Antes de empezar, recordarte que nada de lo que leas en este artículo es asesoramiento fiscal ni financiero. Hasta que Hacienda no se pronuncie sobre este tema no sabremos con seguridad cual será el criterio a seguir.
Como la tecnología va siempre un paso por delante del regulador no nos queda otra que tratar de aplicar aquellos criterios que por nuestra experiencia nos parecen más adecuados en cada situación.
Por eso, en CLCripto, llevamos desde 2016 tratando la fiscalidad de las criptomonedas haciendo una interpretación razonable de los preceptos tributarios para tratar de adaptarlos a este nuevo sector y crear un entorno seguro para los inversores.
Quizá ya hayas participado en alguno de ellos o incluso hayas configurado el tuyo propio. Pero, para el resto de lectores vamos a empezar explicando en que consiste esto de los VAULTS con un ejemplo sencillo:
Imaginemos que tenemos 1.000 USDC y queremos invertirlos, pero en lugar de gestionarlos nosotros mismos lo que hacemos es invertirlos en un VAULT. A cambio, lo que sucederá es que se nos dará un token, pensemos que por esos 1.000 USDC se nos entregarán 1.000 CLC, token de CLCripto.
Nosotros, a partir de ese momento solo vamos a poseer en nuestra billetera 1.000 CLC. Mientras, con los 1.000 USDC que se han depositado en el VAULT el administrador de este los usará para intercambiarlos por otras criptomonedas, montar pools de liquidez, hacer staking, pedir y conceder préstamos, etc. Todas estas operaciones son independientes de nosotros como persona física, que solo vamos a tener estos 1.000 CLC en cartera.
Una vez finaliza el VAULT, devolveremos estos CLC y, a cambio, se nos entrega todo lo que hay dentro del VAULT.
Ahora que hemos entendido un poco mejor el concepto… ¿COMO LO TRIBUTAMOS?
Desde CLCripto consideramos que existen dos formas de hacerlo:
La primera y más simple sería tributar en función del CLC, el token que se nos ha entregado a cambio. Teniendo en cuenta que el coste de adquisición de estos CLC, siguiendo con el ejemplo anterior, fueron 1.000 USDC y que a la hora de deshacer el VAULT se nos entregan por ejemplo 5.000 USDC, tributaríamos por la diferencia en el momento de la entrega. Es decir, tributaríamos por esos 4.000 USDC de ganancia en el ejercicio fiscal en el que nos salgamos del VAULT.
La segunda forma de interpretación es un poco más compleja, pero a su vez consideramos que es la que se debe aplicar. El concepto se basa en entender que, el token CLC que se nos entrega no es nada, simplemente es un resguardo de todo lo que tenemos dentro del VAULT. Si lo entendemos de esta segunda manera deberíamos tributar por cada operación, al igual que si la realizáramos dentro de nuestra wallet.
Esta idea se refuerza por dos motivos. El primero de ellos es que, con la forma de tributación más sencilla, nadie está tributando los movimientos y operaciones que se producen dentro del VAULT.
Si en el VAULT alguien tributara la totalidad de los movimientos, entonces consideraríamos que no sería necesaria esa tributación individualizada por cada uno de los componentes. Pero si esto no sucede, ya que en el VAULT no existe una persona física o una persona jurídica que sea el propietario de esos tokens y por tanto tenga la obligación de declarar esas ganancias, consideramos que cada uno de los depositantes deberá tributar por cada una de estas operaciones en función de su respectiva aportación al VAULT.
Caso distinto es lo que ocurre cuando compramos acciones de un fondo tradicional, donde nosotros como titulares de la acción no debemos tributar por todas las operaciones que realiza el fondo por detrás, si no únicamente por la diferencia una vez vendamos. Esto se produce porque el fondo como persona jurídica sí que tributa por toda esta operativa a través del impuesto de sociedades.
El segundo motivo por el que consideramos esta interpretación más adecuada tiene su base en el proceso de creación de estos tokens de resguardo. Ya que es muy similar al de los wrapped token. Cada vez que aportamos liquidez a un VAULT se mintea un nuevo token CLC y cada vez que retiramos y deshacemos nuestra aparte del VAULT se queman esos tokens CLC. Dando a entender la operativa que hay detrás del protocolo que se trata de un token claramente de resguardo, cuya finalidad principal es esa y no la de ser un token intercambiable que fluctúe de valor como cualquier otra criptomoneda.
En el momento en el que hay varios intervinientes el proceso de tributación se complica. Será necesario calcular la parte proporcional de la aportación de cada persona al VAULT así como la duración de su estancia como integrante del mismo. Para ello, desde CLCripto, hemos conseguido generar un informe fiscal específico del VAULT y de la parte proporcional de cada uno de los depositantes, calculando la parte real exacta que deberá tributar cada uno de ellos. Un trabajo muy complicado, que de hacerlo con nosotros aseguras ese certificado individualizado de cuanto debería tributar cada integrante dentro del VAULT. Por su puesto, también te podremos ayudar a calcular el precio de adquisición y el de venta de tu VAULT si decides decantarte por la otra forma de tributación.
Si todavía tienes dudas escríbenos y cuéntanos tu caso particular a [email protected] o llámanos al 876-036-892.