Actualmente vivimos una nueva realidad tras la llegada de la Pandemia de COVID-19 al mundo. Este acontecimiento nos ha cambiado la vida y las costumbres de todos por igual. Y las economías de todos los países durante el 2020, se resintieron hundiéndose la gran mayoría en números rojos.
Ahora sabemos que la gran recesión a nivel global y sus cambios, han llegado a nuestras vidas para permanecer un buen tiempo. Pero, de cierto modo también ha tenido un aspecto positivo, pues ha cambiado incluso nuestra relación con el dinero y las finanzas personales.
Muchas personas producto de los largos confinamientos y restricciones de viaje, dejaron a un lado vacaciones y viajes para comenzar a usar su dinero de forma más inteligente y local. Muestra de ello, se observa en cómo se ha disparado la tasa de ahorro y la de inversión a nivel global.
Basta con sólo observar cómo se estuvieron comportando las bolsas de valores o cómo ha crecido de forma exponencial el Market Cap de las criptomonedas como Bitcoin, Ethereum o Litecoin entre otras, para entender que gran parte del dinero de las personas se ha ido a este tipo de mercados financieros.
Sin embargo, también se han disparado las ventas de inmuebles, obras de arte, súper autos de deportivos, relojes y joyas, así como casi cualquier bien del que se pueda sacar un beneficio económico al revenderlo más adelante.
Cuando todos pensaban que las ventas de diciembre, marcarían la diferencia para los comercios, la realidad es a pesar de época navideña, el volumen de gasto se mantuvo por debajo de lo esperado tanto en Estados Unidos como a nivel global ya que las personas prefirieron ahorrar.
Si bien es cierto, muchos perdieron su empleo y su estabilidad laboral, también es cierto que una gran parte vio cómo aumentaron sus ingresos porque apostaron a negocios fructíferos durante esta Pandemia como sector de las ventas Online o las inversiones en línea.
No obstante, la incertidumbre generalizada causada por la crisis global, ha hecho que el ahorro y la inversión se sitúen como las prioridades básicas de las familias, para sobrellevar una nueva normalidad que pareciera que tomará más tiempo del que se había estimado.
Las familias que usualmente tenían el hábito del ahorro desde hace tiempo, han podido abordar la crisis de forma más cómoda, ya que controlan sus actividades financieras, permitiéndoles estar preparados para imprevistos mayores.
Ahora mismo, lo ideal es que las personas pongan en poner orden en su economía y comiencen a planear sus finanzas personales de manera que a lo largo de este año tengan mejores oportunidades para enfrentar la crisis
Las dos actividades financieras principales que puede realizar cualquier persona en esta época coyuntural, es el Ahorro y la Inversión. En términos simples, ahorrar es guardar dinero del presente para gastar en el futuro, mientras que invertir es cuando se gasta dinero o se entrega un bien a cambio de algo, que genere una rentabilidad periódicamente.
La diferencia entre ahorrar o invertir es la rentabilidad que la inversión genera. Por un lado el ahorro es un método que sirve para estar preparado para emergencias, solventar gastos inesperados o cumplir metas para sueños personales.
Por el otro, la inversión también permite todo lo anterior; aunque con la diferencia que cuando invertimos dinero, estamos esperando algo a cambio que se reciba de forma periódica sin perder la base del capital de inversión.
Por ello, la inversión siempre superará al ahorro desde el punto de vista rentable. Y es que jamás se podrá comparar las tasas pasivas que pagan los bancos por el ahorro, con la rentabilidad que generan las inversiones en general.
Hay que tener en cuenta que bajo el contexto actual, marcado por las políticas monetarias expansivas de los bancos centrales para frenar la crisis, los tipos de interés de algunos productos bancarios son muy reducidos o, incluso iguales a cero.
Un escenario como este de inyección inorgánica de fondos en las economías creará inflación que prácticamente liquidará las ganancias de este tipo de ahorro que se coloque en la banca o incluso debajo de un colchón dentro de nuestros hogares.
Obviamente que tener una noción sobre el acontecer económico global, ayudará a comprender más los fenómenos que pueden impactar directamente en nuestros ahorros e inversiones y esto sólo se puede lograr viendo todo el panorama completo.
Tanto si pensamos invertir en la bolsa, en el Forex, el mercado de criptomonedas, en un pequeño negocio, un proyecto u otro, es conveniente conocer el entorno para tomar decisiones bien informadas.
Sin embargo, en ningún momento se debe desestimar el ahorro por este hecho. En los momentos de incertidumbre económica que vivimos, es importante incrementar la capacidad de ahorro en caso tal que no contemos con un plan financiero.
Por lo tanto, toda persona debe tener en cuenta el ahorro en primer lugar para hacer frente a una eventual reducción de ingresos o una posible pérdida de empleo, poniéndose cómo meta tener cubiertos los gastos mensuales durante al menos 4 meses a futuro.
Luego de ello, lo más importante es invertir parte de ese excedente en los ahorros que pudiéramos conservar en alguna actividad o negocio que permita rentabilizarlos en un plazo relativamente medio de unos 6 meses como máximo.
Al invertir una parte excedente del ahorro evitamos que la inflación nos haga perder poder adquisitivo en el futuro y nos aseguramos que podamos conseguir un retorno que se convierta en ingreso extra.
En Territorio Bitcoin, siempre aclararemos que cualquier inversión implica un riesgo y no se debe invertir más dinero del que se esté dispuesto a perder. Por ello, hemos decidido apoyarte en el inicio de este 2021 a ordenar tus perspectivas económicas para este año.
Comenzar a organizar nuestras finanzas, no es tan difícil por mucho que lo parezca, incluso si contamos con un salario reducido. Lo primordial es elaborar un plan financiero y apegarse estrictamente al mismo, sin distraer recursos a otros fines que no estén descritos en dicho plan.