Este miércoles, la Oficina de Estadísticas del Empleo de Estados Unidos (BLS), reveló el reporte de inflación interanual durante el mes de julio, el cual marcó un descenso al situarse en 8,5% motivado en gran parte por la caída de los precios del gas y la energía.
En primer lugar, el índice de la gasolina cayó un 7,7% en julio, y el de la energía un 4,6%, mientras que al mismo tiempo, las tarifas aéreas bajaron por segundo mes consecutivo, junto a los precios de los coches usados, que también cayeron levemente.
En contraste, Junio fue un mes particularmente difícil ya que el costo de la gasolina en los surtidores, superó los 5 dólares por galón impactando negativamente a la economía de EEUU, por el encarecimiento del transporte de productos.
Estos precios se habían visto alimentados desde febrero, por la zozobra de los mercados energéticos mundiales tras la invasión rusa del territorio ucraniano. Sin embargo, durante el mes de julio, los precios de la gasolina, el gasóleo y otros servicios públicos disminuyeron de forma sostenida.
Esta disminución de los precios, trajo un merecido alivio a los golpeados bolsillos de los consumidores estadounidenses, que ahora llevan 58 días continuos de disminución de los precios de la gasolina.
En lo que respecta al rubro de los alimentos, estos siguieron subiendo de precios durante el mes de julio, según el reporte del BLS, registrando un alza del 1,1%. De allí que, la inflación subyacente se haya situado con una tasa interanual del 5,9%, con una subida mensual del 0,3.
Se debe recordar que este marcador de la inflación subyacente es importante, porque mide la subida de los precios de consumo, quitando los de los alimentos y la energía que son “los más volátiles”. Este dato normalmente refleja la situación estructural de la economía de un país.
Aunque se esperaba un descenso en el dato de la inflación, que alcanzó el 9,1% durante el mes de junio, apenas se estimaba de forma optimista una caída hasta máximo el 8,7%, por lo que estos datos sorprendieron favorablemente a los inversores.
El reporte del BLS, también indica que el índice de precios al consumidor IPC global del mes de julio quedó en cero, ya que se balanceó junto con los costos de los alimentos, los combustibles y el resto de los productos, en un escenario donde las perspectivas eran aún más negativas.

Ahora, tras este anuncio, los analistas esperan que los precios sigan descendiendo y que finalmente la Reserva Federal (Fed), no vea necesario subir los tipos en 75 puntos básicos para encarecer aún más el coste del dinero, en la próxima reunión de septiembre, llevando más cerca la economía a una recesión.
Es posible que tras estos datos, la Fed considere sólo subir apenas 50 puntos básicos o menos (si es que lo cree necesario), evitando así seguir encareciendo el dinero de cara a la temporada de aumento del consumo en el último trimestre del año o (Q4).
Como se recordará, la Fed ha estado combatiendo la inflación que comenzó a crecer vertiginosamente en 2022, la cual en junio había alcanzado su cota más alta en cuarenta años. Para ello, elevó las tasas de interés y eliminó sus medidas de estímulo masivas creadas durante el inicio de la pandemia.
Estas medidas impactaron negativamente los mercados, aunque golpearon con más fuerza los mercados de bitcoin, criptomonedas y acciones. A pesar de ello, la disminución de la tasa de inflación, da un pequeño respiro a la economía estadounidense.
Por su puesto, esta noticia fue bien recibida por bitcoin (BTC) y las criptomonedas en general, así como también en los mercados bursátiles tradicionales. Durante la jornada de ayer, tras revelarse los datos, el BTC superó el nivel de los 24.000 dólares, donde aún se mantiene.
Minutos después del anuncio, el precio del BTC escaló desde los 23.096 dólares a los 24.002 dólares, gracias a la mejora que experimentó el sentimiento del mercado, el cual también hizo repuntar los mercados bursátiles de Wall Street.
En Nueva York, las bolsas abrieron con una alza del 1,4% tras los reportes de inflación de julio mostrando un sentimiento positivo por la economía de EEUU. El S&P subió al 1,53% durante la apertura, el Dow Jones 1,31% y Nasdaq en 1,90%.
Del mismo modo, las acciones europeas recibieron con alivio los datos de la inflación en EEUU del BLS, mostrando un brusco cambio de tendencia respecto del inicio de la sesión, registrando subidas en una jornada que parecía más sombría de lo usual.
Este cambio de tendencia influyó al alza en los valores tecnológicos que al cierre registraron una subida del 2,4%. Esta alza también fue replicada por los valores de las mineras, las cadenas minoristas, así como también las acciones de los viajes y el ocio.

De hecho, el índice paneuropeo STOXX Europe 600 al cierre subió un 0,9%, en lo que ha sido su mejor sesión en casi dos semanas. Aunque, todavía los analistas siguen siendo precavidos con los datos, pues advirtieron que Europa le falta mucho para mejorar sus perspectivas.
Desde la preocupación por los datos económicos europeos, el aumento de la tensión geopolítica en la región de los Balcanes y el temor a que la subida de las tasas de interés en EEUU, que pueda llevar su economía a una recesión, han sido los factores clave para mantener hundido el STOXX Europe 600 durante los días pasados.
A esto se suma, los efectos del cambio climático en la región europea, que han traído olas de calor sin precedentes y escasas precipitaciones durante este verano, causando estragos en el consumo energético, por lo que los analistas siguen estimando un escenario de cuidado en Europa.