Desde que hace un par de semanas atrás, Elon Musk, el CEO y fundador de Tesla Inc., a través de un tweet anunció que se podían adquirir vehículos de esa marca con Bitcoin, lo que sacudió el mercado aumentando en 5% en su valorización y también generando un Hype en torno a esto.
Pay by Bitcoin capability available outside US later this year
— Elon Musk (@elonmusk) March 24, 2021
Si bien es cierto que algunos celebraron esta decisión por haber sido innovadora, otros se han dedicado a exponer el por qué después de todo, no es una buena idea, ya que en Estados Unidos, hay ciertas consideraciones fiscales que deben tomarse en cuenta.
Para nadie es un secreto que el IRS, como toda agencia de hacienda estatal, mantiene una gran vigilancia sobre las actividades económicas de los ciudadanos estadounidenses y esto incluye a las Bitcoin y las criptomonedas.
Las autoridades fiscales de Estados Unidos (al igual que las de otros países), consideran que gastar Bitcoin, o incluso convertirlos de nuevo a una moneda fiat, en este caso dólares estadounidenses, equivale a ganancias por inversión y, por tanto, este cambio está sujeto al impuesto de rendimientos del capital.
Por lo que, de adquirir un Tesla con Bitcoin puede terminar siendo más costoso desde el punto de vista tributario, que hacerlo mediante dinero fiduciario de curso legal. Ya que IRS, podría determinar cuándo el comprador invirtió en esas criptomonedas, para calcular el impuesto a cobrar.
En este sentido, convertir Bitcoins a dólares estadounidense para comprar un vehículo eléctrico Tesla, equivaldría a que si se vendieran acciones o bonos para obtener ganancias, lo que supondría que la operación sería gravada con impuestos de rendimientos del capital.
Por ello, la cantidad de impuestos que una persona tendrá que pagar por una transacción que involucre al Bitcoin dependerá del tiempo de tenencia que haya guardado esos BTC y cuánto se ha revalorizado desde que la compró.
En consecuencia, cualquier inversor que haya adquirido Bitcoin desde hace tiempo atrás, al comprar un Tesla, puede que la tributación de esa operación resulte más costosa, en virtud de la revalorización de este criptoactivo en el mercado desde hace un año.
Aquellos, que compraron Bitcoin hace un año atrás, cuando todavía estaba valorado en aproximadamente $6.500 dólares, pagarían solo en impuestos casi tanto como invirtieron inicialmente en la compra de Bitcoin, sólo adquiriendo uno de los modelos más económicos de Tesla.
A esta operación, se cargan los impuestos adicionales dependiendo donde se compre el vehículo, porque quizás no es igual el mismo impuesto en NY o California, que lo que se pagaría en Texas o Florida por la misma compra.
No obstante, para aquellos inversores, que hayan adquirido Bitcoin, hace semanas atrás cuando Bitcoin llegó a $61.000 dólares y al día de hoy, compren un vehículo Tesla, podrían solicitar al IRS una exención fiscal por esa compra.
Eso se debe a que realmente, a que el comprador podría reportar una pérdida y recibir una deducción de impuestos para el año siguiente. Ya que como es de suponer, el valor de un vehículo Tesla, siempre está en dólares, y Bitcoin funciona más como un tipo de pago alternativo que como una moneda, algo que está aclarado en los términos y condiciones de la venta.
Además, el IRS posee una guía en su portal en línea, el cual explica que “la venta u otro intercambio de monedas virtuales, o el uso de monedas virtuales para pagar bienes o servicios, o la tenencia de monedas virtuales como inversión, generalmente tiene consecuencias fiscales que podrían resultar en obligaciones tributarias”.
Cualquier modelo económico de un vehículo Tesla en Estados Unidos, tiene un valor cercano a los $40.000 dólares para el Model 3, mientras que un Model S está por encima de los $81.000 dólares. Por otro lado, hay quienes han criticado a la empresa, porque ello supondría un peligro para las cuentas de Tesla.
Dado que el Bitcoin es un criptoactivo que posee cierta volatilidad, cualquier transacción que pueda ser objeto de una devolución, posiblemente, acarre pérdidas para el comprador en un escenario en el que su valor se haya reducido significativamente.
Además, si en la declaración de impuestos de 2020 no se informa al IRS, la tenencia de Bitcoin u otras criptomonedas así ya estas fueron vendidas generando algún ingreso en esta operación, puede llevar a la agencia tributaria a perseguirlo.
De hecho, Kathryn Hauer, planificadora financiera certificada de Wilson David Investment Advisors en Aiken, Carolina del Sur, dijo a CNBC News: “Podría ser un verdadero lío fiscal para las personas que intentan ocultar las ganancias en criptoactivos del IRS”.
Y es que aunque no se crea, ante el vertiginoso aumento de estos activos criptográficos, el IRS colocó estos activos en mayor orden de importancia en la declaración de impuestos del año 2020, ya que a la agencia, no le importa cómo llegó a tener criptoactivos, pero sí que se lo informe.
Esto forma parte de una política que ha ido incrementándose, ya que en 2019, el IRS envió cartas a más de 10,000 contribuyentes con transacciones criptográficas que pueden no haber reportado los ingresos y pagar los impuestos adeudados.
Ahora en este 2021, en lo alto de la primera página de su declaración de impuestos, se pregunta: “¿En algún momento durante 2020, recibió, vendió, envió, intercambió o adquirió algún interés financiero en alguna moneda virtual?”, lo cual explica la importancia que el IRS de confiere a este tipo de activos.
Como se puede observar, adquirir un vehículo Tesla con Bitcoin, puede resultar una novedad y también es algo que muchos esperaban porque esto es al final lo que cualquier entusiasta de las criptomonedas desea para Bitcoin, pero, quizás no sea la mejor opción.