Wall Street está analizando las posibilidades para las empresas relacionadas con el sector de las criptomonedas en Estados Unidos, tras las recientes elecciones en las que Donald J. Trump y los senadores del Partido Republicano en su mayoría resultaron ganadores.
Estas victorias le darán al nuevo presidente electo, la posibilidad de comenzar una nueva era sin ningún tipo de trabas, ya que domina las dos Cámaras del Congreso de Estados Unidos y la mayoría de la Corte Suprema de Justicia.
La prioridad para la criptoindustria es que Trump y su administración ejecuten cambios drásticos en la política hacia las criptomonedas, comenzando con la sustitución del presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, «por sus siglas en inglés»), Gary Gensler como lo prometió cuando era candidato, para disminuir las cargas regulatorias y las acciones de cumplimiento, así como demandas en los tribunales estadounidenses contra este sector.
Después se espera que Trump cumpla con la más importante promesa electoral, la de crear la reserva nacional de Bitcoin (BTC) de Estados Unidos, con los fondos confiscados en operaciones relacionadas con varios tipos de actividades criminales a lo largo del tiempo, que están en poder de varios criptointercambios, pero a disposición del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos (USMS, «por sus siglas en inglés») y del Departamento del Tesoro de ese país.
Es por ello que los ojos de Wall Street ahora están situados en todas las empresas del sector, ante las perspectivas futuras. De hecho, los analistas de Bernstein en un reciente informe afirman que vendrán mejores tiempos para Robinhood, el corredor de bolsa con sede en Menlo Park, California, que está regulado por FINRA, registrado en la SEC y es miembro de la Securities Investor Protection Corporation.
Robinhood, desde su fundación en 2013, se convirtió en una empresa estadounidense de servicios financieros, que brinda acceso a una plataforma de negociación electrónica a través de Robinhood Markets mediante una aplicación móvil, diseñada para facilitar la negociación sin comisiones de acciones, fondos cotizados en bolsa (ETF), materias primas y criptomonedas.
Según estos analistas, ante las perspectivas futuras de Robinhood, la calificación de las acciones en la bolsa de la empresa HOOD ha tenido un buen desempeño en comparación con otras empresas similares, superando a sus rivales, por lo que el precio objetivo de estas acciones se ha situado en 51 dólares, frente a un objetivo anterior de 30 dólares que se alcanzó poco después de las elecciones.
De allí que para los analistas de Bernstein, la empresa de gestión de patrimonios privados, que ofrece asesoramiento financiero a inversores con un patrimonio neto muy elevado, Robinhood se beneficiará en gran medida de las políticas pro-criptomonedas anticipadas bajo la nueva administración Trump.
Debido a esto, los analistas de este gestor de patrimonios privados ajustaron su previsión de ingresos para Robinhood, estimando 4.190 millones de dólares para 2025, lo que es un significativo aumento en sus ingresos desde los 3.850 millones de dólares, con ganancias proyectadas en 1.300 millones de dólares.
Los datos de este informe, no hacen más que corroborar el sentimiento de los inversores en las acciones de Robinhood, las cuales han subido un 176% en lo que va de año y han terminado cerrando este miércoles en 36,08 dólares por acción.
Para Bernstein, un cambio hacia una postura en el gobierno estadounidense más amigable con las criptomonedas, podría permitir a Robinhood expandir significativamente la oferta de activos digitales que se negocian en su plataforma.
De hecho, Robinhood tras las elecciones, agregó a su plataforma cuatro nuevos tokens: Solana (SOL), Cardano (ADA), XRP (XRP) y Pepe (PEPE), que en el pasado habían sido considerados valores por los funcionarios de la SEC.
Para este movimiento, Robinhood simplemente se apoyó en la decisión de la SEC del pasado 30 de julio de retirar su solicitud de una resolución judicial para clasificar SOL, ADA, Polygon (MATIC), BNB (BNB), Binance USD (BUSD), Cosmos (ATOM), The Sandbox (SAND), Decentraland (MANA), Axie Infinity (AXS) y Coti (COTI), como valores, en una demanda que había realizado en 2023.
La SEC en su demanda contra uno de los principales criptointercambios del mundo, Binance, alegó en ese momento, que ese exchange había incurrido múltiples violaciones de las leyes federales de valores, al ofrecer valores no registrados al público, incluido su token BNB nativo y la stablecoin BUSD.
Pero, en el pasado mes de julio, la SEC cambió de posición inesperadamente, diciendo que buscaba enmendar su querella con respecto a los “Terceros Valores de Activos Cripto” definidos en su oposición a la moción de Binance para desestimarla, eliminando la necesidad de “emitir un fallo en cuanto a la suficiencia de las alegaciones en lo que respecta a esos tokens en este momento”.
Al ya no ser posible esta clasificación como valores por parte de la SEC, Robinhood, decidió incluirlos en su plataforma de operaciones con criptomonedas. A pesar de ello, la oferta de activos digitales continúa siendo limitada en comparación con competidores como Coinbase.
Por otro lado, el informe de Bernstein también señala que se está a la espera que Robinhood introduzca más servicios de criptomonedas adicionales y se expanda a Europa por la compra del criptointercambio Bitstamp, por la suma de 200 millones de dólares.
Pero la expansión de Robinhood Crypto a otras latitudes, posiblemente suceda definitivamente en 2025, ya que un reporte de Bloomberg, se sugirió que las empresas Robinhood Markets y la fintech británica Revolut Ltd., se encontraban evaluando el lanzamiento de stablecoins conjuntamente.
Si bien es cierto que ambas empresas se negaron a confirmar el informe del medio estadounidense, la expansión de Robinhood en el mundo, es algo que sucederá con el cambio de administración en la Casa Blanca, a pesar de la regulación de los mercados de criptoactivos (MiCA) en Europa.
Por este motivo, los analistas confían en que las cosas cambiarán y Robinhood se convertirá en el mayor “beneficiario de la regulación de las criptomonedas”.