Saldos de Criptoactivos Ilegales superan los $75 mil millones, según Chainalysis

0
34
Saldos de Criptoactivos Ilegales superan los $75 mil millones, según Chainalysis

Este jueves, un nuevo y escalofriante informe publicado por la firma de análisis blockchain Chainalysis, ha encendido las alarmas en todos los niveles dentro del ámbito de la ciberseguridad y la regulación financiera.

Bajo el título “El creciente panorama de criptoactivos incautables: los saldos en cadena vinculados a actividades delictivas superan los 75 000 millones de dólares”, el reporte no solo cuantifica la asombrosa riqueza acumulada por actores ilícitos, sino que también detalla cómo estos criminales están modernizando su infraestructura de blanqueo a un ritmo vertiginoso, obligando a los organismos de aplicación de la ley a acelerar sus estrategias.

El análisis de la firma neoyorkina Chainalysis marca un nuevo punto de inflexión de, ya que mientras que su informe anual de Criptocrimen se centra en los flujos de transacciones (el volumen de dinero movido), esta nueva investigación se centra en los balances estáticos, es decir, la riqueza real y acumulada que permanece en las carteras vinculadas a actividades delictivas.

Este enfoque revela el verdadero “tesoro” que podría ser incautado, y las cifras son monumentales, subrayando la urgencia de dotar a las autoridades de herramientas y poderes de incautación más rápidos.

El hallazgo central del reporte es claro y contundente, cuando describe la cantidad de criptoactivos «Bitcoin (BTC), Ether (ETH) y stablecoins» que están estancados en carteras vinculadas a actividades ilícitas supera con creces lo que se había estimado previamente.

A partir de julio de 2025, los saldos en cadena de las entidades ilícitas directas alcanzaron casi la espeluznante cifra de 15 mil millones de dólares. Lo que hace esta cifra aún más impactante es su ritmo de crecimiento, que representa un dramático aumento del 359% desde los balances observados en 2020.

Saldos de Criptoactivos Ilegales superan los $75 mil millones, según Chainalysis

Concretamente, este crecimiento, aunque correlacionado con el auge del mercado (el ciclo alcista de 2024-2025), demuestra que las ganancias criminales no solo se están moviendo, sino que se están acumulando.

Pero la amenaza se extiende mucho más allá de las carteras principales. Chainalysis también identificó una vasta “economía sumergida” compuesta por carteras downstream (que han recibido más del 10% de sus entradas totales de fuentes ilícitas) que mantienen saldos por valor de más de 60 mil millones de dólares.

En total, la cantidad de capital digital potencialmente incautable, según la metodología de Chainalysis, asciende a más de 75 mil millones de dólares. Para poner esto en perspectiva, es una cantidad que supera el Producto Interno Bruto (PIB) de muchos países pequeños, un arsenal digital que los organismos de aplicación de la ley global están luchando por neutralizar.

Al desglosar los 15 mil millones retenidos por las entidades ilícitas directas, el informe identifica a los fondos robados como la categoría predominante, lo cual es un indicador directo del comportamiento operativo de los diferentes tipos de ciberdelincuentes.

Los operadores de mercados de la Darknet y los responsables de estafas (scams) tienden a mantener saldos bajos en sus billeteras. Su modelo de negocio se basa en la rapidez con que mueven los fondos fuera de la cadena de bloques tan pronto como los reciben para distribuirlos o liquidarlos.

En contraste, los operadores de fondos robados, es decir, los ciberpiratas responsables de grandes incidentes de seguridad (como los ligados al grupo Lazarus de Corea del Norte), a menudo se ven obligados a mantener grandes sumas en sus carteras durante períodos prolongados.

La razón en este caso, es doble, ya que por un lado la complejidad del blanqueo, que podría implicar mover y lavar miles de millones de dólares en criptomonedas es una tarea logística inmensamente compleja y que consume tiempo.

Por el otro, la dificultad de Off-Ramp, que se refiere a la liquidez y la infraestructura de retiro de efectivo (ya que estas rampas de salida) disponibles para estas enormes cantidades son limitadas y están bajo un intenso escrutinio. Esto obliga a los operadores a “almacenar” el botín mientras determinan una estrategia de liquidación viable.

