Desde hace unos 7 años, en todo el mundo miles de Startups Fintech han irrumpido con fuerza en el mundo de los servicios bancarios, empleando los más novedosos desarrollos tecnológicos para proporcionar una nueva era de nuevos servicios financieros (e incluso para mejorar los ya existentes) de una forma totalmente disruptiva.
De cierta forma, estas Startups han cambiado la forma en que los usuarios perciben el acceso a las aplicaciones (Apps) de pagos, de administración de capitales, de inversiones automatizadas, de préstamos financieros y de servicios de compras online, cubriendo una serie de necesidades a las que todavía la banca tradicional no se les había dado respuesta.
En cada país del planeta, donde existe un sistema bancario establecido, ha sido testigo del surgimiento de un fuerte ecosistema de Fintech, gracias a estas innovadoras Startups que han dinamizado los servicios financieros.
Otorgando más control y libertad a sus usuarios, a menores costos que la banca tradicional, para lo cual se han tenido que generar cambios y actualizaciones de las normativas legales que regulan la actividad financiera en todos éstos países.
Hoy por hoy, los beneficios de las Fintech están a la vista, cuando por ejemplo en las plataformas de Crowdfunding que han permitido financiar pequeños y medianos proyectos de todo tipo a través de la aportación de capital de multitud de inversores particulares que confían en su éxito comercial de esas ideas,
En las Apps de pagos que están disponibles en los mercados a nivel global para solicitar y pagar por servicios de todo tipo, pero también en las Apps que permiten controlar de una forma más efectiva los recursos de capital que poseen los usuarios gracias a la ayuda de la Inteligencia Artificial entre otros sistemas, que son ampliamente utilizados por los usuarios del segmento Millennial quienes actualmente dominan el uso de este tipo de servicios, cómo los cada vez más atractivos Neobancos.
Los Neobancos son esas pequeñas y ágiles instituciones financieras, por lo general sin sedes físicas, que brindan sus servicios sólo a través de la Nube, los cuales han desarrollado nuevos modelos de banca digital multimoneda, basados en Inteligencia Artificial (IA), Cadenas de Bloques o Blockchains e incluso con sus propios marketplaces, todo esto operando bajo un nuevo concepto conocido como Bank as a Service (Banca como Servicio).

Es más que obvio, que los Millennials prefieren los servicios financieros de bajo costo y con mínimas barreras, ya que no es lo mismo acceder a una participación en una inversión en mercados mediante un banco tradicional, que tiene unos montos mínimos de varios miles de dólares o euros.
Frente a los que puede ofrecer un Neobanco que permite realizar inversiones a partir de montos verdaderamente accesibles desde apenas $50 y $100 dólares o incluso menos, cómo es el caso de la plataforma Uphold en Estados Unidos que ahora permite invertir en la bolsa desde $1 para adquirir fracciones de acciones y que seguramente masificarán el interés de los Millennials en este tipo de inversiones.
Pero esto es sólo una cara del de este negocio billonario, ya que las inversiones en este sector se han disparado en los últimos cinco años, representando en promedio un tercio de las carteras de inversión de las mayoría de inversores institucionales, que apuestan porque una porción de sus activos financieros esté colocada en este tipo de empresas, gracias a las buenas perspectivas a corto, mediano y largo plazo aún en estos nefastos tiempos de la pandemia global del COVID-19, que ha destruido el tejido empresarial y comercial de muchos países en el curso de algunos meses.
Sin embargo, el cambio en el comportamiento del gasto de los consumidores y el uso de sus recursos financieros, está llevando a que cada vez más los servicios de alguna empresa Fintech sean utilizados para alguna actividad cotidiana.
Desde enviar dinero a un familiar (o amigo) dentro de su mismo país o residenciado en otro, pagar el parqueo del automóvil o la bicicleta en un estacionamiento, pagar alguna factura de un servicio público o la renta, alquilar un Scooter (patinete eléctrico) con VOI Scooters, Eskay, UFO o Lime u otro operador, pagar un Uber o Lift, comprar un café, unas entradas al cine o hasta enviar algunas propinas a un productor de contenido en alguna red como YouTube, Twitch, Discord, Patreon, BRID.tv, DTube o cualquier otra plataforma entre otras muchas actividades que se pueden hacer hoy en día.
Y como indudablemente la banca tradicional no va apartarse, ni va a dejar el camino libre, ya que las finanzas son el core de su negocio, por lo que en algunos casos los bancos han optado por adquirir directamente alguna Fintech para afiliarla a sus servicios financieros, en otros casos decidió convertirse en socio y mentor, inyectando dinero a través de aceleradoras, incubadoras y fondos de corporate venturing, mientras que en otros casos a preferido establecer una relación de simbiosis con muchas Fintech a la vez de forma que siempre tienen aunque sea una mínima participación en los servicios financieros que estas Startups proveen a sus usuarios.

Pero el Insurtech no se ha quedado atrás, ya que ha sido tan disruptivo como el propio Fintech, con una gran cantidad de Startups disruptivas que emplean tecnologías de punta como las Blockchains, el big data y servicios en la nube para brindar productos y servicios en el área de Seguros totalmente diferentes a los ofrecidos por el sector asegurador tradicional.
El término acuñado de Insurtech viene de la unión de las palabras en inglés Insurance (seguros) y technology (tecnología).
Así como existen Neobancos, también existen en el ecosistema Insurtech, las NeoInsurance, unas pequeñas pero poderosas y ágiles empresas que tampoco poseen sedes físicas, que ofrecen exclusivamente sus servicios sólo a través de Internet y en la Nube, a través de tecnologías innovadoras para crear el concepto de aseguradoras digitales, que operan bajo el modelo de Insurance as a Service (Seguros como Servicio).
La nueva generación de éstos servicios de seguros que brindan las Insurtech, están llegando cada vez a más usuarios en todo el mundo, haciendo incluso que personas, que usualmente no cumplían con el perfil del comprador de seguros, ahora adquieran este tipo de servicios sin problemas.
Esto sin duda, está llevando a que la actividad aseguradora tenga una buena perspectiva de masificación y de crecimiento a largo plazo, lo cual de algún modo también juega a favor de las aseguradoras tradicionales, que ahora conviven con estas Startups en el mismo sector de los seguros.
Lo mejor de todo este cambio, es que los usuarios ahora tienen más posibilidades de acceso a nuevos servicios financieros y de seguros, con estas Startups que aceleran la innovación, integrando nuevos modelos de negocio ágiles y dinámicos, en pro del beneficio de los consumidores, que obtienen mayor valor a menor costo.
Además, gracias al crecimiento como hongos de este nuevo tipo de servicios, hay una mayor inclusión financiera y de seguros, porque se está permitiendo que usuarios comunes accedan a diversos productos financieros y de seguros a todos diseñados para casi cualquier segmento de la población, independientemente del nivel socioeconómico, conocimientos técnicos, edad o incluso el lugar donde viva.
Además, gracias al mayor auge de las Fintech e Insurtech, se ha democratizado el acceso a los servicios financieros y de seguros, facilitando la distribución de nuevos productos y servicios para satisfacer las necesidades de los usuarios, de manera que ahora pueden pagar, comprar, ahorrar, invertir, obtener préstamos y también asegurar todo lo que necesiten sin mayores convenciones legales, cómo los plazos, pesadas cuotas, cantidad de pagos y exclusiones a los que cualquier persona que conoce la banca o los seguros tradicionales se está expuesto.
Artículo cortesía de:
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