No cabe duda que la noticia de las elecciones estadounidenses alterará muchas cosas a nivel mundial tanto en lo político o lo social como el económico y desde ya muchos analistas están previendo como será 2025 a nivel de los mercados.
Desde ya se prevé que habrán algunas tormentas políticas el próximo año, debido a las promesas de campaña del presidente electo, Donald J. Trump, y su visión geopolítica muy particular, por lo que vendrán duras decisiones, recortes y aranceles que causarán algo de revuelo.
Pero, las expectativas de los inversores se centran, en los criptoactivos con Bitcoin (BTC) aún por las nubes tocando la puerta de los 90.000 dólares y la mayoría de las criptomonedas en alza, con una capitalización de criptomercado superior a los 3 mil millones de dólares a pocas semanas de finalizar el 2024.
Sin embargo, también existen muchas expectativas en los mercados bursátiles, con el inicio de operaciones de la TXSE, la Bolsa de Valores de Texas que tendrá su sede en Dallas y estará basada en la tecnología blockchain para competir con las principales bolsas establecidas en Nueva York.
La TXSE, es propiedad de TXSE Group, una empresa respaldada por BlackRock y Citadel Securities, dos gigantes financieros estadounidenses, que apuestan por este nuevo mercado bursátil texano, para cambiar la forma y el lugar en que se invierte en Estados Unidos.
James H Lee, presidente y CEO de la TXSE, dijo en junio de este año en una publicación en su cuenta de LinkedIn, que serían “una bolsa de valores nacional totalmente electrónica”, que “se centrará en permitir que las empresas estadounidenses y globales accedan a los mercados de capitales de Estados Unidos y proporcionará un lugar para negociar y cotizar empresas públicas y el creciente universo de productos negociados en bolsa”.
De hecho, si bien es cierto, que la TXSE fue noticia ese mes, cuando TXSE Group emitió un comunicado, que fue recogido por Reuters y Bloomberg entre otras agencias de noticias, en ese momento, todavía no estaba segura la presidencia de EEUU para Trump.
No obstante, en nuestro presente, una semana después de las elecciones en la que Trump ganó de forma aplastante junto a los candidatos republicanos al Senado, lo que le asegura el control de las dos Cámaras del Congreso al menos por dos años, se espera que en 2025, tanto Bitcoin y el mercado de criptomonedas, así como también los mercados bursátiles tengan un año explosivo.
Bitcoin al momento de redactar esta nota, se cotiza en 87.651,50 dólares lo que representa una caída de precio del -0.32% en las últimas 24 horas y un aumento de precio del 18.48% en los últimos 7 días. BTC llegó a su más reciente ATH este mismo martes, al situar su precio en 89.864,13 dólares.
El volumen de negociación en las últimas 24 horas alcanza los 134.872.631.611 dólares. Su capitalización de mercado de 1.733.875.896.618 dólares, cada vez más cerca de los dos mil millones de dólares.
El resto de las criptomonedas, también están registrando un extraordinario momento en su cotización. Ethereum (ETH), está en 3.235,16 dólares, Solana (SOL) 206,26 dólares, BNB (BNB) 610,53 dólares, Dogecoin (DOGE) 0,3806 dólares, XRP (XRP) 0,6754 dólares y Cardano (ADA) 0,6754 dólares.
Aunque el mercado criptográfico aún se encuentra muy motivado con el resultado de las elecciones en Estados Unidos que desencadenó el rally electoral de Trump, Wall Street se lo tomó con más calma este martes,
El Nasdaq y la Bolsa de Nueva York (NYSE, «por sus siglas en inglés») que por ahora, juntas siguen siendo el mercado bursátil más representativo de Estados Unidos, a pesar que existen 16 bolsas más, registró durante la jornada de ayer, un pequeño descenso en sus tres grandes índices.
El marcador industrial, el Dow Jones, descendió un ligero 0,6%, el Russell 2000 perdió un 1,81%, el S&P 500 cerró en rojo cayendo nuevamente por debajo de los 6.000 puntos, luego de registrar sus cinco días más alcistas en un año y el índice del Nasdaq 100, también tuvo un retroceso de apenas un 0,17% en la sesión, para caer hasta los 21.070 puntos.
Por su parte, los bonos del Tesoro estadounidense escalaron hasta el 4,43%, disparando el bono a 10 años en 12 puntos básicos, ante las perspectivas crecientes de que la Reserva Federal (Fed) no decida bajar los tipos en diciembre.
Para algunos analistas, la entrada en operaciones de la TXSE, pudiera marcar un parteaguas en lo que respecta al mercado bursátil, quitándole protagonismo a Nueva York, sobre todo porque en esta bolsa texana, se omitirán las regulaciones en materia ambiental, social y de gobernanza (ESG, «por sus siglas en inglés») entre otras disposiciones que algunas empresas ven innecesarias.
Según el propio CEO de la TXSE, sus estándares apolíticos pero con estrictas pruebas de ganancias, precios mínimos entre otras medidas, serán tan estrictos que por sí mismos excluirían a más de un tercio de las empresas que cotizan en Nasdaq y la NYSE.
Entre los estándares apolíticos de la TXSE, se omitirán las controvertidas reglas de divulgación de diversidad, que introdujo en 2021, la junta directiva que Nasdaq. Una medida que hoy día está siendo impugnada en las cortes federales.
Y es que Texas, se ha convertido en los últimos años, en un bastión contra las medidas denominadas “Wokes” predominantes en los estados demócratas y a la creación desmedida de impuestos de todo tipo para empresas y personas.
De hecho, el gobernador Greg Abbott, lidera una cruzada contra las medidas de los gobernadores demócratas, por lo que celebró la creación de la primera Bolsa de Valores de Texas, la cual se suma a otros éxitos como el haber captado como sede a empresas de la talla de SpaceX y Tesla de Elon Musk, entre otras grandes multinacionales.
En ese sentido, Abbott dijo durante una conferencia de prensa: “Texas se ha convertido en el hogar del capital en los Estados Unidos”. Y aseveró que la TXSE “garantizará que las empresas tengan acceso al capital y que los participantes del mercado tengan más opciones. Texas es la encarnación moderna del sueño americano, donde todos tienen la oportunidad de triunfar, y la Bolsa de Valores de Texas garantizará que aún más empresas tengan esa oportunidad”.
Sin duda, Texas ha resultado atractivo en los últimos años para una gran parte de las compañías de la lista de Fortune 500, con más de 5200 compañías patrocinadas por capital privado, muchas de las cuales se están preparando para acceder a los mercados públicos. Pero también ha atraído casi 4 millones de estadounidenses que se han mudado a ese estado producto de las políticas menos intrusivas del estado texano.