Para nadie es un secreto que el mercado de las criptomonedas comenzó a cobrar notoriedad tras la llegada de las stablecoins, las cuales han permitido que el trading sea más accesible a millones de personas con poca o nula experiencia en el comercio de activos digitales.
Actualmente, la capitalización total del mercado de las stablecoins al momento de redactar esta nota, se sitúa en unos 225.782 mil millones de dólares con un predominio de Tether (USDT) del 63,27% de la cuota de mercado, de acuerdo a los datos de DefiLlama.
Las stablecoins, desde su diseño fueron pensadas para mantener un valor estable, generalmente vinculado a una moneda fiduciaria como el dólar estadounidense, el euro, el franco suizo, el yen japonés, a otros activos como el oro, Bonos del Tesoro de Estados Unidos y otros activos tangibles e incluso a una cesta de activos que agrupe a varios de estos activos como colaterales.
Básicamente, las stablecoins fueron creadas para contener la alta volatilidad de los activos digitales como Bitcoin (BTC), Ethereum (ETH), XRP (XRP), BNB (BNB), Solana (SOL), Dogecoin (DOGE), Cardano (ADA), Tron (TRX) entre otros criptoactivos que se negocian en los criptointercambios alrededor del mundo.
Existen diferentes mecanismos para mantener la estabilidad de una stablecoin. Las más utilizadas son aquellas respaldadas por activos fiduciarios (Fiat-collateralized), que mantienen reservas de monedas fiduciarias (como dólares, euros, entre otras monedas) en una proporción de 1:1 con las monedas en circulación.
Muchas de las stablecoins más utilizadas hoy día, son de este tipo, pudiendo encontrar en este grupo a: Tether (USD₮), USD Coin (USDC), PayPal USD (PYUSD), Ripple USD (RLUSD), Pax Dollar (USDP), Euro Tether (EUR₮) o TrueUSD (TUSD) entre muchas otras.
Las stablecoins respaldadas por materias primas (Commodity-backed) son muy parecidas a las respaldadas por activos fiduciarios, de hecho, son una especie de subcategoría de estas últimas. Por su garantía, se las vincula al valor de mercado de materias primas como el oro, la plata, el petróleo o bienes raíces.
Estas monedas están basadas en blockchain y avaladas por reservas de una entidad central, que se encarga de almacenar el activo subyacente con un tercero de confianza. Los compradores tienen derecho a canjear la moneda por la materia prima subyacente en la stablecoin. PAX Gold (PAXG), XAUt (Tether Gold) y Silver Token (SLVT) son ejemplos de estas stablecoins.
Luego están, aquellas stablecoins que basan su respaldo en otras criptomonedas y activos digitales (Crypto-collateralized), es decir, utilizan otras criptomonedas como garantía para mantener su valor.
Generalmente, para que este tipo de criptomonedas garantice la estabilidad del precio, se busca que el valor de las criptomonedas que las respaldan sea siempre superior (over-collateralized), lo que facilita mantener el precio de la criptomoneda que respalda, liquidando las criptomonedas de la reserva o comprando para aumentarla.
La stablecoin Dai (DAI), que está respaldada por Ethereum y otros activos digitales y es emitida por el sistema MakerDAO. También, la stablecoin sintética sUSD (SUSD), posee su respaldo en una cesta de criptomonedas, en este caso dentro del ecosistema Synthetix.
Por último, se encuentran las stablecoin algorítmicas (Algorithmic), las cuales emplean algoritmos y contratos inteligentes para ajustar su oferta, manteniendo así su valor estable en el mercado. Obviamente, las stablecoins de este tipo son mucho más complejas y tienden a ser más riesgosas que las respaldadas por activos fiduciarios, materias primas o por criptomonedas.
Su funcionamiento es complejo y sólo basta con recordar el colapso de TerraUSD (UST) en 2022 que literalmente derrumbó el ecosistema, borrando varias decenas de miles de millones de dólares de valor de mercado.