Este patrón de retención convierte a los operadores de fondos robados en el objetivo de mayor valor para las incautaciones, por lo que el reporte también analiza la composición del arsenal digital criminal.

Saldos de Criptoactivos Ilegales superan los $75 mil millones, según Chainalysis

A pesar de los cambios en el ecosistema, BTC mantiene una hegemonía notable, representando aproximadamente el 75% del valor total de los balances en dólares estadounidenses (USD) de las entidades ilícitas.

Esta persistencia se debe principalmente a la apreciación histórica del precio de BTC. Un Bitcoin que fue robado o adquirido ilícitamente hace años ahora vale sustancialmente más en términos de dólares, inflando el valor total de las tenencias.

Sin embargo, el informe señala una tendencia de diversificación crítica, en las tenencias de ETH y, sobre todo, de stablecoins han crecido sustancialmente en los últimos años. Esta diversificación, especialmente hacia las stablecoins, tiene implicaciones directas para la ley.

Y es que, los actores ilícitos parecen considerar las stablecoins como activos de mayor riesgo, posiblemente porque los emisores de estas monedas (como Circle o Tether) tienen la capacidad centralizada de congelar los fondos una vez que son marcados por las autoridades para confiscación.

Quizás el detalle más revelador sobre la evolución del comportamiento criminal reside en su infraestructura de blanqueo. El informe confirma que la presión de las fuerzas del orden y la mejora de los programas de cumplimiento (compliance) de los criptointercambios están funcionando, pero que los criminales están respondiendo con adaptaciones rápidas y sofisticadas.

De hecho, Chainalysis documenta un colapso dramático en la transferencia de fondos directamente de entidades ilícitas a criptointercambios centralizados (CEX), un método que solía representar alrededor del 40% del valor movido entre 2021 y 2022, actualmente se ha desplomado a aproximadamente solo el 15% en el segundo trimestre de 2025.

Esto indica que la “capa de lavado” se ha vuelto mucho más gruesa y compleja. También se evidencia que la adaptación más significativa es la rápida evolución de la infraestructura de cash-out a nivel de criptointercambios, por lo que los criminales están haciendo dos cosas clave para evitar ser detectados.

Primero usan un mayor número de direcciones de depósito, distribuyendo así sus fondos a través de una mayor cantidad de direcciones de depósito de CEX, evitando la concentración que previamente activaba alertas.

Asimismo, emplean una mayor aceleración de la Rotación (menor reutilización). Chainalysis destaca en el informe, una caída dramática en la reutilización de direcciones de depósito, haciendo que las direcciones que se usaron para retiros ilícitos en 2020 se reutilizaban hasta un 46% al año siguiente.

Saldos de Criptoactivos Ilegales superan los $75 mil millones, según Chainalysis

Sin embargo, en cohortes más recientes, las tasas de reutilización han disminuido drásticamente. Esto significa que la infraestructura de retiro se renueva a un ritmo más alto, utilizando cada dirección por un período más corto para evadir los sistemas de cumplimiento automatizados de los criptointercambios.

Esta “guerra de desgaste” entre los criminales y los sistemas de cumplimiento está obligando a las empresas y a las autoridades a ser más rápidas que nunca, reduciendo la ventana de oportunidad para la incautación en los criptointercambios.

El análisis de Chainalysis no solo expone el problema, sino que también ofrece información crucial sobre el momento óptimo para la incautación, basándose en la “velocidad de liquidación” de los activos, sugiriendo que las stablecoins son vaciadas rápidamente después del cese de operaciones ilícitas.

Por lo que, los criminales buscan convertirlas de inmediato, ya sea en fiat o en activos permisionados como BTC o ETH, creando así, una ventana de oportunidad estrecha para su recuperación.

En contraste, los saldos de BTC (y en menor medida ETH) se vacían a un ritmo mucho más lento. Los criminales parecen ver a BTC como una reserva de valor a largo plazo, a pesar de su rastreabilidad. Esta percepción extiende el período de tiempo disponible para que los investigadores persigan los activos.

En última instancia, el informe de Chainalysis es un llamado de atención, que expone que los cibercriminales no solo están acumulando enormes fortunas, sino que están demostrando una adaptabilidad tecnológica superior.  La lucha contra el crimen en el espacio digital no es solo una carrera por la detección, sino una carrera por la velocidad en la acción de cumplimiento.

Advertencia "La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido"