obtenidos tienen coherencia.
Se trata de países que presentan una baja densidad de población, un número de sucursales bancarias por cada 100.000 habitantes no elevado y una gran transformación digital. Además, son sociedades en las que el dinero en efectivo está en declive. Llama la atención que Suecia, no aparezca junto a ellos, pues comparte características similares, o incluso Suiza.
En cuanto a Sudamérica, recordemos que Uruguay ya ha realizado una prueba piloto.
Uruguay comparte muchas características con el grupo de países anterior. En esta región, aparece también como opción óptima para implantar la CBDC. Brasil comparte ciertas características con Uruguay y entre los ciudadanos de Brasil hay interés por este tipo de divisa virtual.
Quizá en sociedades en las que los medios de pago electrónico están más arraigados (como Bizum, Wechat pay, Alipay o Swish) los ciudadanos no vean en una CBDC tanta ventaja como en lugares donde esto no está tan desarrollado
En el continente asiático, junto con China, aparece Malasia.
China ha realizado ya dos pruebas con CBDC reales entre su población y entre los motivos que destacan para implantar una CBDC está el gran número de usuarios de pagos digitales que tiene el país (a través de las citadas plataformas de We Chat pay y Alipay)
Aunque las primeras pruebas han sido positivas, hay personas que afirman que no ofrece nada diferente a las citadas plataformas de pagos
Otros dos motivos de china para establecer esta CBDC son por un lado proteger a la población de uso de criptodivisas no respaldadas por un banco central y lograr la implantación a nivel mundial del Yuan Digital como moneda de cambio (competencia con el Dólar)
Malasia, comparte ciertas características con China que hacen que nuestros resultados tengan sentido. Ambos comparten un número aproximado de oficinas bancarias por cada 100.000 habitantes, una implantación del comercio electrónico y un interés del público por las CBDC similares.
África parece a priori un lugar poco propicio para el establecimiento de esta nueva tecnología monetaria, las monedas virtuales respaldadas por un banco central.
La clave por tanto es la dispersión geográfica. Los habitantes del continente africano viven en zonas remotas y no tienen acceso a servicios bancarios tradicionales. Sudáfrica presenta un alto grado de correlación con los países más aventajados en la implantación de una CBDC.
Este resultado, no nos del todo extraño pues en el continente africano tienen un gran desarrollo y aceptación los pagos a través del móvil. Véase el caso en Kenia del M-pesa o de otros países africanos del oeste como Mali, Senegal, Togo o Costa de Marfil.
Podemos concluir que las CBDC se configuran como una innovación de los Bancos Centrales que, dependiendo del país, se implantarán a una mayor o menor velocidad. En nuestro estudio hemos detectado que los países óptimos por proximidad de las variables y motivos estudiadas a Bahamas, China y Uruguay son: Lituania, Estonia y Finlandia en Europa.
En Sudamérica Uruguay (que ya ha realizado una prueba piloto) y Brasil. En el caso de Asia junto con China, Malasia, y por último en el caso de África, destacaría Sudáfrica.
Por tanto, el uso de estas monedas digitales respaldadas por el banco central, suponen un paso más en la necesaria transformación digital de las sociedades y que junto con otras medidas como las propuestas servirán para impulsar esta transformación digital.
No obstante, y dado que la tecnología y los gustos del consumidor cambian, es necesaria más investigación para determinar qué ventajas pueden traer estas CBDC a los usuarios de cada país, si ese esfuerzo compensa (al existir ya otros medios digitales de pago); y solventar algunas cuestiones relativas a la seguridad (posible hackeo) o la privacidad del usuario de la CBDC.