La semana pasada, la secretaria del Departamento del Tesoro (DoT) de los Estados Unidos, Janet Yellen, en medio de una entrevista, reconoció que las criptomonedas tienen beneficios y que la innovación en los sistemas de pago puede ser “algo saludable” para el sistema financiero.
Debido a esos comentarios, el optimismo del mercado de criptoactivos creció de forma importante, logrando dejar casi 30% de ganancias al cierre de la semana pasada. Esto a pesar de la reserva que aún parece mostrar la secretaria Yellen sobre el particular.
«I have a little bit of skepticism,» says @SecYellen on #crypto. «On the other hand there are benefits from crypto and we recognize innovation in the payment systems can be a healthy thing,» pic.twitter.com/7N1SYxICwq
— Squawk Box (@SquawkCNBC) March 25, 2022
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, realizó esta asombrosa declaración, mostrando su notable cambio de postura, al periodista Andrew Ross Sorkin, durante una entrevista en el programa Squawk Box, orientado a los mercados y negocios, en la cadena de noticias CNBC.
Además Yellen, durante la entrevista en Squawk Box con Sorkin, señaló que el papel más importante que están desempeñando las criptomonedas está en el sector de la inversión, el cual se ha visto favorecido por el crecimiento sostenido, experimentado en los últimos años.
Lo realmente interesante, es que hasta hace poco, la secretaria de la cartera del Tesoro de Estados Unidos, había mantenido una posición objetivamente dura y muy crítica, hacia bitcoin y las criptomonedas en general.

No obstante, aunque la secretaria Yellen, indicó que aún sigue siendo un tanto escéptica, reconoció que “existen beneficios en las criptomonedas” y que “la innovación en los sistemas de pago puede ser algo saludable”.
En opinión de muchos analistas, esto es claramente una señal del cambio de perspectiva, por parte de los halcones más conservadores del sistema financiero estadounidense, sobre la industria criptográfica, la cual se está dando, justo en la administración del presidente Joe Biden.
Este cambio de postura, comenzó a ser visible a principios de marzo, cuando en un comunicado de prensa del DoT, con fecha 9 de marzo, que fue difundido un día antes (no se sabe si por error o a propósito), la secretaria Yellen, elogiaba la orden ejecutiva la de Casa Blanca sobre la regularización de las criptomonedas en EEUU.
La orden ejecutiva firmada por el presidente Biden, está dirigida a las agencias encargadas de las finanzas, para que estas supervisen y tracen lineamientos sobre las criptomonedas y el mercado de activos digitales, pero también ordena evaluar la posible creación de una CBDC propia
En el comunicado del DoT que estaba firmado por la secretaria Yellen, aseguraba que el texto de la orden ejecutiva, tenía el equilibrio adecuado entre el fomento de la innovación y el tratamiento de los riesgos potenciales de la adopción de las criptomonedas en ese país.
El comunicado del DoT suscrito por la secretaria Yellen, generó una percepción positiva sobre la apertura del gobierno, en inversores de los criptoactivos y en la industria detrás del mismo en Estados Unidos.
De hecho, en la entrevista realizada por la cadena CNBC, la secretaria del Tesoro, dijo que la orden ejecutiva centrada en las criptomonedas emitida por la Casa Blanca, básicamente ayudará a crear un marco regulatorio eficiente para establecer las bases sobre la que se construirá y supervisará la industria criptográfica de manera saludable en los EEUU.
Al respecto la secretaria Yellen, insistió en señalar que esta orden está enfocada en apoyar la innovación responsable dentro de la industria criptográfica, priorizando la estabilidad financiera, la seguridad de los inversores y la lucha contra las actividades ilícitas.
En opinión de la actual secretaria del Tesoro, estos aspectos de la orden ejecutiva, podrían indudablemente generar beneficios sustanciales para la nación, los consumidores y las empresas, por lo que mostró que está de acuerdo con los términos de la misma.
Y es que vale recordar, cómo hace poco más de un año atrás, la secretaria del Tesoro, señaló que aunque el bitcoin podrá ser un activo de inversión, no llegará a ser un medio de pago porque es muy ineficiente.
En una declaración de febrero de 2021, Yellen aseguró que el bitcoin seguía sin establecerse como método de pago general, porque es “una manera extremadamente ineficiente de llevar a cabo las transacciones”. Criticando así, el alto consumo energético detrás de la red de esta criptomoneda.

De allí la relevancia que tiene para muchos, este cambio de actitud de la principal responsable de la administración de los fondos públicos de Estados Unidos, así como también de la dirección de las finanzas federales y la supervisión de la banca e instituciones de ahorro.
Tras estas declaraciones, la industria blockchain y cripto de Estados Unidos, mostró su complacencia por este cambio, y desde ya, varios actores han mostrado su positivismo acerca de una floreciente etapa en ese país para este sector.
Este cambio de postura de la secretaria Yellen, llega en un momento importante donde las consecuencias económicas de la guerra entre Rusia y Ucrania, generarán cambios radicales de todo tipo a nivel mundial.
De acuerdo a lo sentenciado por el CEO de BlackRock, Larry Fink, “la invasión rusa a Ucrania ha puesto fin a la globalización que hemos vivido durante las últimas tres décadas”. Fink, en su carta anual a los accionistas, parece advertir que lo peor está por venir.
En virtud de ello, las criptomonedas tomarán un papel más relevante como medios alternativos de pago, según Fink. De hecho, es posible que los gobiernos comiencen a reevaluar sus dependencias monetarias y a pensar en el potencial de las criptomonedas como herramientas de liquidación de pagos transfronterizos.
Por lo tanto es posible que en los próximos años, las criptomonedas sean cada vez más utilizadas para realizar pagos y transacciones internacionales entre países, al margen de las CBDC de cada estado en particular.
Algunos analistas estiman que plataformas blockchain como XRP, especialmente diseñadas para este propósito, probablemente comiencen a tener una mayor relevancia en los próximos cinco o diez años, como método de pago transfronterizos entre países.