El pasado jueves, la Organización Europea de Consumidores (BEUC, por sus siglas en inglés), emitió un comunicado donde señaló que esa organización y nueve de sus miembros (en Dinamarca, Francia, Grecia, Italia, Lituania, Portugal, Eslovaquia y España) presentaron una denuncia ante la Comisión Europea y las autoridades de protección de los consumidores contra varias redes sociales por facilitar la promoción engañosa de activos criptográficos.
Las redes sociales objeto de esta demanda son Instagram (Meta), YouTube (Google), TikTok (ByteDance) y Twitter (X.com), las cuales fueron acusadas por el BEUC junto con nueve de sus organizaciones miembros: ASUFIN y OCU de España; Altroconsumo de Italia; DECO Portugal; Forbrugerrådet Tænk de Dinamarca; KEPKA de Grecia; Vartotojų aljansas de Lituania; SOS Poprad de Eslovaquia y la UFC-Que Choisir de Francia.
De esta manera, Europa ha decidido adoptar una postura agresiva contra la publicidad de criptomonedas en plataformas de redes sociales influyentes como las antes señaladas que mueven millones de usuarios en todo el mundo. De estas redes sociales demandadas tres son de Estados Unidos y una es de China, a pesar de tener domicilio en las Islas Caimán.
En opinión de la BEUC y sus miembros, “estas empresas de redes sociales son responsables de permitir que los anuncios engañosos de criptoactivos (‘cripto’) se multipliquen en sus plataformas (tanto a través de publicidad como de personas influyentes)”.
Para esa organización, “esto constituye una práctica comercial desleal, ya que expone a los consumidores a un daño grave, es decir, a la pérdida de importantes cantidades de dinero”, por lo que decidieron iniciar acciones contra las redes sociales dominantes en Internet.
Para apoyar su punto de vista, publicaron un informe titulado “¿Exageración o daño? La gran criptoestafa de las redes sociales” el cual de acuerdo a la BEUC, proporciona amplia evidencia de la promoción engañosa de las criptomonedas en Instagram, YouTube, TikTok y Twitter, en contravención de las propias políticas publicitarias de esas mismas plataformas.
Según la Organización Europea de Consumidores, debido a la alta volatilidad y naturaleza especulativa de las criptomonedas, son en sí mismas “un producto de inversión de alto riesgo que no es adecuado para muchos consumidores”, que a diferencia de las inversiones tradicionales, “no están respaldadas por activos tangibles”.
Para el BEUC, las criptomonedas “se basan principalmente en la especulación, lo que las hace altamente volátiles”, además de exponer a los consumidores a estafas y prácticas comerciales desleales que generan grandes pérdidas financieras, algo que según ese organismo, está bien documentado.
Principalmente, con esta acción el organismo quiere hacer un llamado a la Red de Cooperación para la Protección del Consumidor para solicitar que las plataformas de redes sociales creen políticas publicitarias más estrictas y que las mismas sean aplicadas sobre la publicidad de criptomonedas.
— Elon Musk (@elonmusk) April 3, 2023
Además, el BEUC quiere que se adopten medidas para evitar que “los influencers” engañen a los consumidores sobre la naturaleza de las criptomonedas, informando “a la Comisión Europea sobre la eficacia de las medidas adoptadas para proteger a los consumidores frente a tales prácticas desleales”, por lo que quiere promover un nuevo marco normativo que los regule, como ya sucedió en Francia.
Del mismo modo, el organismo protector de los consumidores en la Unión Europea, quiere que las autoridades en materia de consumo “cooperen con las Autoridades Europeas de Supervisión de los servicios financieros para garantizar que las plataformas adapten sus políticas publicitarias para evitar la promoción engañosa de las criptomonedas”.
Para la directora general de BEUC, Monique Goyens, “Cada vez más, los anuncios y personas influyentes en las redes sociales prometen a los consumidores inversiones para ‘hacerse rico rápidamente”.
“Desafortunadamente, en la mayoría de los casos, estas afirmaciones son demasiado buenas para ser verdad y los consumidores corren un alto riesgo de perder mucho dinero sin recurrir a la justicia”, sostiene Goyens.
“Las criptomonedas se regularán pronto con la nueva regulación del mercado de criptoactivos, pero esta legislación no se aplica a las empresas de redes sociales que se benefician de la publicidad de las criptomonedas a expensas de los consumidores”.
Y finalizó su declaración señalando: “Es por eso que recurrimos a las autoridades a cargo de proteger a los consumidores para garantizar que Instagram, YouTube, TikTok y Twitter cumplan con su deber de proteger a los consumidores contra las estafas criptográficas y las falsas promesas”.
Para el BEUC, en su informe destaca que ha habido un aumento de la popularidad de las criptomonedas dentro de la UE en los últimos años, indicando que estos usuarios representan un 12% de los consumidores en los Países Bajos que poseen (o deben) criptoactivos; cuya cifra se eleva al 18% en Eslovenia.
Mientras que, más allá de los riesgos que representan los activos digitales, para los consumidores de Reino Unido su aceptación se ha generalizado, ya que más usuarios las ven como una alternativa a las inversiones convencionales (un 47%), frente a los usuarios que las consideran una apuesta (un 38%).
De allí que, para BEUC, se requieren medidas para regular la publicidad de las criptomonedas en las plataformas de redes sociales, ya que las mismas, se han convertido en los epicentros de la comunicación moderna y la difusión de información con una enorme penetración en los consumidores de todo el mundo.
Actualmente, se calcula que más de la mitad de la población mundial son usuarios de las plataformas de redes sociales, lo que supone más de 4.000 millones de personas, lo que conlleva una serie de desafíos para los reguladores de protección de los consumidores y los financieros en lo que respecta a los criptoactivos.
Esta posición del BEUC, seguro generará mucho que hablar entre las organizaciones y criptoempresas, ya que es innegable que la publicidad es un medio importante para captar nuevos adeptos, pero también para informar a la criptocomunidad acerca de los desarrollos, avances y productos que se están creando con criptoactivos para la web3 y el DeFi.
En Europa, las organizaciones de protección de los consumidores, en lugar de informar y educar a los usuarios de las criptomonedas y a los consumidores en general, han preferido por aplicar regulaciones cada vez más estrictas para cuidar a los consumidores con una publicidad más segura y transparente que les permita no ser víctimas de las criptoestafas, lo que pudiera derivar una nueva fuente de represión hacia el sector.