El 2022 ha sido realmente un mal año para bitcoin (BTC) y las criptomonedas en general, debido a que todos los criptoactivos han quedado atrapados en una tendencia bajista desde comienzos de año, que prácticamente no ha parado de tocar fondo.
Tan sólo bitcoin ha perdido casi el 70% de su valor en este año, que luego de una serie de colapsos de proyectos y criptoempresas de alto perfil, acabaron con la confianza de los pequeños inversores apalancados en el ecosistema de los criptoactivos.
Desde la caída del proyecto Luna (LUNA) y su stablecoin TerraUSD (USDT), hasta el más reciente desplome del intercambio de criptomonedas FTX, el que fue el tercer Exchange más grande del mundo por volumen de operaciones, millones de personas perdieron todo su capital o gran parte del mismo, generando mayor incertidumbre en el ecosistema.
Con la declaración de bancarrota de FTX, comenzó una nueva ola de contagio que aún hoy continúa extendiéndose por el mercado de criptoactivos y que podría seguir afectando el valor de criptomonedas como bitcoin, ether (ETH) de ethereum, XRP (XRP), dogecoin (DOGE), cardano (ADA), polygon (MATIC), polkadot (DOT), entre otros.
Esta situación, ha sido aprovechada por personas, influencers, inversores, analistas, banqueros, algunos medios de comunicación y hasta uno que otro organismo financiero dependiente de algún gobierno en el mundo, para desacreditar la confianza en bitcoin y las criptomonedas, para crear más FUD en un ecosistema con enormes posibilidades de resurgir de sus cenizas.
La predicción más reciente realizada por Eric Robertsen, jefe global de investigación del banco londinense Standard Chartered plc, da cuenta de ello. En una nota titulada “Las sorpresas del mercado financiero de 2023”, Robertsen se enfocó en dibujar diferentes escenarios en 2023 para bitcoin, que colocan a esta criptomoneda a un nivel cercano al colapso del ecosistema.
Robertsen, en su elaborada predicción negativa, abordó una serie de posibles escenarios para el próximo año, que a su juicio “los mercados subestiman”. Según el jefe global de investigación del Standard Chartered, bitcoin podría caer hasta los 5.000 dólares el próximo año.
De acuerdo con Robertsen, esta podría ser una sorpresa del mercado, que los inversores están subvaluando, ya que si se alcanza ese nivel, marcaría una caída de aproximadamente el 70% del precio del valor actual de bitcoin, que se sitúa en más de 16.000 dólares por cada BTC.
“Los rendimientos se desploman junto con las acciones tecnológicas, y aunque la liquidación de Bitcoin se desacelera, el daño ya está hecho”, explicó Robertsen en la nota del pasado domingo, donde compartía la explicación de las predicciones del Standard Chartered con el público.
“Cada vez más criptoempresas e intercambios se encuentran con liquidez insuficiente, lo que lleva a más quiebras y al colapso de la confianza de los inversores en los activos digitales”, añadió Robertsen.
Para Robertsen, los escenarios más extremos “tienen una probabilidad distinta de cero de ocurrir en el próximo año, y… caen materialmente fuera del consenso del mercado o de nuestras propias opiniones de referencia”.
Al mismo tiempo, Robertsen sostiene en su predicción, que la caída en el precio de bitcoin también coincidirá con un repunte en el oro. En ese sentido, argumenta que el oro podría subir potencialmente un 30% a 2.250 dólares por onza.
Según el jefe global de investigación del Standard Chartered, “a medida que las criptomonedas caen aún más y más firmas de criptomonedas sucumben a la escasez de liquidez y los retiros de los inversores”.
Por esta razón, Robertsen observa factible la posibilidad de que el oro se restablezca como un activo de refugio seguro, con inversores colocando su dinero masivamente al metal amarillo, para buscar estabilidad en tiempos de volatilidad del mercado.
“El resurgimiento del oro en 2023 [también] se produce cuando las acciones reanudan su mercado bajista y la correlación entre los precios de las acciones y los bonos vuelve a ser negativa”, agregó Robertsen.
La lista del Standard Chartered, se realiza como parte de la lista anual de sorpresas que los analistas creen que los mercados pueden estar pasando por alto o subvalorando y se encuentra en su octava edición.
No obstante, la lista del Standard Chartered, no pretende predecir eventos de alta probabilidad o identificar “Cisnes Negros”, sino considerar situaciones con una probabilidad distinta de cero y que por ende, podrían ocurrir, las cuales actualmente no forman parte del consenso del mercado.
Entre otras posibles sorpresas que pueden hacerse realidad para el 2023 según el Standard Chartered, se incluyen una caída abrupta en los precios del petróleo, la destitución del presidente de EEUU, Joe Biden, una recesión más amplia en las acciones tecnológicas en la bolsa y por supuesto, un colapso en los precios de los alimentos.
Sin embargo, la predicción bajista de bitcoin para 2023, del Standard Chartered no es la única, ya que muchos otros analistas, inversores e influencers, han señalado que el valor de BTC podría caer aún más, hasta llegar a los 10.000 dólares por cada bitcoin.
De hecho, algunos estiman que bitcoin podría caer hasta el nivel de los 10.000 dólares durante el próximo año, originado en parte, por el aumento de las tasas de interés y una política monetaria más estricta de la Reserva Federal de Estados Unidos, conocida como la (Fed, «por sus siglas en inglés»).
En todo caso, con los movimientos de los grandes bancos para buscar posicionarse en la industria de los criptoactivos, es una clara señal que a pesar del mercado bajista de bitcoin, las empresas y bancos están buscando tener presencia o aumentarla de cara al 2023.
Este posicionamiento, sólo demuestra que los grandes inversores institucionales, ven que un futuro próximo, el precio tanto de BTC como del resto de los criptoactivos, se recuperará y volverá a tocar máximos. El punto es, si estos inversores confían, entonces hay que prestar más atención a lo que puede suceder en el ecosistema cripto.