Operan efectuando ajustes de la oferta, haciendo correcciones entre el token de respaldo y la propia stablecoin en función de la demanda, pero si el precio de la stablecoin se desvía del valor establecido “por ejemplo, 1 dólar (USD)”, el algoritmo ajusta la oferta de la moneda (emitiendo o quemando tokens) para corregir el precio al valor objetivo.
En este tipo de stablecoin, se encuentra Ampleforth (AMPL), la cual a pesar de no ser estrictamente una stablecoin, su modelo es similar al de las algorítmicas, ya que ajusta su suministro en función de la demanda.
Sin importar el tipo de stablecoin algorítmica, todas se encargan de dar refugio a los traders en momentos de alta volatilidad del mercado, permitiéndoles protegerse de las fluctuaciones inesperadas de precio que afecta el valor de las inversiones.
De igual forma, se encargan de facilitar el comercio, garantizando transacciones rápidas y económicas en el mundo de los activos criptográficos dentro de las mismas cadenas de aquellas criptomonedas y tokens más utilizados.
En los últimos años, las stablecoins también han servido de activos criptográficos transfronterizos y para el envío de remesas, facilitando el envío de valor a través de fronteras de forma más rápida y económica que los métodos tradicionales.
Y finalmente, las stablecoins son la columna vertebral de las finanzas descentralizadas (DeFi), sobre la que se construye el ecosistema DeFi, ya que se utilizan para préstamos, intercambios y otras aplicaciones de envío y respaldo de valor.
Existe una amplia gama de stablecoins, cuyo mercado ya supera las 218 monedas estables en circulación ahora mismo de acuerdo a los datos de DefiLlama, las cuales se diferencian por sus mecanismos de estabilización, los activos a los que están vinculadas y sus emisores.
Las stablecoins son muy demandadas en momentos de crisis de volatilidad en el mercado, por lo que día tras día se lanzan nuevos activos digitales con estas características. De hecho, recientemente, en una entrevista con Bloomberg, el cofundador de USD₮, Reeve Collins reveló que lanzará una nueva stablecoin en la segunda mitad del año.
Como se recordará Collins, junto con Brock Pierce y Craig Sellars lanzaron la moneda criptográfica que sirvió de precursora para la stablecoin original USD₮, convirtiéndose de paso, en el primer CEO de esa empresa entre 2013 y 2015, antes de Paolo Ardoino. Una vez fue creada y con un valor de mercado inferior a los 1.000 millones de dólares, Tether fue vendida a los operadores al criptointercambio Bitfinex en 2015.
Pero ahora, Collins, anunció que lanzará Pi Protocol (USP), de la cual es presidente y cofundador para competir con USD₮ y para ello espera que su proyecto descentralizado de stablecoin, debute en las cadenas de bloques Ethereum y Solana.
Según lo dicho por Collins a Bloomberg, Pi utilizará contratos inteligentes, que ejecutarán automáticamente transacciones entre partes como bolsas y creadores de mercado, para acuñar su stablecoin USP, dejando como recompensa, otro token denominado USI. Su respaldo, estará basado en activos del mundo real que generen rendimiento, como bonos.
Además, la stablecoin Pi tendrá su propio token de gobernanza denominado USPi, que conferirá a sus tenedores una parte de los ingresos de la plataforma, provenientes de fuentes como el rendimiento de la acuñación de la stablecoin. También podrán votar sobre decisiones como establecer parámetros de riesgo, ajustar las políticas de garantías y la distribución de los ingresos del protocolo.
Para diferenciarse de USD₮, Collins, busca que los participantes de la industria que comercialicen la stablecoin obtengan la mayor parte de las ganancias en lugar de lo que sucede con Tether, cuya empresa posee más de 140 mil millones de dólares en tokens USD₮ en circulación, y consiguió beneficios de alrededor de 13 mil millones de dólares en 2024.
El mundo de las stablecoins está creciendo de forma exponencial y el futuro podría llegar a convertir a estos activos digitales, no sólo en una forma más de respaldo contra la inflación y la volatilidad de los activos digitales en el mercado, sino en una alternativa a las monedas fiduciarias y digitales (CBDC) de los países.