Quienes conocen a Charles Hoskinson, saben que es un profesional brillante del mundo de las ciencias matemáticas, fundador del extraordinario Cardano y que además fue parte del equipo fundador de Ethereum (uno de los ocho fundadores originales) con Vitalik Buterin.
Hoskinson emprendió esa histórica travesía de construir Ethereum a fines de 2013 y estuvo aportando ideas al proyecto hasta que se retiró del mismo en junio de 2014, para tras un año sabático arrancar su proyecto personal.
No obstante, aunque pocos recuerdan que él también fundó el Proyecto de educación de Bitcoin (Bitcoin Education Project o BEP) en 2013, el cual fue apoyado por su amigo y socio Buterin y Bitcoin Magazine en su momento.
El BEP se creó para resolver dos problemas en el ecosistema de Bitcoin que le impedían hacerse masivo y accesible.
El primero de esos problemas, era reducir las barreras de conocimiento a la entrada para que la gente común ingrese al mundo de Bitcoin. Y el segundo, hacer que Bitcoin se relacione más con las actividades principales.
Tras ocho años desde su creación parte de esos dos problemas de Bitcoin han sido abordados y casi superados, cuando este fin de semana Bitcoin tocó un máximo histórico para la jornada de este sábado que sigue registrando un alza de más de 3,75 puntos en su cotización en el mercado.
Tras este repunte de Bitcoin, muchos ven ahora un escenario plausible de alcanzar un precio superior a los $100.000 dólares este año. Esto puede deberse en gran parte a que con el impulso alcista, el Market Cap de Bitcoin registró un nuevo hito de llegar a 1 billón de dólares.
Es la primera vez en la historia que una criptomoneda llega a tener una capitalización de mercado de este tamaño.
Ahora mismo, su precio sobre pasó los $58.000 dólares, arrastrando consigo las cotizaciones del resto de los criptoactivos cómo el propio Cardano a aumentar 1,91%, Ethereum subió 2,08%, Polkadot subió 7,84%, Litecoin subió 3,69% y Ripple subió 4,68%.
Ahora bien, volvamos a Hoskinson, de quién habíamos señalado que como padre del BEP, tenía intención de hacer llegar a Bitcoin a más personas porque según dijo el propio Hoskinson en varias entrevistas, «la oferta limitada hace que [Bitcoin] sea como oro digital«.
Sin embargo, esta semana durante una entrevista con el inversor ángel David Lee para su canal de YouTube, Hoskinson dijo que: “Bitcoin morirá el minuto que un altcoin la supere”, afirmado que al igual que pasa con el dinero fiduciario, lo único valioso que tiene Bitcoin es su aceptación.
Hoskinson señaló claramente que Bitcoin necesita lograr algunos desarrollos significativos para que esté a la par con sus competidores y dijo:
“En el momento en que se vea superada por otra criptomoneda, a menos que puedan encontrar una manera de innovar de nuevo, Bitcoin morirá porque no hay ninguna razón para mantenerlo por encima de sus vecinos”.
Esta postura contra opuesta a sus principios como fundador de BEP, resalta bastante para quienes le conocen. Ahora, Hoskinson piensa que Bitcoin eventualmente morirá cuando pierda su único punto fuerte que es “la popularidad” (que él mismo ayudó durante años a construir).
Hoskinson también agregó que:
“Bitcoin solo es valioso porque es valioso. No tiene ventajas tecnológicas. De hecho, es la menos avanzada de todas las criptomonedas, la menos futurista. No hay otra razón para ello que no sea el hecho de que existe”.
Lo cierto es que Hoskinson forma parte del club de detractores de Bitcoin que argumentan que la falta de innovación técnica es un punto negativo para la creación de Satoshi Nakamoto, y que será el motivo por el cual los usuarios abandonarán el uso de BTC.
Y si bien es cierto que para muchos de nosotros apasionados por la tecnología y los múltiples usos que ésta nos puede dar, pensamos que esto puede tener razón, también es cierto que la sencillez, funcionalidad y confiabilidad actual de Bitcoin, le ha convertido en un depósito confiable de valor.
Bitcoin hace rato dejó de ser un simple MVP para ser un producto en producción totalmente operativo con millones de registros de operaciones anuales registrados en largas colas de transferencia de valor desde su creación en 2009 y miles de millones de dólares almacenados.

Pero algunos analistas de Wall Street, apoyan a Hoskinson y sostienen que Bitcoin no es un criptoactivo ideal para funcionar como reserva de valor.
Para ellos, es sólo criptoactivo que opera como multiplicador o divisor de valor basado en el efecto de red por el uso que sus usuarios le den al mismo en un momento dado.
