¿Debo invertir en Bitcoin en 2024? (parte 2)

0
830

Antes de responder la pregunta sobre invertir en Bitcoin en 2024, todos debemos manejar algunos conceptos básicos y conocer un poco más del activo en que vamos a colocar nuestro capital, como explicamos en la parte 1. Por ello, en esta segunda parte, continuaremos explicando que es Bitcoin y cómo funciona, antes de pasar a entender si debemos invertir o no en esta criptomoneda.

El blockchain es la base de la tecnología subyacente que hace funcionar a la criptomoneda creada hace 15 años atrás. Muchos de esos sistemas basados en blockchain se usan para certificar la propiedad industrial o de tierras sin coste o para certificar la propiedad intelectual de creadores en tiempo real.

También la cadena de bloques se utiliza para hacer transacciones monetarias con bajas comisiones e incluso sin comisiones, así como también, demostraciones de identidad de personas cuyos datos biométricos estén registrados en una cadena de bloques.

De igual forma, se utiliza para rastrear de dónde vienen los alimentos, el vino o la ropa que compras y mucho más, pues prácticamente, las aplicaciones basadas en la tecnología blockchain ofrecen soluciones a muchos problemas cotidianos aunque no seamos conscientes de ello.

Las transacciones de Bitcoin, se basan en un modelo de contabilidad subyacente denominado UTXO, que es el acrónimo de (Unspent Transaction Output) o en español “Transacciones de Salida no Gastadas”, que son una unidad de moneda de bitcoin que no se ha gastado en una transacción anterior.

Además, las UTXO, están relacionadas con el buen funcionamiento de las cadenas de bloques y el concepto de doble gasto, ya que permiten rastrear la propiedad de las monedas en una blockchain pública.

Los UTXO están compuestas por: cantidad: número de bitcoins o saldo manejado por la UTXO, dirección: dirección que recibe una UTXO, el TX ID: hash o TX ID de la transacción que da origen a la UTXO y la firma digital del propietario de la UTXO, visible en el Bitcoin Script de la transacción que identifica al emisor de la UTXO.

A su vez, cada transacción de Bitcoin tiene dos partes: input y output. El input o “entrada” es una o más UTXO que se están gastando de ese monedero y que están siendo enviados a otra dirección o Wallet. Mientras que, los output “salidas”, son una o más nuevas UTXO que se están creando nuevas monedas en ese Wallet, provenientes de otra dirección o Wallet.

Cuando una persona genera una transacción para enviar monedas, se conecta a uno de los nodos de la red y hace el envío de una cantidad determinada a una dirección específica. Luego ese nodo, registra esta transacción, para después enviarla a los nodos más cercanos, pasando por diversos nodos en consenso que almacenan la información hasta llegar a su destino.

Cada transacción se registra de forma descentralizada en cada nodo de la red Bitcoin proporcionando la firma digital que demuestra que somos el propietario de la UTXO que estamos gastando en el bloque que está en proceso de creación, haciendo que este registro se almacene en toda la red de forma casi simultánea.

Esta firma digital es generada, empleando la clave privada asociada a la dirección que recibió la UTXO, una operación automática que realiza nuestro monedero. Aunque, lo que hace que se valide y se vuelva inalterable, es la minería, ya que en este proceso con cada nuevo bloque, dicha UTXO va siendo validada por los bloques siguientes.

Una vez que se ha confirmado la transacción, nuestro UTXO estará debidamente gastado y las monedas enviadas ahora están reflejadas en la dirección o Wallet de destino. Ahora bien, este modelo de contabilidad subyacente de la red Bitcoin, tiene ventajas y desventajas en comparación con otros modelos de otras criptomonedas.

Entre sus ventajas, se puede decir que es un modelo sencillo y eficiente, ya que solo requiere dos elementos para representar una UTXO: la cantidad de bitcoins a gastar y la dirección a la que se envió la UTXO, además, es seguro y resistente a la censura.

Y es que para gastar una UTXO, el usuario debe proporcionar una firma digital que demuestre que es el propietario de la UTXO, lo cual se hace a través de un hash criptográfico que es muy seguro y virtualmente difícil de falsificar.

Su ventaja más importante, no requiere un tercero de confianza para verificar las transacciones, por lo que hace que el modelo basado UTXO, sea resistente a la censura, ya que no existe una autoridad central que pueda impedir que se gasten los UTXO.

Y finalmente, es bastante flexible, ya que permite el pago de cantidades fraccionarias, es decir, en el modelo UTXO, es posible dividir la cantidad en fracciones arbitrarias, sin necesidad de usar toda la UTXO, lo que es vital para las transacciones destinadas a ser micropagos.

Sin embargo, no todo es perfecto, pues el modelo UTXO también posee ciertas desventajas. Y es que bajo este modelo UTXO de Bitcoin, es ineficiente cuando se manejan grandes transacciones con múltiples entradas o lo que es lo mismo a realizar envíos masivos.

Por diseño, estas transacciones requieren que cada una esté en un script diferente para cada dirección con sus UTXO correspondientes. Esto puede generar un exceso de operaciones por la gran cantidad de UTXO, haciendo que sean muy pesadas y gasten gran cantidad de comisiones de forma innecesaria.

Por otro lado, el modelo UTXO de Bitcoin es en cierto modo complejo limitando la flexibilidad del modelo frente a las plataformas avanzadas que manejan Smart Contracts avanzados, aunque a pesar de ello, el modelo UTXO facilita la transparencia, la verificabilidad y la auditoría de las transacciones de Bitcoin.

Para que las transacciones sean validadas, los mineros deben realizar su trabajo, ya que en ellos recae el peso de mantener la seguridad de la red Bitcoin, ya que ese proceso encuentra nuevos bloques que se añaden a la blockchain pública, registrando nuevas transacciones y a su vez validando las transacciones de los bloques anteriores.

Básicamente, la minería es un proceso por el que se crean nuevas monedas de Bitcoin, asegurando la integridad de la blockchain e incentivando la participación en la red, ya que los mineros, compiten entre ellos para añadir nuevos bloques que registren transacciones y validen las transacciones anteriores.

Este mecanismo que puede considerarse simple, en los inicios del blockchain de Bitcoin, no revestía mayor carga de trabajo, sin embargo, en la actualidad, la dificultad de la red a escalado a niveles bastante exigentes, requiriendo mucho tiempo, energía y potencia de hash para llevar a cabo su trabajo.

De hecho, la dificultad de la minería de bitcoin se ajusta dinámicamente de forma automática después de que se hayan minado 2.016 bloques en la red, el cual puede subir o bajar en función del número de participantes en la red minera y de su potencia de hash combinada.

Aunque se ha abierto un debate por el aumento significativo en los últimos meses de cómo la dificultad, incide sobre la descentralización de la red, lo cierto es que este mecanismo ha sido diseñado para operar de esa forma, desde la creación de Bitcoin.

El ajuste de la dificultad se calcula utilizando con la siguiente fórmula: “Nueva dificultad = Dificultad anterior * (Tiempo objetivo / Tiempo real)^(1/4)”, la cual según datos del servicio Mempool, se encuentra en 67.31T, al momento de redactar esta nota.

Continua en la parte 3…

Advertencia "La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido"