Desde hace semanas, todos hemos sido testigos cómo el temido «crypto market bloodbath» que se traduce cómo “baño de sangre de los mercados de criptomonedas”, ha destruido las esperanzas de que los precios de bitcoin y otras criptomonedas vuelvan a remontar pronto.
Tan sólo este fin de semana, tanto Bitcoin (BTC) como ethereum (ETH) perdieron alrededor del 10% de su valor, cuando el sábado la caída del BTC se profundizó al cotizar por debajo de los 20.000 dólares, hasta llegar a los 18.067,15 dólares, retrocediendo a niveles inferiores al pico que había alcanzado en 2017.
Por su parte, el ETH, la segunda criptomoneda en importancia y por capitalización de mercado, también cayó estrepitosamente, por debajo de los 1.000 dólares algo que no sucedía desde hace bastante tiempo, llegando a cotizar 943,12 dólares por ETH, de acuerdo al portal CoinMarketCap.
Pero esto es sólo la punta del iceberg, ya que también esta tendencia se observó en el resto de los criptoactivos que marcaron en rojo todas las gráficas. De allí, que a decir de muchos analistas, este criptoinvierno será suficientemente duro y doloroso, al cual sobrevivirán sólo los más aptos.
Las consecuencias del criptoinvierno se muestran en la sobreventa, que ha destruido la capitalización del mercado en poco tiempo. Basta con comparar el Market Cap a finales de 2021, que llegó a estar por encima de los 3,2 billones de dólares, con los apenas 875 mil millones de dólares alcanzados este domingo.
Vale destacar que en este momento, la situación económica a nivel general en todos los países es dura y está golpeando las finanzas de todos por igual. Ahora mismo, la perspectiva general a corto y mediano plazo, tanto los mercados tradicionales como de criptoactivos es claramente bajista.
Este sentimiento, se originó producto de varios eventos a nivel internacional, pero principalmente se debe al aumento de las tasas de interés en todos los países para combatir la creciente inflación que disparó los precios de bienes y servicios, producto de varios factores coyunturales tras la pandemia.
Aunque la más reciente decisión tomada por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) de incrementar en una sola sesión los tipos de interés de referencia en 75 puntos básicos (0,75%), “el mayor aumento desde 1994”, ha sido el evento que mayor impacto ha tenido en esta caída.
Una dura decisión que tuvo que ser tomada para contener el auge de la tasa de inflación en ese país, la más alta de los últimos 41 años y ante una eventual posibilidad de la llegada de una fuerte recesión económica, justo en un año de elecciones parlamentarias de medio término.
Esta decisión de la Fed, que fue replicada parcialmente por otros bancos centrales golpeó al mercado, motivado a que la mayoría de los inversores que aún seguían comprando apalancados, han comenzado percibir el encarecimiento de tomar dinero prestado para adquirir bitcoin a precios de ganga.
Sin embargo, no cabe duda que el mayor golpe al mercado de criptos, fue la caída del ecosistema de Terra y su stablecoin algorítmica (TerraUST) que perdió la paridad con el dólar estadounidense, luego que Luna (LUNA), la criptomoneda que servía de colateral, perdiera el 100% de su valor.
Aunque desde los primeros meses de este año, el bear market se había hecho presente, sin duda la caída de Terra fue la que produjo mayor daño, ya que generó pérdidas que llegaron hasta los 300.000 millones de dólares, según estimaciones conservadoras.
No obstante, las consecuencias de esta decisión de la Fed todavía están por verse en los próximos días, ya que algunos analistas estiman que el precio de bitcoin se seguirá hundiendo. Tal es el caso de Peter Schiff, el economista norteamericano que anticipa que el valor futuro del Bitcoin caerá más.
“Si Bitcoin puede desplomarse un 70% desde los 69.000 dólares hasta menos de 21.000 dólares, puede caer otro 70% hasta los 6.000 dólares. Dado el excesivo apalancamiento de las criptomonedas, imagina las ventas forzadas que tendrían lugar durante una venta de esta magnitud. 3.000 dólares es un objetivo de precio más probable”.
Y es que suceso tras suceso, el FUD y el FOMO del mercado ha aumentado progresivamente, pasando de las “compras masivas” a “ventas masivas” en cuestión de días, lo cual se ha retroalimentado por las recientes acciones de Celsius y Babel Financial, al limitar el retiro de los fondos de sus usuarios.
Y ahora las cosas parece que se pueden poner peor, ya que la Fed tiene la mirada centrada en las stablecoins como Tether (USDT), como se puede observar en uno de los puntos del Informe de Política Monetaria presentado al Congreso la semana pasada, en el que expresaba preocupaciones sobre este tipo de activos digitales.
Chair Powell delivers opening remarks at the Inaugural Conference on the International Roles of the U.S. Dollar: https://t.co/k5kn3tnTznhttps://t.co/EY89kTts11
— Federal Reserve (@federalreserve) June 17, 2022
“Las stablecoins que no están respaldadas por activos seguros y suficientemente líquidos y que no están sujetas a normas reguladoras adecuadas crean riesgos para los inversores y potencialmente para el sistema financiero, incluyendo la susceptibilidad a corridas potencialmente desestabilizadoras”.
A lo que añadió que “estas vulnerabilidades pueden verse exacerbadas por la falta de transparencia respecto al riesgo y la liquidez de los activos que respaldan las stablecoins”. Opinión que se ve reforzada en el más reciente Informe de Estabilidad Financiera presentado mayo por la Fed.
En dicho informe la Junta de gobernadores de ese organismo ve posible “el colapso en el valor de ciertas stablecoins”, basándose en las “tensiones recientes” que existen en un mercado con “fragilidades estructurales”, por lo que hace un llamado a la pronta regulación.
Además dicho informe agrega, que una posible solución al uso de las stablecoins, será el lanzamiento del dólar digital y de las diferentes monedas digitales de bancos centrales o (CBDC) que se encuentran en creación a nivel mundial.
Lo que nadie comenta, es que esta será una regulación cuyas consecuencias para el mercado de criptoactivos, aún no se pueden estimar con total certeza y que en medio de un escenario bajista como el actual, puede representar una nueva caída para el valor de bitcoin y el resto de las criptomonedas.
Hasta ahora los analistas estiman que todo pudiera mejorar hacia el final del cuarto trimestre (Q4) de 2022, pero es mejor no hacerse grandes expectativas. La mayoría recomienda sólo esperar que finalice el criptoinvierno, hacia 2024 cuando llegue nuevamente el halving.