El pasado viernes, en un comunicado de prensa, la empresa matriz de la red social Truth Social, Trump Media & Technology Group Corp. (TMTG), que cotiza en las bolsas de valores NASDAQ y NYSE Texas bajo el símbolo bursátil ‘DJT’, dio a conocer los resultados del tercer trimestre (Q3) de 2025, desatando un debate en Wall Street.
El comunicado dibuja un panorama de contrastes radicales: por un lado, una inmensa reserva de activos financieros que la posiciona como un gigante en caja; por otro, una pérdida neta que se dispara por la volatilidad de sus audaces movimientos en el mercado de criptomonedas.
La noticia más llamativa del comunicado, fue la pérdida neta de 54,8 millones de dólares para el cierre del Q3. Sin embargo, el informe desvela que esta cifra alarmante es, en gran parte, un mero apunte contable.
Casi la totalidad de las pérdidas, 54,1 millones de dólares, provienen de pérdidas no monetarias (non-cash losses) generadas por los ajustes en el “valor razonable” de sus tenencias de activos digitales, en especial, el token Cronos (CRO).
A pesar de esto, se observa que el verdadero músculo de TMTG se encuentra en su balance, porque la compañía reportó una impresionante cifra de 3.100 millones de dólares en activos financieros totales al cierre del trimestre, un “tesoro” que incluye efectivo, inversiones a corto plazo y, de manera crucial, su portafolio de activos digitales.
Esta cifra es más de diez veces superior a la que manejaba la empresa al momento de su debut en bolsa a principios de 2024. Este capital, que los ejecutivos de la compañía insisten en que les otorga una posición única para buscar fusiones y adquisiciones estratégicas de “activos joya”, ha sido cimentado gracias a una agresiva estrategia de tesorería centrada en blockchain.
Pero el Corazón de la Controversia, se centra en CRO y Bitcoin (BTC), ya que se confirma que la estrategia cripto de Trump Media es el principal motor de la volatilidad que registró esa empresa pública durante el Q3 de 2025.
Como se recordará, TMTG se asoció con Crypto.com y luego amplió su asociación, invirtiendo una suma significativa para adquirir aproximadamente 684,4 millones de tokens CRO, a través de la filial Trump Media Group CRO Strategy, Inc., que ahora forman una parte importante de su balance.
Esto le permitió a TMTG autoproclamarse como la primera gran empresa pública con un tesoro corporativo fuertemente centrado en un activo digital como CRO, el cual es el token nativo de la blockchain Cronos, desarrollado por Crypto.com para impulsar aplicaciones descentralizadas rápidas e interoperables en proyectos DeFi, NFT y del metaverso.
Esta blockchain fue diseñada para un alto rendimiento, gracias a que utiliza un mecanismo de consenso de prueba de autoridad (PoA), lo que lo distingue de redes como Ethereum (ETH) y Bitcoin.
La caída en el valor de este token en el Q3 provocó la pérdida contable de 54,1 millones de dólares, lo que subraya el alto riesgo inherente a su modelo de gestión de tesorería un hecho que contrasta con sobre el informe anual de divulgación financiera que mostró que el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, obtuvo ingresos totales en criptomonedas por unos 57.35 millones de dólares, durante 2024.
En todo caso, para los analistas tradicionales en Wall Street que revisan los cierres trimestrales de las empresas que están listadas en bolsa, esta dependencia de la cotización de un activo digital especulativo es una bandera roja.
No obstante, la compañía también destacó los ingresos generados por otra parte de su estrategia cripto, al reportar 15,3 millones de dólares en ingresos realizados a través de primas de opciones asociadas a valores relacionados con Bitcoin, lo que demuestra que su inmersión en el sector está produciendo flujos de ingresos tangibles, aunque arriesgados.
Dejando a un lado el vaivén cripto, el informe también arrojó una nota positiva sobre la salud operativa de la plataforma, que por segundo trimestre consecutivo, Trump Media reportó un flujo de caja operativo positivo, alcanzando 10,1 millones de dólares en el Q3.
Este indicador es vital porque aísla el rendimiento del negocio principal (Truth Social y su plataforma de streaming Truth+) de las fluctuaciones de las inversiones, ya que un flujo de caja positivo sugiere que, por primera vez, las operaciones diarias de la compañía están generando más efectivo del que consumen, un hito que muchos críticos esperaban que tardara más en llegar.
Además, el comunicado anunció expansiones estratégicas, incluyendo el lanzamiento de ‘Truth Predict‘, una funcionalidad que integra mercados de predicción en la plataforma, buscando monetizar la participación social de sus usuarios en un mercado en auge.
La reacción del mercado tras el anuncio ha sido, como es habitual en TMTG, polarizada. Por un lado, los defensores de la empresa señalan el inmenso “cash on hand” de 3.100 millones de dólares y el flujo de caja operativo positivo como pruebas de la solidez subyacente y la capacidad de la dirección para generar ingresos incluso fuera de sus plataformas tradicionales.
“El balance es una muralla”, comentó un inversor minorista en un foro de inversión, reflejando el sentimiento de quienes ven en el capital una enorme flexibilidad estratégica. En contraste, los escépticos y analistas de valor continúan expresando su preocupación por la sostenibilidad del modelo de negocio y la enorme diferencia entre la capitalización de mercado de TMTG y sus ingresos tradicionales.
Para este grupo de críticos, la pérdida neta de 54,8 millones de dólares, aunque no monetaria, amplía la brecha con las expectativas de rentabilidad, ya que, para estos observadores, la fuerte dependencia de los volátiles activos digitales convierte a TMTG más en un fondo de inversión especulativo que en una empresa tecnológica de medios.
De allí que, el tercer trimestre de 2025 de TMTG será recordado como el periodo en que la empresa demostró tener un “cash flow operativo” en crecimiento, mientras que su apuesta multimillonaria en criptomonedas dominaba su hoja de resultados con “pérdidas contables”, marcando una nueva era de fusiones entre la política, las redes sociales y el volátil mundo financiero descentralizado.