En consecuencia, mientras más usuarios, más valor. Estos analistas que ahora entraron en el mundo de la criptografía concluyen que mientras gran parte de los tokens de Bitcoin se encuentren bloqueados o retenidos por HODLers a largo plazo, la demanda seguirá empujando el precio y quizás sea esta la razón que atrae a los inversores institucionales al ecosistema.
Ahora bien, dado que Bitcoin es un activo líquido, el valor de este puede fluctuar violentamente a la baja de un momento a otro debido a que el interés de las personas en hacer transacciones mientras compran o cobran en esta criptomoneda, puede decaer en algún momento.
Para estos analistas que ahora apuestan por Bitcoin, el valor de un activo sin utilidad en el mundo real, simplemente es ficticio, como el valor del dinero fiat, que sólo tiene valor por ser emitido por un estado y nada más.
Bajo esta lógica significaría que cualquier otro criptoactivo más avanzado como Ethereum o el propio Cardano, que están construyendo ecosistemas informáticos que sólo requieren los tokens para realizar transacciones y operar rutinas o procesos, podrían tener un verdadero valor muy superior a Bitcoin.
Estos criptoactivos de segunda y tercera generación todavía tienen un campo de aplicaciones verdaderamente limitado, que está en plena expansión a través de los Smart Contracts y las dApps, por lo que prevén que el valor de estos criptoactivos aumente y supere a Bitcoin.
Por estas razones, estos analistas concluyen que Bitcoin potencialmente continuará siendo el criptoactivo más valioso del planeta hasta al menos el año 2025, cuando otros ecosistemas basados sistemas de múltiples usos comiencen a ser utilizados masivamente.
Pero volviendo a Hoskinson, por duro que sea este tiene absoluta razón, en criticar en cómo está la gobernanza actual del proyecto Bitcoin y lo compara con una religión que rinde sólo culto a Nakamoto, pero no está preparado para adaptarse frente a los desafíos futuros.
Hoskinson, dice que es posible que en algún momento en el futuro, Bitcoin se vuelva obsoleto y por ello compara su blockchain de primera generación frente los de segunda y tercera generación. Según el fundador de Cardano, Bitcoin tiene un blockchain que sólo mueve monedas de una billetera a otra.ç
Al comparar este blockchain con el de Ethereum que posee una cadena de bloques de segunda generación, queda muy por detrás, ya que el blockchain de Ethereum le permite además de enviar valor, manejar Smart Contracts y dApps.
Esto se traduce en que con una cadena de bloques de segunda generación, ya está añadiendo la posibilidad de condicionar esas operaciones de transferencia de valor, lo cual le confiere la utilidad y funcionalidad que Bitcoin ahora mismo no posee.

Ni hablar si se compara con el blockchain de Cardano, que es de tercera generación, pues Bitcoin no tiene ninguna posibilidad de competir y el culpable de todo esto ha sido según Hoskinson es la naturaleza descentralizada de la comunidad de desarrolladores de Bitcoin.
Para él, este es el punto débil de Bitcoin, porque debido a la falta de direccionalidad del proyecto como tal, los desarrolladores han perdido mucho tiempo en discusiones etéreas, acerca de qué o cuáles actualizaciones deben ser tomadas en cuenta para hacer crecer a esta criptomoneda.
Hoskinson dijo: “Bitcoin perdió a algunos de sus primeros y mejores integrantes por el tamaño de los bloques, un parámetro del sistema. Esto te dice que si ni siquiera puedes ponerte de acuerdo en algo tan trivial como el tamaño de los bloques”.
Agregó: “¿Cómo vas a conseguir una criptografía post-cuántica cuando lleguen los computadores cuánticos?, ¿Cómo vas a conseguir contratos inteligentes?”.
Hoskinson, es de la opinión al igual que muchos otros, que la falta de consenso entre los desarrolladores puede traer problemas a la hora de afrontar asuntos futuros como la reestructuración de la red.
Por lo que para enfrentar y resolver los futuros problemas del blockchain de Bitcoin, se necesita un sistema de gobierno que, a su parecer Nakamoto no pudo imaginarse que requeriría.
Por lo tanto, el ciclo de vida de Bitcoin debería morir para dar paso a un mejor blockchain, con todas las funcionalidades y bondades sin características negativas.
En cualquier caso, estas críticas deben servir para mejorar a Bitcoin, y no deberían ser vistas como negativas o sólo el preludio de lo que pudiera devenir en el futuro con este criptoactivo.
Por los momentos, Bitcoin estará llegando pronto al hito de los $60.000 dólares y esos son buenas noticias para todos, porque no hay techo previsible aún.