El escándalo de una criptomina en Texas que puede ser una Caja de Pandora

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En la mitología griega, la caja de Pandora es un mítico recipiente, tomado de la historia de Pandora, la primera mujer que fue dotada de una gran curiosidad cuando fue creada por Hefesto por orden de Zeus. La caja que fue abierta por la curiosa Pandora, contenía todos los males del mundo y fueron liberados.

Y es que la historia de la famosa Caja de Pandora funciona para describir lo sucedido a un estudiante de origen chino, llamado Jerry Yu, de 23 años. El hecho es que, en un reportaje de investigación del diario The New York Times, se pudo conocer que Yu, a pesar de su corta edad, en realidad es una persona muy acaudalada propietario de una criptomina en Texas.

Este estudiante de la Universidad de Nueva York (NYU), residente de esa ciudad, en EEUU, posee una criptomina de 6 millones de dólares en un remoto pueblo de Texas y ahora su caso ha despertado la curiosidad de las autoridades financieras estadounidenses y probablemente de China.

El que era hasta no hace mucho, un simple estudiante de origen chino de los muchos que hay en Estados Unidos, con educación preparatoria en Connecticut, es ahora el centro de atención mediática por las sumas de dinero que maneja y cómo es parte de una habitual práctica de los chinos de sacar el dinero de su país.

Es por ello, que en la última semana, Yu se ha convertido en el protagonista de varios titulares en medios de comunicación, ya que su caso ha abierto un polémico debate sobre una práctica bastante común en los ciudadanos y empresas chinas, que es la extracción de capital de su país con criptoactivos (una actividad que no está bien vista) por el Partido Comunista Chino (PCCh).

Y es que Yu, además, de ser el propietario mayoritario de la criptoempresa BitRush Inc., también conocida como BytesRush según el diario The New York Times, situada en la pequeña ciudad de Channing, en el condado de Hartley de Texas, con una población de 281 habitantes, también reside en un apartamento comprado por ocho millones de dólares a Jeffrey R. Immelt, exdirector de General Electric.

El caso de Yu, saltó a la palestra pública, luego que la empresa contratista Crypton Mining Solutions, se quejara de no haber cobrado todos sus trabajos de mantenimiento planificados en la criptomina de BitRush Inc., en Texas, por lo que introdujo una demanda en su contra.

De acuerdo a la investigación, se pudo conocer que la criptomina fue adquirida en 2021 por más de seis millones de dólares, constituida en un centro de datos, con más de 6.000 equipos diseñados para la minería, se pagó directamente en criptoactivos, en lugar de haberse pagado en dólares.

En todo caso, Crypton Mining Solutions asegura que los inversores de la mina “no son solo ciudadanos chinos” sino que además, detrás tiene también “ciudadanos con cargos políticos y empresariales muy influyentes”.

Sin embargo, hasta ahora no hay pruebas de los vínculos señalados e igualmente, el rastro del dinero lleva sólo hasta Binance. El problema es que las autoridades del gobierno Chino, desde que prohibieron Bitcoin (BTC) y el comercio de criptomonedas en ese país, se comenzó a notar una mayor cantidad de casos de migración de capitales desde China, utilizando criptoactivos.

De hecho, el informe del diario The New York Times, sugiere que, tras la prohibición de China del comercio de criptoactivos y en especial la minería de criptomonedas en 2021, las empresas mineras de Bitcoin chinas, se mudaron a zonas rurales de Nebraska, Wyoming y especialmente Texas.

La investigación apunta a que, los inversores chinos han acudido en masa a Estados Unidos, llevando cientos de millones de dólares para construir y gestionar minas de criptomonedas, debido a las condiciones favorables para la minería en algunos estados, como energía barata y una legislación favorable a las criptomonedas.

En ese sentido, Texas se ha convertido en los últimos años, en un centro de instalaciones de minería de criptomonedas, con enormes instalaciones con equipos Asic de minería de criptomonedas, que operan sin descanso las 24 horas del día.

Aunque, sacar este capital de China es una actividad perseguida por la Fiscalía Popular Suprema de China y la Administración Estatal de Divisas, gracias a un amplio dispositivo de persecución para castigar delitos financieros relacionados con divisas, lo cierto es que muchos ciudadanos y empresas de ese país, han logrado sacar su capital o parte del mismo, sin problemas.

De hecho, recientemente estos dos organismos, recordaron a los ciudadanos de China que el comercio de la stablecoin Tether (USD₮) para negociar yuanes chinos (CNY) está prohibido y su uso será perseguido y castigado.

A pesar de ello, miles e incluso millones de ciudadanos chinos han movilizado su capital desde China hacia varios países en el mundo con criptomonedas, en especial hacia Estados Unidos, burlando el esquema de vigilancia impuesto por las autoridades de ese país asiático.

Volviendo al caso de Yu, el que haya comprado una criptomina por 6 millones de dólares en USD₮, esto en sí mismo, no es cuestionable, pues es una práctica muy común entre mineros, el pago en Bitcoin u otros criptoactivos.

Sin embargo, que el pago haya sido realizado por una persona extranjera, utilizando un criptointercambio foráneo, si llama la atención por el monto de la suma de dinero involucrada en la transacción de compra.

Algunos analistas señalan que esta forma de pago mediante criptomonedas, son ideales por personas que buscan evadir los controles en el sistema financiero y que también quieren permanecer en el anonimato.

Adicionalmente, en el caso de Yu, la transacción fue realizada utilizando un criptointercambio extraterritorial, impidiendo que no se pueda conocer el origen de la financiación de esa compra, lo cual ha sido para algunos, algo sospechoso o al menos cuestionable.

Tras haberse dado a conocer este caso, se expuso la práctica común entre los ciudadanos y empresas chinas de enviar dinero desde su país a Estados Unidos eludiendo los sistemas de controles de las autoridades de ambos países, empleando un criptointercambio como Binance.com a pesar que el mismo no debería permitir ser usado desde EEUU.

Cómo se recordará, el pasado mes de noviembre, Changpeng Zhao, el entonces poderoso CEO de Binance Global, reconoció que no adoptó medidas para evitar el blanqueo de dinero, por lo que tuvo que renunciar a su cargo, como parte de un acuerdo con varias agencias de cumplimiento de la Ley de Estados Unidos, que también, impusieron una multa de 4.300 millones de dólares a Binance.

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