El pasado viernes, la policía de la ciudad de Londres emitió un comunicado, donde informó sobre la detención y juicio de dos criptoestafadores que se dedicaron a la venta de acciones en una criptomoneda ficticia, denominada “Telecoin”.
De acuerdo al comunicado policial, Ross Jay, de 33 años, y Michael Freckleton, de 37, fueron juzgados en el Tribunal de la Corona de Southwark, un bullicioso distrito histórico junto al río Támesis, el cual los declaró a ambos culpables de “conspiración para defraudar” y sentenciados a seis años y tres meses y seis años y seis meses, respectivamente.
El juicio de Jay y Freckleton, tuvieron un juicio que duró cinco semanas, donde se expuso la forma en que la criptoestafa funcionaba. Los ahora sentenciados, de acuerdo a las investigaciones vendían de forma fraudulenta acciones de la supuesta criptomoneda Telecoin.
Tanto Jay como Freckleton, se dedicaron a buscar a “inversores potenciales a través de llamadas en frío, convenciéndolos de que se deshicieran de sus fondos a cambio de activos digitales inexistentes”, haciéndolo bajo “la apariencia de una empresa llamada Digi Ex”, según indica el comunicado de la policía de Londres.
Durante el juicio se comprobó que entre 2015 y 2017, recibieron £509.599 en depósitos realizados a las cuentas de la empresa Digi Ex, (equivalentes a unos 654.832,17 dólares estadounidenses al cambio actual), de los cuales unas £409.493 (unos 526.196,46 dólares estadounidenses) fueron pagos realizados por inversionistas en la criptomoneda ficticia Telecoin.
Los sentenciados, aprovecharon “el atractivo del mercado emergente de criptomonedas”, para lo cual se dedicaron a engañar a las víctimas “y desviando su dinero para beneficio personal sin proporcionar ningún servicio de inversión creíble”, según indica el comunicado.
Y es que los sentenciados “nunca intentaron reinvertir los fondos recibidos en ninguna forma de criptomoneda”, ya que utilizaron los fondos de los inversores, para sus propios bolsillos y para pagar a los empleados que trabajaban en la empresa Digi Ex, sin mantener si quiera, la apariencia de una gestión financiera responsable.
Del total defraudado a los inversores, Jay y Freckleton utilizaron £139.000 para pagar los salarios de los empleados y además, retiraron de la cuenta comercial de Digi Ex para uso personal, la cantidad de £145.000 en efectivo.
A pesar de todo, el comunicado señala que el par de criptoestafadores en “un intento por cubrir sus huellas, establecieron una empresa fantasma con el nombre de «Telecoin», pero los investigadores descubrieron que nunca se usó dinero para adquirir la criptomoneda prometida a los inversores”.
Sobre este caso particular, Lee Parish, Detective Inspector Jefe del equipo de Operaciones de Fraude de la Policía de la Ciudad de Londres, dijo: “Es fácil para los inversores, y lamentablemente para las víctimas en este caso, ser absorbidos por lo que creen que es un área de potencial y de crecimiento para el dinero que tanto les costó ganar debido a lo nueva que es el área de la criptoinversión”.
“Jay y Freckleton explotaron esta mentalidad y, a sabiendas, eligieron simplemente tomar el dinero de las víctimas para su propio beneficio financiero, sin ninguna intención de brindar un servicio que siquiera pareciera una inversión creíble”, dijo Parish.
“La sentencia debería servir como un recordatorio para no invertir en monedas emergentes que tienen el potencial de ser inestables en un mercado financiero errático. Si desea invertir dinero, investigue y vaya con una empresa que esté registrada en la FCA y sea reconocida en todo el mundo. En caso de duda, póngase en contacto con un asesor financiero acreditado”.
Sin embargo, este par de criptoestafadores es apenas la punta del iceberg, ya que el problema es que Reino Unido es por mucho, uno de los lugares donde existen más criptoestafadores en el mundo, lo que ha llevado al reciente endurecimiento de las leyes británicas relacionadas con criptomonedas.
Muestra de ello, fue una investigación independiente realizada por el semanario británico The Observer y publicada a finales de enero de este año, la cual reveló que hay al menos 168 empresas registradas en el Reino Unido acusadas de fraude con criptomonedas.
Dicha investigación que fue realizada en colaboración con The Bureau of Investigative Journalism, “Oficina de Periodismo de Investigación”, ha revelado “que los grupos del crimen organizado están utilizando el Reino Unido como una base virtual para sus operaciones, explotando la regulación laxa para llevar a cabo fraudes a escala industrial”.
Según la investigación de los periodistas Niamh McIntyre y Shanti Das, muchas de estas empresas están relacionadas mediante sus registros de dominio y aunque, la gran mayoría de los directores de las empresas residen en China, los detalles sobre los propietarios reales son escasos debido a las lagunas en el sistema de registro de Companies House.
Companies House, es el registro mercantil del Reino Unido, donde se inscriben y quedan registradas todas las empresas con sede en ese país. Asimismo, es una agencia ejecutiva y un fondo comercial del Gobierno del Reino Unido.
Es por ello, que los investigadores consideran que podría haber muchas más empresas dedicadas al fraude y las estafas en el Reino Unido, en virtud que esta lista incluye solo aquellas empresas cuyas actividades se han relacionado con el fraude basándose en las denuncias de los usuarios.
En consecuencia, es muy probable que 168 no sea el número exacto de empresas registradas en el Reino Unido implicadas en esquemas fraudulentos. De hecho, Graham Barrow, CEO y cofundador de AML Intelligence (AMLi) y profesor de la Escuela de Transparencia Internacional, dijo que Reino Unido era “el mayor proveedor mundial de empresas fraudulentas”.
La empresa AMLi, de Barrow se dedica a combatir los delitos financieros y la corrupción mediante el trabajo colaborativo. También desarrolla informes, análisis y datos de calidad sobre lavado de dinero y financiamiento antiterrorista.
Barrow, de igual forma, ha sido categórico en señalar varias veces, que las empresas de Reino Unido, llevan al menos 20 años implicadas en diversas tramas de fraude, incluidas las relacionadas con criptomonedas.
Por razones obvias, este tipo de delitos en la jurisdicción británica seguirán siendo algo común, hasta que las leyes no cambien no sólo para el ecosistema de las criptomonedas, sino también las que se relacionan con el dinero fiat.