Junto con el auge de las criptomonedas emergen tokens que permiten obtener un beneficio económico desde una actividad de preservación ambiental.
Aunque sigue siendo la más popular, bitcoin ya no se encuentra sola en el ecosistema de las monedas digitales. A las denominadas altcoins, como se llaman a todas las criptos que no son bitcoin, se ha sumado otro tipo de activos agrupados bajo el nombre de “stablecoins”, como Tether y TrueCoin, ambas respaldadas por el dólar estadounidense, que se gestaron para tratar de reducir la volatilidad de monedas virtuales como ‘bitcoin’ o ‘ether’.
El ecosistema cripto no deja de producir novedades y se encuentra emergente un nuevo tipo de moneda digital que promete revolucionar las inversiones de este tipo.
Las criptomonedas verdes, o ecológicas, son stablecoins pero el respaldo que las posiciona como una especie de ese tipo tiene el plus de que se apoyan en lo que se denomina “capital natural”, es decir que su cotización se inflaciona a medida a que la problemática ambiental recrudece.
“La tendencia no sólo se centra en el recrudecimiento del problema ambiental sino en el deseo de querer remediarlo con instrumentos confiables”, Juan Núñez, responsable en Argentina de GBM coin
¿Cómo funciona este tipo de moneda “verde”?
En el caso de GBM coin, cada usuario que adquiera un token podrá colaborar con la preservación de un m2 de biosfera nativa, de un total de un millón de hectáreas en diez países del mundo.
GBM puede considerarse una stablecoin ya que está respaldada por el capital natural, y si bien su valor puede llegar a fluctuar, no se concibió como moneda de fuerte volatilidad.
La primera emisión de GBM coin, que ya está a la venta estará asociada a un m2 de la selva paranaense en Misiones, en Argentina.
Los impulsores de la iniciativa comenzaron a fines del año pasado el proceso de reconversión integral de un campo de 25.000 hectáreas, que estaba sometido a un proceso de deforestación controlada, que ahora comenzó a revertirse para su conservación.
Stablecoins verdes
Siguiendo la tendencia de las monedas verdes, la naturaleza es el nuevo oro, una reserva de riqueza real, física e inherentemente valiosa.
“Pero no es, desde un punto vista estrictamente financiero, muy liquida, portátil o negociable, salvo como recurso natural a explotar o explotado. Por tal motivo concebimos a GBM como un token que integre la preservación natural en nuestra vida diaria y en la economía, buscando invertir en biodiversidad”, completa Nuñez.
Generará, a su vez, un bono de carbono (GBM bono), otra alternativa de inversión verde asociada al proyecto.
A partir del 2023, cuando se finalizará la primera certificación de créditos de carbono, cada inversor que haya adquirido criptos va a tener la posibilidad de poder obtener el equivalente en bonos de carbono a los metros cuadrados asociados a su token, y podrá comprar los créditos al 50% de su valor antes que salgan al mercado.
Ejemplos como el de GBM ponen en evidencia cómo las cripto verdes llevan la alternativa de las stablecoin a otro plano.
Con ellas, se abren muchas ventajas sobre todo para aquellos inversores que, al no ser expertos, se sienten intimidados por la volatilidad de las cripto tradicionales.
Los atributos de resguardo de valor, baja fluctuación de precio y respaldo en el mundo físico real, se le tiene que añadir el aspecto ecológico y todo lo que eso conlleva.
“El atractivo de una moneda con respaldo es justamente el refugio y la seguridad para inversores más conservadores que buscan conseguir un valor de rentabilidad sostenido. El inversor más audaz busca alta rentabilidad a corto plazo siguiendo las variables y al mismo tiempo corriendo altos riesgos”
Resguardo de Valor
Las criptomonedas, en general, son una alternativa que crece como forma de ahorro e inversión frente a las monedas fiduciarias tradicionales y las entidades bancarias centralizadas, que presentan un creciente descreimiento en los últimos tiempos. Cada vez más personas se animan a incursionar en el mundo digital y apuestan a una economía diferente.
En el caso particular de las stablecoins, desde hace al menos dos años, hay un crecimiento constante de ellas a nivel mundial.
Según un informe de PWC, las “stablecoins” han ganado fuerza “ofreciendo lo mejor de ambos mundos: el procesamiento instantáneo y la seguridad y/o privacidad de los pagos de las criptomonedas y la valoración estable sin volatilidad de las monedas fiduciarias”. Entre las stablecoin más conocidas se encuentran Tether, USDcoin, TrueUSD, Gemini y Libra (Facebook).
En Argentina, por historia, la gente ahorra en dólares, pero el cripto activo te permite superar el límite de los u$s 200 de compra en forma completamente legal, de lo contrario la única vía para hacerlo sería el mercado paralelo.
«El plus a nivel inversión que nosotros ofrecemos es el bono de carbono y el plus a nivel social es la preservación de las biosferas nativas que, al fin y al cabo, son las que nos permiten existir como especie” concluye Nuñez.