Las criptomonedas tienen un 2022 mucho menos alegre de lo que se esperaba y muchos inversores siguen de cerca lo que sucede en este ámbito.
Lejos de sus máximos históricos, Bitcoin se muestra más inestable que de costumbre y nadie puede decir a ciencia cierta qué es lo que puede llegar a pasar.
Sin embargo, en el siguiente artículo nos centraremos en algunas cuestiones que pueden explicar mejor el proceso y el marco en general. Empecemos.
En las últimas semanas se ha hecho habitual que Bitcoin ocupe las planas de los principales medios de comunicación, pero a diferencia de lo que ocurría en 2020 o 2021, en este caso es para hablar de caídas pronunciadas.
De acuerdo a algunas teorías, este fenómeno podría explicarse por los estafadores, mientras que para otros la causa es más compleja y variada.
Lo cierto es que Bitcoin está en boca de todos: mientras algunos hablan de su impacto ecológico, otros intentan encontrar la explicación racional que justifique derrumbes de 15% en una jornada o la dificultad para establecerse por encima de los 20.000 USD que ha tenido en el último tiempo. Después de todo, nadie imaginaba ver al activo financiero más preciado de los últimos años con este comportamiento.
Por supuesto, no es Bitcoin la única protagonista del “crypto crash”. Ethereum tampoco ha podido fortalecer su valor y los problemas recientes de algunas stables coins no han hecho más que profundizar cierta desconfianza en el mercado. Sin embargo, las inversiones en este sector siguen vigentes y no son pocos los que creen que esta mala racha será pasajera a pesar de su extensión.

Escenarios posibles para Bitcoin en 2022
Dicho todo esto, no es casualidad que sitios como Binarias.org sean cada vez más visitados en todo el mundo. No solo se necesita seguir segundo a segundo todas las novedades del mundo de las criptomonedas, sino que su alta volatilidad abre grandes escenarios para operar con Opciones Binarias.
Este método financiero de inversión se basa en predecir el comportamiento de un activo en un lapso determinado de tiempo. Además de las ya mencionadas monedas digitales, también puede hacerse con divisas extranjeras, materias primas, acciones de la Bolsa y mucho más. Después de todo, tal y como reza el dicho, toda crisis siempre esconde una oportunidad a la hora de hablar de movimientos económicos y negocios.
Ahora bien, retornando a los escenarios posibles de Bitcoin en 2022, lejos han quedado los pronósticos que la ubicaban por encima de los 100.000 USD en el corto plazo, ya que la primera divisa digital de la historia opera en sus mínimos históricos en los últimos dos años.
La explicación más compartida y difundida se encuentra en el contexto global, en donde la economía no repunta en los principales mercados del mundo. Europa, sin ir más lejos, se encuentra afectada de lleno por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, lo que conlleva una alta inflación por un lado y un enfriamiento de su economía, a lo que se le debe sumar la salida de la pandemia de Covid-19.
Lo mismo sucede en Estados Unidos, en donde se vive la inflación interanual más alta de los últimos 40 años, lo que lleva a un aumento de tasas. Ante ese panorama, otros métodos de inversión parecen funcionar mejor como reserva de valor, sobre todo en los perfiles más conservadores de ahorristas e inversores. Sí, ese mismo nicho que habían logrado seducir las criptomonedas en los años anteriores.
Europa, tal y como destacamos, también registra una inflación elevada, también la más alta en las últimas cuatro décadas. Su respuesta ante este fenómeno ha sido similar: elevar las tasas de interés, lo que sin dudas es una manera de enfriar la economía y generar opciones de respaldo para los tenedores de pequeños capitales.
A este combo hay que añadirle un temor para nada menor: los riesgos de una recesión global. Cuando todo parecía encaminado a que el crecimiento fuera sostenido luego de que lo más crudo de la pandemia se superara, los indicadores económicos no dieron como se esperaba y la extensión en el tiempo de la guerra en Ucrania no hizo más que empeorar todo. De esta manera, muchos ahorristas decidieron vender sus activos en criptomonedas y refugiarse en viejos conocidos: el euro y, sobre todo, el dólar.
Así entonces, en el panorama más pesimista, se puede ver un extenso periodo de caída y/o calma en las criptomonedas, que a los fines prácticos es lo mismo. Lejos de tener un repunte o efecto rebote como en viejas épocas, el mercado espera poder mantener el ritmo de operatorias y, al menos conservar una tensa calma.

Una mirada optimista para Bitcoin
Por supuesto, también hay otras posiciones para entender este fenómeno. Bloomberg, por ejemplo, sigue conservado su pronóstico sobre el valor de 100.000 USD para Bitcoin a pesar del contexto.
De acuerdo a esta mirada, la historia de este activo financiero siempre ha demostrado una relativa autonomía de los contextos globales, por lo que no debería sorprender que a pesar de la amenaza de recesión, las criptomonedas logren buenos resultados. Lo ocurrido recientemente durante el Coronavirus puede ser un ejemplo de ello.
Después de todo, los últimos años financieros han demostrado que el acercamiento a activos de riesgo es más alto de lo que era en otras décadas, sobre todo de la mano de inversores más jóvenes que utilizan las nuevas tecnologías como principal arma financiera.
Por supuesto, el mercado de las criptomonedas no sería nada sin ellos, por lo que gran parte de la esperanza en un repunte cercano se encuentra en el accionar de millennials y centennials financieros.
Un delicado equilibrio
Con este panorama, entonces, podemos definir lo que se espera en el próximo tiempo: un delicado equilibrio entre los diferentes actores. Mientras por un lado se estima que los grandes inversores (llamados Ballenas en el mercado) se desprendan de sus criptomonedas, o al menos una parte, también se espera que sean los pequeños y medianos inversores los que quieran aprovechar la racha bajista y no dejar escapar el tren Bitcoin de nuevo.
Al mismo tiempo, muchos ojos se depositan en América Latina y otros países emergentes, en donde la salida de la pandemia ha traído efectos colaterales como una alta inflación o devaluación de sus monedas, lo que lleva a que muchas personas busquen refugio en activos alternativos como las criptomonedas.
En esa misma línea, la proliferación de herramientas digitales para poder operar con ellas y nuevas regulaciones está favoreciendo el acercamiento de esos nuevos actores al universo criptomoneda.
En síntesis, si bien el mercado de las criptomonedas está lejos de ser lo que se esperaba en este 2022, la expectativa sigue fuerte en algunos sectores, por lo que el devenir de las próximas semanas será clave no solo para la segunda mitad de este año, sino que también podría marcar las riendas del 2023.
Lo cierto es que si algo caracteriza a Bitcoin es que nada está escrito sobre piedra, por lo que para muchos puede ser una mala racha, para otros es la oportunidad de volver a subirse a una oportunidad que parecía que nunca más iba a repetirse. ¿Qué balance haremos a finales del 2022?