Este lunes, se conoció que el surcoreano Do Hyeong Kwon, considerado el “rey de las criptomonedas”, que había sido arrestado por las autoridades de Montenegro, fue condenado por un Tribunal de Podgorica, capital de ese país, a cuatro meses de cárcel por haber incurrido en el delito de falsificación de documentos de identidad.
Kwon, de nacionalidad surcoreana, fundador y exCEO de Terraform Labs PTE Ltd, con sede en Singapur, todavía es solicitado por las autoridades de Corea del Sur y Estados Unidos, por haber estado involucrado en el colapso del ecosistema TerraUSD (UST) y Luna (LUNA), que borró unos 40.000 millones de dólares de valor de mercado, además de haberse evadido de Singapur.
Sin embargo, Kwon fue detenido a finales de marzo junto con un colaborador de nombre Han Chang-joon, ex director financiero de Terraform Labs, en el aeropuerto de Podgorica, acusados de falsificar documentos de identidad oficiales, cuando ambos intentaban salir de ese país, abordando un avión privado con destino a Dubái.
Ahora, Kwon fue condenado por un tribunal de Montenegro a cuatro meses de prisión por utilizar pasaportes falsificados, informó el diario local Vijesti. De acuerdo con la versión de este diario, el policía fronterizo que estaba revisando los documentos de los acusados, vio la aplicación “Buscar” con una advertencia: “arresto”.
Aunque, al principio ambos negaron que los documentos fueran falsos, en el juicio explicaron que los habían obtenido a través de una agencia en Singapur, la cual facilitó pasaportes falsos de Costa Rica y Bélgica.
Los inspectores del aeropuerto, revisaron el pasaporte costarricense al comunicarse con sus colegas de la Interpol en San José. Tras realizar inspecciones al equipaje de los sospechosos, también encontraron otros documentos con otras identidades correspondientes a Bélgica y Corea del Sur, por lo que los controles aeroportuarios revelaron que todos los documentos eran falsos.
Tras el arresto en Montenegro de Kwon y Chang-joon, un tribunal de primera instancia los colocó en detención preventiva durante 30 días, lo cual se fue alargando hasta llegar a la sentencia de este lunes.
Según las declaraciones de Goran Rodic, el abogado de los dos surcoreanos, confirmó que deberán permanecer en la cárcel aunque consideró que “aún es temprano decir si los dos serán extraditados y adónde”, ya que el procedimiento acusatorio aún está en curso.
Por su parte, la fiscalía surcoreana ha estado solicitando la extradición de Kwon, de 31 años y su colega, debido a que el exCEO de Terraform Labs también se enfrenta a cargos graves en Estados Unidos y Singapur.
De acuerdo a la acusación de la fiscalía surcoreana, Kwon está señalado de implementar un esquema piramidal con su ecosistema LUNA y la stablecoin UST, en el cual a medida que se abonaban nuevos inversores en búsqueda de supuestas ganancias, en realidad recibían fondos de inversores posteriores.
Cómo se recordará, a principios de mayo del 2022, el ecosistema DeFi desarrollado por Kwon y su compañía Terraform Labs, integrado por la stablecoin algorítmica UST, “que tenía paridad con el dólar estadounidense”, y de su token nativo LUNA, colapsó debido a una falla de diseño, que hizo que la stablecoin UST perdiera el Peg (paridad) contra el dólar derrumbándose en los mercados.
A partir de ese momento, la estructura DeFi creada por el empresario surcoreano que llegó a estar en el Top 10 de capitalización de mercado de criptoactivos, se desmoronó dramáticamente hasta perder el 70% de su valor, arrastrando en su caída al token LUNA, a bitcoin (BTC) y al resto del mercado de criptoactivos, haciendo que los inversores perdieran su inversión de forma irreversible.
Desde entonces, Kwon se había mantenido prófugo de la justicia de varias jurisdicciones donde es acusado por el desplome de su stablecoin y su token, que borraron de la capitalización de mercado de las criptomonedas una suma estimada entre 40.000 y 60.000 millones de dólares, además de generar una pérdida de confianza en el mercado en medio del criptoinvierno.
Por su parte, la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, «por sus siglas en inglés»), acusó a Terraform Labs y a su exCEO de orquestar un fraude con el desplome de su moneda estable algorítmica UST, que arrastró al colapso al token LUNA y al resto del mercado de criptomonedas en mayo del año pasado.
La SEC, en su denuncia señaló que esa empresa y Kwon recaudaron desde abril de 2018 hasta el colapso de su esquema en mayo de 2022, varios miles de millones de dólares “de los inversores al ofrecer y vender un conjunto interconectado de valores de criptoactivos, muchos en transacciones no registradas”.
“La denuncia alega además que Terraform y Kwon ofrecieron y vendieron a los inversores otros medios para invertir en su criptoimperio, incluidos los tokens de seguridad de criptoactivos MIR, o tokens «espejo», y la propia LUNA”.
Además, la SEC en su denuncia alega que Terraform Labs y Kwon, se encargaron de comercializar valores de activos criptográficos “a inversores que buscaban obtener ganancias, afirmando repetidamente que los tokens aumentarían de valor”.
La SEC alega que los acusados, estuvieron promocionando y comercializando el token estable UST como una moneda estable de “rendimiento”, de la cual Terraform Labs y Kwon, “anunciaron a los inversores que pagaba hasta un 20% de interés a través del Protocolo Anchor”.
De igual forma, la SEC alegó que, “mientras comercializaban el token LUNA, Terraform y Kwon engañaron y engañaron repetidamente a los inversores de que una popular aplicación de pago móvil coreana usaba la cadena de bloques Terra para liquidar transacciones que acumularían valor para LUNA”.
Es por ello, que tras el arresto de Kwon en Montenegro, el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Manhattan hizo pública una acusación de ocho cargos en contra Kwon, por fraude de valores, fraude electrónico, fraude de productos básicos y conspiración, por lo cual las autoridades solicitaban su extradición.
Hasta el momento, las autoridades de Corea del Sur y Estados Unidos, solicitan la extradición de Kwon, junto a sus computadoras portátiles y otros dispositivos que fueron confiscados en el equipaje, a fin de obtener más datos de los movimientos de los acusados.