El Sultanato de Omán, está facilitando el acceso a nuevas criptoempresas para crear centros de alojamiento de datos y minería de criptomonedas, con el objetivo de convertirse en un Hub digital en una región cada vez más competitiva, con actores de peso como los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Qatar y Arabia Saudita.
A mediados de agosto, fue inaugurado en la Zona Franca de Salalah y con la asistencia del Ministerio de Transportes, Comunicaciones y Tecnología de la Información (MTCIT) de Omán, un centro de datos y minería de criptomonedas con una inversión de 370 millones de dólares.
La empresa encargada de la creación del centro de datos y minería es Exahertz International, una subsidiaria de Afaaq for Advanced Technologies, el cual está en la primera fase de desarrollo. Esta instalación ubicada en Salalah, tiene alrededor de 11 MW de capacidad en 312.000 metros cuadrados, el cual está alimentando más de 2.000 equipos de minería.
Sin embargo, se espera que para el mes de octubre, esta instalación llegue a los 15.000 equipos de minería operativos, los cuales son básicamente hardware para sistemas de minería de criptomonedas refrigerados por agua fabricados por Bitmain Technologies.
Exahertz International, es la segunda empresa importante de alojamiento y procesamiento de datos que el Ministerio ha atraído en los últimos meses, detrás de Al-Madina Al-Khadraa, que fue anunciada en noviembre de 2022.
Durante su anuncio el año pasado, el Ministro de Transportes, Comunicaciones y Tecnología de la Información, Saeed Bin Hamoud Al Mawali dijo que “el Ministerio de Transportes, Comunicaciones y Tecnología de la Información busca construir asociaciones de cooperación con entidades líderes del sector privado local e internacional en los diversos tipos de tecnologías digitales, para atraer inversiones extranjeras en esta industria en constante desarrollo”.
La ciudad de Salalah, también tiene otros proyectos de centros de datos de la talla de Ooredoo y Equinix. Ooredoo comenzó la construcción en agosto de 2022 y la instalación albergará el cable submarino 2Africa, impulsando el acceso a servicios digitales de primera generación para Omán.
Esta instalación de minería de Exahertz International, es la segunda de este tipo en el país, tras la inaugurada en noviembre de 2022. Omán con estas dos instalaciones de minería cuenta con un valor combinado de 740,4 millones de dólares y se espera que generen cientos de puestos de trabajo.
Pero eso no es todo, porque el gobierno de Omán anunció a finales del mismo mes de agosto, otro nuevo proyecto de minería tras un acuerdo de 300 millones con el Phoenix Group con sede en Abu Dhabi, EAU, para desarrollar una granja de minería de criptomonedas de 150 megavatios.
Phoenix Group, se ha asociado con Green Data City, Mascate, Omán, la primera entidad de minería de criptomonedas con una licencia en ese país en marzo del año pasado, para iniciar una granja de criptomonedas, que se espera que esté en pleno funcionamiento en el segundo trimestre del próximo año.
Actualmente, Phoenix Group, fundada en 2016 y distribuidor exclusivo de equipos de minería MicroBT, gestiona centros de minería con presencia en América del Norte y los Emiratos, con un consumo de 725 MW en Estados Unidos, Canadá, Europa y Medio Oriente.
La primera fase de desarrollo de Green Data City consta de 200 MW de capacidad para operaciones de minería, la segunda fase alcanzará una capacidad de centro de datos de hiperescala de 400 MW y desarrollará actividades posteriores que incluyen energía renovable, hidrógeno, aire acondicionado de agua de mar (SWAC), desalinización, industrias alimentarias y cosméticos.
En paralelo, las inversiones en bienes raíces y hotelería se unirán al desarrollo del nuevo centro y crearán el ecosistema de datos de hiperescala sostenible de próxima generación en la región del Oriente Medio, potenciando las capacidades de Omán como Hub digital en la zona.
Omán, está situado en la costa sureste de la Península Arábiga y limita con EAU al noroeste, con Arabia Saudita al oeste y con Yemen al suroeste. Además, este país, es uno de los más desarrollados, estables y antiguos del mundo árabe, ya que fue fundado como un Imanato en el año 751.
Aunque, Omán ahora mismo está invirtiendo y atrayendo inversión en el próspero sector de procesamiento y alojamiento de datos, así como también en la minería de criptomonedas, su cultura y religión, frente a estas inversiones es cuando menos, controversial.
Y es que, en líneas generales en los países árabes, en su totalidad de religión musulmana, las inversiones en activos, acciones y empresas, son algo muy común porque está permitido por el Islam, pero las inversiones en el sector de las criptomonedas, aún son un tema de debate.
Si bien es cierto, que en un informe del año pasado de la empresa de análisis de blockchain Chainalysis, dijo que la región Oriente Medio y el Norte de África -de mayoría musulmana- se convirtieron, en los mercados de criptomonedas de mayor crecimiento anualizado junio-2021/junio 2022, algunos estudiosos de la ley islámica, o sharia, han dicho que las criptomonedas son haram (aquello que está prohibido).
Y es que, bajo la sharia que incluso regula la conducta del sector financiero y las finanzas personales, se contempla como haram a bitcoin (BTC) y las criptomonedas en general, de acuerdo a una sentencia judicial de los EAU, la Fatwa oficial (edicto legal islámico) No. 89043, en la cual se invalidan las transacciones con criptomonedas, según un análisis de la firma Wasel & Wasel de Abu Dhabi.
En dicha sentencia emitida por la Autoridad General para Asuntos y Dotaciones Islámicas de EUA en 2018, se indicó que BTC no poseía las especificaciones necesarias para convertirlo en una moneda negociable, como las monedas aprobadas que se comercializan en todo el mundo.
Además, según la Fatwa, carece de los requisitos legales necesarios para ser considerado una mercancía de intercambio con otros bienes. “Bitcoin es una moneda digital que no cumple con los criterios legales y de la Sharia que la convierten en una moneda sujeta a las normas de trato con monedas legales oficiales reconocidas internacionalmente. También carece de los controles de la Sharia que lo convierten en un bien susceptible de ser intercambiado por otros bienes”.
Este tipo de Fatwas, emitidas también por otros prominentes grupos islámicos de países como Egipto, Indonesia y Turquía, de igual manera concluyeron que la naturaleza especulativa de las criptomonedas hace que su utilización con fines financieros sea haram.
De allí que, bajo la sharia, es bastante confuso cómo entre países musulmanes existen tantas diferencias de criterio, para un mismo tema en común, la inversión en activos digitales, tanto a nivel de activos como de minería, pero que aun así, no pareciera influir en las decisiones de apoyar a este sector.