En la parte 2, hablábamos del ajuste gradual de la dificultad de la red Bitcoin y la fórmula que emplea el protocolo de Bitcoin, para actualizarse. Sin embargo, a esto se suma el hecho, que después que la red extrae 210.000 bloques, un período de aproximadamente cada cuatro años, la recompensa para los mineros se reduce a la mitad.
Este mecanismo, conocido como “halving”, se encarga de reducir la recompensa para los mineros, que actualmente se sitúa en 6,25 BTC, luego que en el halving de mayo de 2020, la recompensa por bloque bajara a la mitad desde los 12,5 BTC por cada bloque.
Y en 2024, tendrá a lugar un nuevo halving, que reducirá nuevamente las recompensas para los mineros, la cual de acuerdo a lo previsto, tendrá lugar el 23 de abril de 2024 a las 10:54:54 UTC y reducirá la recompensa del bloque a 3.125 BTC.
La red Bitcoin utiliza un sistema llamado prueba de trabajo (PoW), acrónimo de Proof-of-Work para validar la información de la transacción. El nombre de prueba de trabajo deriva del tiempo y energía que toma resolver el hash cifrado, lo que actúa como prueba de que se realizó la validación correspondiente.
Este sistema de recompensas continuará hasta aproximadamente el año 2140, cuando se alcance el límite de emisión de Bitcoin de 21 millones de BTC. A partir de ese momento, los mineros serán recompensados con tarifas por procesar transacciones, que los usuarios de la red deberán pagar, para garantizar que los mineros sigan incentivados a participar y mantener la red en funcionamiento.
Este mecanismo de halving que reduce a la mitad las recompensas es significativo porque marca otra caída en la tasa de nuevos BTC emitidos por la Red a medida que se acerca a su suministro final, lo que hace que cada vez sea más escasos y tengan un valor mayor.
Cuando arrancó la red Bitcoin en 2009, la recompensa por cada bloque de la cadena que era minado, se situaba en 50 BTC. Según CoinMarketCap, al momento de escribir esta nota, Bitcoin tiene un suministro circulante de 19.571.256 monedas BTC, lo que deja pendiente por emitirse en la red 1.428.744 BTC.
El halving cobra vital importancia en lo que es uno de los pilares de Bitcoin, pues esta criptomoneda cuando fue creada por Nakamoto, fue diseñada como una moneda deflacionaria, es decir, que no se depreciara su valor con el tiempo, sino que se revalorizara, al contrario de lo que ocurre con las monedas fiduciarias emitidas por los bancos centrales del mundo.
Todas las monedas creadas por países, incluyendo al dólar estadounidense (USD), la libra esterlina (GBP) o el euro (EUR), tienen como característica básica, el ser monedas inflacionarias. Por muy fuertes que parezcan las monedas fiduciarias en general, las mismas, se deben a los vaivenes de la economía, así como a las decisiones que los políticos de turno tomen sobre esta.
En cambio, Bitcoin fue diseñada como una moneda deflacionaria, de manera que a medida que pase el tiempo aumente su valor y el halving, es el momento en que históricamente Bitcoin ha aumentado de precio.
De allí que el 2024, revista gran importancia para los inversores de criptomonedas, pues se espera un nuevo aumento del valor de la principal criptomoneda en el primer semestre del próximo año, por lo que a juicio de muchos expertos, será un año excepcional para pensar en la inversión en criptoactivos, especialmente en Bitcoin.
Además, Bitcoin desde hace años, ha estado considerado un activo de refugio, pues a pesar que su valor puede caer en virtud de un criptoinvierno, su recuperación es segura. En consecuencia, muchos inversores minoristas buscan invertir en este activo digital para refugiarse de la pérdida de poder adquisitivo del dinero fiduciario.
Toda persona tiene derecho a protegerse frente a la disminución de su patrimonio a causa de la inflación, la depreciación de las monedas inflacionarias y las políticas monetarias de los países, por ello, invertir en Bitcoin es mucho más rentable que dejar el dinero en el banco o en activos cuya rentabilidad sea inferior a la inflación.
Si bien es cierto que cualquier persona podría pensar que la compra de inmuebles es un buen activo de refugio contra la inflación, en realidad, no lo es, ya que en economías inflacionarias, se suben los tipos de interés para imponer barreras al dinero circulante, encareciendo los préstamos hipotecarios.
De allí que, cuando se encarecen las hipotecas menos personas pedirán hipotecas, haciendo que la demanda de inmuebles se debilite e impacte a la baja el precio de los inmuebles. Pero, los datos históricos sobre Bitcoin están allí y no mienten.
Bitcoin, ha sido (y por mucho) el activo financiero más rentable de la década 2010-2020. Tan sólo en este 2023, Bitcoin se ha convertido en uno de los mejores activos del año, con una revalorización de más del 130%, considerando el retroceso que ha llevado el precio de Bitcoin por debajo de los 42.000 dólares, según CoinMarketCap al momento de escribir esta nota.
Esta recuperación se debe a la llegada del halving y a la entrada inminente de los ETF de Bitcoin al contado (Spot) en Estados Unidos que de acuerdo a los analistas, impulsaría al capital institucional y a los inversores minoristas a acudir a comprar este instrumento financiero con exposición a Bitcoin sin tener que comprar el activo digital.
No obstante, la inversión en Bitcoin que es proclive a subidas y bajadas del mercado en ocasiones extremas, lo convierten en una opción de alto riesgo, no apta para todos los inversores, ya que ante el mínimo temor de una caída, pudieran intentar vender sus tenencias a pérdidas.
La recomendación siempre es entender que se debe invertir sólo lo que se está dispuesto a perder, así como también invertir con visión de largo plazo. Quienes invierten en Bitcoin, no deben temer a las bruscas caídas, sino más bien esperar hasta que se pueda llegar al monto de salida que se han propuesto en la inversión.
Toda inversión debe ser cuidadosamente evaluada, estimando un monto de salida que permita tomar ganancias y jamás vender a pérdida. Esta es la razón primordial, por la que todo inversor minorista o no detrás de Bitcoin, debe entender de donde viene, cuál es su propósito y tener claro que puede esperar de la principal criptomoneda del mercado.
Vale destacar que Bitcoin y las criptomonedas en general, han pasado a convertirse en un símbolo generacional, por lo que cada vez más jóvenes en edad de emplearse invierten en criptomonedas en lugar de una vivienda propia o un vehículo último modelo.
Esto según algunos analistas, llevará a Bitcoin a revalorizarse aún más antes de la llegada del 2030 y esto explica el por qué los países han estado en una carrera por regular el espacio criptográfico, así como por imponer rigurosas tasas impositivas a los activos digitales, antes de que la adopción se convierta en masiva.