Vivimos en tiempos difíciles, pues la crisis sanitaria generada por los efectos de la Pandemia, ha desatado temores sobre la llegada de la tan anunciada recesión global.
Desde hace algunos años atrás muchos analistas, inversores, economistas, organismos y hasta matemáticos han predicho una época de caos financiero más allá de lo imaginado hasta ahora.
Entre los organismos que han manifestado su preocupación por ello, está el International Monetary Fund (IMF) conocido en español como Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual luego de analizar el impacto del Coronavirus en la economía mundial, concluyó que la aparición de este cisne negro puede derivar en una época de fuerte recesión global, previendo una caída el PIB en todas las economías alrededor del mundo, creando posiblemente una recesión nunca vista desde la Gran Depresión en 1930, también conocida como Crisis del 29.
El impacto económico global, quizás represente una verdadera oportunidad para que Bitcoin y el criptomercado se afiancen como valores refugio para los capitales que están ahora mismo fuera de los mercados tradicionales por el elevado riesgo que implica la inversión en activos dentro de los mismos.
Observando el panorama económico
En primer lugar hay que señalar, que ante estos escenarios catastróficos, los bancos centrales en muchos países desde ya, están adoptando medidas de contención para atender la profunda crisis a nivel macroeconómico que se viene, no sólo en sus propios países sino en el resto del mundo.
Claro está, los mercados no son ajenos a ello, por lo que sin duda muchos valores caerán y otros subirán como por ejemplo, los Commodities (Materias Primas), entre los cuales tenemos el oro y otros metales preciosos que históricamente siempre han sido empleados para resguardar valor y que pueden en cualquier momento tener un rally que dispare sus precios por una mayor demanda.
Según los datos publicados por el World Gold Council (Consejo Mundial del Oro en español), máxima autoridad mundial en lo que a este metal se refiere, en uno de sus informes señala que el precio de este Commodity tuvo su mejor desempeño durante el año pasado, comparado con sus niveles históricos desde 2010, ya que aumentó un 18,4% en términos nominales.
Igualmente ese mismo informe señala que el oro (XAU) superó los principales puntos de referencia de bonos globales y acciones de mercados emergentes en el mismo período y adicionalmente, sus precios alcanzaron niveles récord en la mayoría de las monedas principales, exceptuando a los pares dólar estadounidense (USD) y el franco suizo (CHF).
Sin embargo, dada la coyuntura global, es más que seguro que este año sea un gran año para el oro de nuevo, dado que los inversores siempre van a buscar proteger sus capitales en un Commodity seguro.
Algo que se ha comenzado a observar en los movimientos llevados a cabo por los bancos centrales de comprar oro durante este Q1 con la finalidad de aumentar sus reservas, aunado a los grandes movimientos de ETF respaldados en oro, por lo que todo parece apuntar que la escalada de los precios es inminente, gracias a los grandes flujos de capital invertidos en este mercado de refugio.
Mientras tanto en Wall Street el nerviosismo
No cabe duda que en los predios de Wall Street se huele el temor a una recesión importante, porque la confianza de los inversores no está muy optimista con el escenario que ha planteado la crisis de la Pandemia del COVID-19, llevando a muchos de ellos a preferir preservar su efectivo en lugar de ponerlo en los mercados para hacer Trading en activos.
Lo ocurrido en el mercado del Crudo la semana pasada, no es más que una muestra del temor que los inversionistas tienen con los contratos de futuro, por lo que pueda ocurrir en un momento determinado con un activo, en el cual dada ciertas circunstancias su valor caiga a cero en una sola jornada.
Aunado a ello, la situación de la economía más grande y poderosa a nivel mundial, es bastante delicada debido a que los rescates planteados por el Congreso de los Estados Unidos y la Casa Blanca, quizás sean insuficientes dejando entrever que levantar la economía de ese país es una acción que tomará varios meses. De hecho, recuperar la cantidad de negocios cerrados por el brote de Coronavirus en ese país, que ha dejado a 26 millones de trabajadores desempleados es una tarea titánica que no se podrá resolver en apenas algunas semanas.
Por ahora todos los grandes bancos de los Estados Unidos, prevén una caída estrepitosa en sus ganancias durante el Q1 de este año y muchos de ellos tienen reservas sobre cómo esto impactará los pagos de créditos hipotecarios y las tarjetas de crédito o de vehículos ya que si la cantidad de personas desempleadas sigue creciendo como se estima, el impacto financiero en la banca de ese país creará un espiral mayor dentro de la crisis.
El Criptomercado a la espera
Lejos de los datos macroeconómicos y las dinámicas propias de los mercados de activos, donde se verá un mayor impacto de la recesión global, es en los bolsillos de las personas que ven día tras día como se cierran empresas, pierden empleos y comienzan a caer en estados de insolvencia por no tener ingresos. Es entonces, en el nivel microeconómico donde realmente las políticas de los bancos centrales buscan crear soluciones apropiadas que resuelvan éstos problemas y atiendan la problemática de fondo.
Por años se ha señalado a Bitcoin (BTC) y el resto de activos digitales como una alternativa real para las personas en tiempos de recesión. De hecho, Bitcoin en 2009 nace luego del crack bancario y financiero conocido como la Crisis de las hipotecas Subprime del 2008, como una alternativa digital a la reserva y la transferencia de valor usando Internet. Sin embargo, aún la adopción de los criptoactivos genera fuerte resistencia en la mayoría de las personas que por ahora todavía ven este tipo de Commodities como un experimento, pero esto puede cambiar en cualquier momento.
Como es sabido, aunque Bitcoin es una moneda consolidada dentro del mercado de activos digitales con Market Cap estimado al día de hoy en $142,318,262,691 ciertas condiciones pueden afectarlo como a cualquier otro activo en cualquier mercado. Esto ocurrió con Bitcoin cuando el pasado 11 de marzo la World Health Organization (WHO) conocida en español como la Organización Mundial de Salud (OMS) decretó de manera oficial que si existía la pandemia global del COVID-19, esto generó repercusiones en todos los mercados a nivel mundial y el mercado de las criptomonedas no fue ajeno a ello porque apenas horas después del anuncio, Bitcoin (BTC) cayó más de 40% por debajo de los $4,500 dólares, al igual que otros criptoactivos que se vieron arrastrados por la caída.
Sin embargo, luego esta caída, Bitcoin ha podido recuperar terreno creciendo semana tras semana para situarse al momento de redactar esta nota en los $$7756.87 dólares. Este repunte va más allá que el halving de la recompensa por bloque, está muy cerca (a tan sólo días de llevarse a cabo), y el nuevo aumento de la dificultad de la minería a un +5%, son factores que siempre han incidido a la baja en las expectativas de precios del Bitcoin entre los inversiones.
En la mayoría de los gráficos de traders Bitcoin luce con proyecciones que rompen en un canal ascendente por encima de los $10,000 dólares, valor que está cerca si se toma en cuenta que Bitcoin ha subido desde los $4470 dólares.
Ahora todos piensan que lo mejor está por suceder, pues Bitcoin ha demostrado ser una alternativa para enfrentar la recesión que se aproxima, dado que las criptomonedas son un activo menos riesgoso y no son susceptibles de ser impactados fácilmente por la emisión de dinero inorgánico por parte de los gobiernos y los bancos centrales, ni tampoco sufren efectos por haber mayores niveles de inflación en las economías globales.