El DOJ de Estados Unidos acusó a los fundadores de Tornado Cash

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Este miércoles, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ, «por sus siglas en inglés»), acusó a los fundadores de la plataforma de criptomonedas Tornado Cash, días después de que un juez federal falló que el departamento tenía la autoridad para sancionarlos.

El DOJ en un comunicado informó que acusó a los desarrolladores Roman Storm, de 34 años y Roman Semenov, de 35 años, ambos de nacionalidad rusa, de conspiración para cometer lavado de dinero, conspiración para cometer violaciones de sanciones y conspiración para operar un negocio de transferencia de dinero sin licencia.

La agencia de justicia de Estados Unidos, señaló que estos cargos que fueron descritos en el texto de la acusación, están basados por la supuesta creación, operación y promoción por parte de ambos acusados del mezclador de criptomonedas Tornado Cash.

El DOJ señaló que esta plataforma Tornado Cash, facilitó el lavado de más de mil millones de dólares en transacciones, lavando cientos de millones de dólares para los cibercriminales norcoreanos denominados Lazarus Group, que ha sido sancionado como una organización cibercriminal.

Aunque, Storm fue arrestado este mismo miércoles, en el estado de Washington y será presentado en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Oeste de Washington, su socio Semenov continua prófugo de la justicia de EEUU, mientras que el tercer cofundador de Tornado Cash, Alexey Pertsev, ya había sido detenido en Países Bajos hace un año atrás.

Por esa razón, la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, «por sus siglas en inglés») adscrita al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, decidió agregar este mismo miércoles, a Semenov, uno de los cofundadores mezclador de criptomonedas, Tornado Cash, a su lista de Nacionales Especialmente Designados y Personas Bloqueadas (SDN, «por sus siglas en inglés»).

La lista SDN es un reporte a cargo de la OFAC que identifica públicamente a personas determinadas por el gobierno de los Estados Unidos, como involucradas en actividades que amenazan o socavan la política exterior de ese país, o sus objetivos de seguridad nacional.

En esta lista, se agregan tanto individuos como entidades, embarcaciones, gobiernos y organizaciones, que pueden aparecer en la lista de conformidad con los diversos programas de sanciones administrados por la OFAC e impiden la movilización de sus activos en el sistema bancario internacional.

Los cargos de conspiración para cometer blanqueo de capitales y conspiración para infringir las sanciones internacionales tienen penas que conllevan a un máximo de 20 años de prisión cada uno, mientras que el cargo de conspiración para operar un negocio de transferencia de dinero sin licencia, conlleva a una pena de hasta cinco años de prisión.

Tanto Storm como Semenov, fueron dos de los tres fundadores de la plataforma Tornado Cash, un servicio de mezclador de criptomonedas que permitía a sus clientes realizar transferencias de criptomonedas imposibles de rastrear.

Ellos y sus cómplices crearon las características principales de la plataforma Tornado Cash, y adicionalmente, pagaron la infraestructura crítica para operar el servicio de mezclado de criptomonedas. Asimismo, según la acusación, promovieron el servicio Tornado Cash y obtuvieron millones de dólares en ganancias operando el servicio de mezclado.

Dado que Tornado Cash, había anunciado a los clientes que proporcionaba transacciones financieras anónimas e imposibles de rastrear, estos dos desarrolladores optaron por no implementar programas de “conozca a su cliente” (KYC, «por sus siglas en inglés») o “contra el lavado de dinero” (AML, «por sus siglas en inglés») como exige la ley.

En consecuencia, el servicio Tornado Cash se utilizó para lavar más de mil millones de dólares en ganancias criminales. Aunque, Storm y Semenov conocían estas transacciones de blanqueo de dinero y recibieron quejas y solicitudes de ayuda de víctimas de piratería informática entre otros delitos cibernéticos, se negaron a implementar controles y continuaron operando el servicio Tornado Cash y facilitando estas transacciones de lavado de dinero.

En la rueda de prensa, estuvieron presentes: Damian Williams, el Fiscal Federal para el Distrito Sur de Nueva York, Merrick B. Garland, el Fiscal General de los Estados Unidos, Christopher A. Wray, la Directora de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, «por sus siglas en inglés»), Nicole M. Argentieri, el Fiscal General Adjunto interino de la División Penal del Departamento de Justicia.

También, Matthew G. Olsen, el Fiscal General Adjunto de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia, James Smith, el Director Adjunto a cargo de la Oficina de Campo del FBI en Nueva York, y Bryant Jackson, el agente especial a cargo de la Oficina de Campo de Cincinnati del Servicio de Impuestos Internos, Investigación Criminal (IRS-CI, «por sus siglas en inglés»).

En su declaración, Williams como fiscal federal, señaló: “Como se alega, Tornado Cash era un infame mezclador de criptomonedas que lavó más de mil millones de dólares en ganancias criminales y violó las sanciones estadounidenses. Roman Storm y Roman Semenov supuestamente operaban Tornado Cash y, a sabiendas, facilitaron este blanqueo de dinero”.

Y añadió: “Si bien afirmaron públicamente que ofrecían un servicio de privacidad técnicamente sofisticado, Storm y Semenov en realidad sabían que estaban ayudando a piratas informáticos y estafadores a ocultar los frutos de sus crímenes”.

“La acusación de hoy es un recordatorio de que el lavado de dinero a través de transacciones de criptomonedas viola la ley, y quienes participen en dicho lavado enfrentarán un proceso judicial”.

Por su parte, Garland como Fiscal General de EEUU, dijo: “Como se alega en la acusación, los acusados operaron un plan de mil millones de dólares diseñado para ayudar a otros delincuentes a lavar y ocultar fondos utilizando criptomonedas, incluso mediante el lavado de cientos de millones de dólares en nombre de un grupo patrocinado por el estado de Corea del Norte”.

“Grupo coreano de cibercrimen sancionado por el gobierno de Estados Unidos. Estos cargos deberían servir como otra advertencia más para aquellos que piensan que pueden recurrir a las criptomonedas para ocultar sus delitos y ocultar sus identidades, incluidos los mezcladores de criptomonedas: no importa cuán sofisticado sea su esquema o cuántos intentos haya hecho para anonimizarse, el Departamento de Justicia lo encontrará y lo hará responsable de sus crímenes”.

Mientras que Wray, director del FBI, dijo: “El anuncio de hoy debería recordar a las organizaciones criminales de todo el mundo que no son imposibles de rastrear ni anónimas. No puedes esconderte de nosotros detrás de un teclado, ya seas un hacker o un facilitador”.

“Los acusados hoy participaron en una conspiración para lavar dinero para ciberdelincuentes, incluida una organización de ciberdelincuencia norcoreana que buscaba evadir sanciones. Como lo hemos hecho con esta operación, el FBI seguirá desmantelando la infraestructura utilizada por los ciberdelincuentes para cometer y sacar provecho de sus delitos, y responsabilizará a cualquiera que ayude a esos delincuentes”.

Si bien es cierto que la plataforma se utilizó para lavar dinero, quedará por demostrarse en el juicio que estos desarrolladores actuaron de mala fe y no movidos por el interés libertario de la privacidad.

De hecho, al final del comunicado se indica claramente: “Las alegaciones contenidas en la acusación son meras acusaciones y se presume que los acusados son inocentes hasta que se demuestre su culpabilidad”, por lo tanto habrá el juicio que ha sido asignado a la jueza federal de distrito Katherine Polk Failla.

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