En una región dinámica para las fiintechs, bancas y billeteras virtuales, aumenta la presencia de negocios que causan un impacto real mientras potencian a otras compañías.
Todo ecosistema en expansión necesita interacciones fuertes y múltiples actores para sobrevivir, y el sector financiero de Latinoamérica es el ejemplo perfecto: según un estudio en conjunto del Banco Interamericano de Desarrollo BID y Finnovista, el cono sur y el Caribe cuentan con más de 3.000 empresas de finanzas tecnológicas.
Pero, ¿Qué impulsa su crecimiento?
Dentro de estas miles de fintechs se destacan las “sīarīups pushersˮ, un término en auge entre referentes y expertos, reservado para aquellos proyectos de negocio que van más allá de sus propios límites y logran, con su tecnología disruptiva y visión estratégica, mejorar los servicios de otras compañías y potenciar la experiencia real de los latinoamericanos en el día a día.
Esta doble función no es sencilla de cumplir: en una industria hipercompetitiva, diseñar productos y servicios que «empujenˮ a la competencia no es lo común. Pero algunas empresas encuentran el éxito en acompañar y diseñar soluciones que atiendan las necesidades de otras startups y bancos.
“América Latina es una región llena de posibilidades, no solo porque ya cuenta con grandes talentos que están contribuyendo a la digitalización y diversifiicación de métodos de pago, sino porque aún queda mucho por hacer a nivel tecnología“.
“Queremos que nuestra solución sea clave para integrar un territorio muy firagmentado y benefiiciar a millones de personas con una infiraestructura de vanguardiaˮ, explica Tomás Mindlin, CEO y Co-founder de tapi, la paytech que busca facilitar la escala de plataformas, bancos y fintechs, como también aumentar la retención y fidelización de sus clientes finales.
Según Mindlin, los latinoamericanos están cada vez más conectados y la demanda por herramientas de uso sencillo sigue creciendo. No es sorpresa que la paytech, también co-fundada por Kevin Litvin y Nicolás Andriano, que ofrece funcionalidades como servicios de pago, recargas múltiples, compra de giftcards, débitos automáticos, agenda de vencimientos, entre otros, ya esté expandiendo las operaciones de más de 50 entidades, alivianando el día a día de más de 30 millones de usuarios, a la vez que espera llegar a más de 75 millones de usuarios a finales de año.
El reto de integrar América Latina
Para ser un “pusherˮ hay que conocer las necesidades y dolencias de los demás players. Según la investigación del BID y Finnovista, la mayoría de las fintechs se abocan a plataformas de pago y remesas, alcanzando un 21% del total, además de que, entre 2017 y 2023, el ecosistema registró un crecimiento del 340% las posibilidades de desarrollo para las verticales financieras son grandes, y equipos como el de tapi lo tienen en cuenta desde la génesis de su negocio.
“La experiencia de pago puede ser sencilla, fiácil y accesible, pero para lograrlo se necesitan que las transacciones también lo seanˮ, destaca Mindlin.
“Es por esto que expandir una infiraestructura que se destaque por ser robusta y soportar cómodamente las transacciones es clave aumentar la recurrencia de pagos virtuales y volverlo un hábito simple de adquirir y mantener. Asimismo, cabe destacar que una inclusión fiinanciera sólida requiere soluciones a la altura, que ayuden a reducir costos, eliminar espacios fiísicos y disminuir los tiempos de los procesos administrativoˮ, agrega.
La API (o Interfaz de Programación de Aplicaciones, según sus siglas en inglés) regional fue diseñada para bancos, fintechs y otras plataformas de pago que quieran impulsar la experiencia de sus clientes, y cubre verticales de uso diario como pago de como energía, gas, telefonía, internet, agua, seguros, medicina prepaga, instituciones educativas y más.
También cuenta con recargas de tiempo de aire y compra de giftcards para las principales plataformas de gaming y streaming.
De esta manera, tapi es una de las startups pushers que está impulsando la rueda de pagos e integrando a los grandes nombres del sector financiero dentro de su red, que actualmente registra más de 2 millones de transacciones por mes, y espera procesar más de 10 millones a finales de 2024.
Los startups pushers están pensando en el futuro: el uso de las tecnologías financieras en LATAM es tan fuerte que se espera superar los 380 millones de usuarios para el 2025, según las proyecciones de Statista. Con un marco regulatorio que beneficia la innovación en el sector y talentos que buscan romper barreras y crear puentes, no hay límites para el dinamismo del ecosistema en los próximos años.