Artículo cortesía de Sergio Luis Náñez Alonso, Javier Jorge Vázquez, Beatriz Mª Sastre Hernández, Pablo Arroyo Rodríguez. Grupo de Investigación DEKIS. Universidad Católica de Ávila.
La adopción de las criptomonedas se distribuye de manera desigual entre hombres y mujeres, con un mayor grado de penetración entre los hombres que entre las mujeres. Estudios como el de (Faverio and Massarat, 2022, Perrin, 2021), hablan de que la probabilidad de haber usado una criptomoneda por parte de un hombre es del 22% frente al 10% por parte de las mujeres.
En el estudio de (Bohr and Bashir, 2014), para una muestra de 1193 individuos, se destapo el interés por la criptomonedas en el 65% de los hombres frente al 53% de las mujeres, y el caso de (Gemini Trust Company, 2022), donde del total de una muestra de 30.000 inversores el 74% son hombres frente al 26% de mujeres.
Los estudios que sitúan la adopción de criptomonedas en España con un mayor grado de penetración son los de Statista con un 16% y el de Finder con un 12%. En el caso de España, en el informe de ING se señala una adopción del 10%.
Tomando la información aportada por Google Trends España se sitúa en la parte media alta, (puesto 33 de 69 regiones o países). Y, sin embargo, los estudios de Bitpanda (7%), CNMV (6,8%) y Funcas (5%) muestran una menor adopción y penetración de este tipo de activos entre el público.
En lo que sí coinciden varios de los estudios es en señalar un perfil claro de usuario: persona joven, normalmente menor de 35 años y… hombre. Existe pues una brecha de género en cuanto a la aceptación y al uso de las llamadas finanzas descentralizadas (DeFi), donde las mujeres presentan tasas de adopción y uso mucho más bajas que los hombres.
En nuestro estudio publicado en Journal of Open Innovation: Technology, Market, and Complexity titulado “Gender gap in the ownership and use of cryptocurrencies: Empirical evidence from Spain” nos hemos centrado en analizar el motivo por el cual se produce esta situación: brecha de género en la posesión y uso de criptomonedas.
Se ha ejecutado un cuestionario estructurado y definido con trece preguntas. Ello nos ha permitido generar una muestra de 326 personas residentes en España, de las cuales 168 son mujeres.
Replicamos el modelo Theory of planned behavior (TPB) y nos centramos en las respuestas, motivos y resultados obtenidos en general (hombres y mujeres) y en los resultados obtenidos por parte de las mujeres únicamente podemos detectar por qué motivo se produce la brecha de género en la adopción y uso de las criptomonedas.
Hemos ejecutado el estadístico Z de Kolmogorov-Smirnov que busca comparar los valores de la muestra agrupados por sexo si siguen una distribución normal de probabilidad. La prueba paramétrica que hemos usado es la T de Student con la Prueba de Levene de igualdad de varianzas mientras que para las variables no paramétricas se utilizará la prueba no paramétrica de U de Mann-Whitney.
Con ello, respondemos a la pregunta ¿por qué existe una brecha de género en la adopción y tenencia de criptomonedas? Así, encontramos diversos factores:
En primer lugar, la falta de experiencia de inversión en activos tradicionales supone una barrera inicial de entrada de las mujeres en el uso y la tenencia de criptomonedas.
En segundo lugar, el desconocimiento general por parte de las mujeres sobre las criptomonedas, pero no solo de ellas sino también de conceptos como blockchain, cómo realizar transacciones o que es un Exchange y cómo funciona. Todo ello supone una segunda gran barrera para las mujeres en el uso y la tenencia de criptomonedas.
En tercer lugar, las mujeres indican de forma masiva que las criptomonedas no les inspiran nada de seguridad. Por tanto, esa falta de conocimiento sobre las criptomonedas y de seguridad, da como resultados en la pregunta sobre si compraría algún tipo de criptomoneda, que las mujeres indique de forma mayoritaria que “jamás lo compraría”.
La aversión al riesgo para el caso de las mujeres es superior a la de los hombres lo que hace que inviertan menos en criptomoneda o asuman su uso. Esta aversión al riesgo se presenta pues como la cuarta barrera.
Las mujeres encuestadas muestran aversión al riesgo, obtenemos como resultado una asunción de riesgos medio-bajo (2) sobre una escala de 5 puntos. Son más cautas que los hombres a la hora de realizar sus inversiones y ven las criptomonedas como algo arriesgado.
A su vez las mujeres (al contrario de los hombres) no se ven motivadas a invertir o usar criptomonedas por la falta de confianza en el dinero tradicional. También los resultados muestran que en el colectivo femenino la presión ejercida por las redes sociales e influencer tiene menos efecto que en los hombres a la hora de invertir. Similar resultado se obtiene con el motivo miedo a no realizar lo mismo que el de al lado o la especulación, este último motivo, en línea con lo argumentado relativo a la aversión al riesgo.
En nuestro estudio, no hemos encontrado en las mujeres algunas barreras señaladas en estudios previos. No hemos encontrado la «falta de competencias tecnológicas” como barrera. Si bien es posible que, al estar la muestra centrada en España, un país desarrollado, no se dé el efecto barrera por falta de competencias digitales que si puede estar presente en países en vías en desarrollo.
Tampoco se ha encontrado evidencia de que las mujeres inviertan menos en criptomonedas por el nivel de renta, como sí defendían otros estudios previos. A su vez, tampoco se ha encontrado evidencia de que las mujeres realicen la inversión en criptomonedas por su deseo de ser aceptados en el grupo social, como sí se aprecia en otros estudios sobre hombres.