El jueves pasado, el Banco de la Reserva Federal de Minneapolis publicó un documento de trabajo titulado “¿Implementación única de déficits primarios permanentes?”, en donde se explica que implementar una prohibición legal contra el bitcoin (BTC) “puede restaurar la implementación única de déficits primarios permanentes, y lo mismo puede hacer un impuesto al bitcoin a una tasa (r g) > 0”, o lo que es lo mismo, gravar la compra de bitcoin.
Los responsables de este imprudente documento, son Amol Amol, un investigador que trabaja en la Fed de Minneapolis, salido del Programa de posgrado para analistas de investigación, creado para estudiantes de doctorado en economía de la Universidad de Minnesota y Erzo G.J. Luttmer, que aparece como investigador visitante en el paper, pero que pertenece al Departamento de Economía de la citada casa de estudios y también a esa sede de la Fed.
Aunque, la Fed de Minneapolis, deja en claro que “Las opiniones expresadas en este documento son las de los autores y no necesariamente las del Banco de la Reserva Federal de Minneapolis o del Sistema de la Reserva Federal”, no cabe duda que dicho documento, fue realizado con algún propósito y hasta ahora, ha recibido críticas por su enfoque coercitivo hacia bitcoin.
Amol y Luttmer, en su documento de trabajo, exploran el impacto del bitcoin en las políticas fiscales y ofrecen como posibles soluciones, prohibir bitcoin o imponer impuestos específicos al comercio y tenencia del mal llamado en el paper como un “pedazo de papel inútil”, para referirse a la criptomoneda creada por Satoshi Nakamoto.
En opinión de los responsables del documento de trabajo, esto podría ayudar a los gobiernos a implementar déficits primarios permanentes supuestamente de manera efectiva. Además, los responsables de la investigación a lo largo del documento de 40 páginas, examinan cómo la presencia de bitcoin, supuestamente complica la capacidad del gobierno para mantener una política de déficit primario permanente.
Dicho término del “déficit primario”, se refiere a la deuda que se genera cuando un gobierno gasta más de lo que recauda en impuestos y otros ingresos, excluyendo los pagos de intereses sobre su deuda. Mientras que el término “permanente” describe que este déficit primario es planeado y significa que el gobierno planea seguir gastando más de lo que recauda indefinidamente.
En el resumen del documento de trabajo, se explica que: “En una economía con mercados incompletos y consumidores suficientemente reacios al riesgo, demostramos que el gobierno puede implementar de manera única un déficit primario permanente utilizando deuda nominal y estrategias continuas de Markov para déficits primarios y pagos a tenedores de deuda”.
“Pero este resultado falla si también hay pedazos de papel inútiles (bitcoin para abreviar) que se pueden comercializar. Si hay comercio de bitcoin, entonces no hay una estrategia continua de Markov para el gobierno que conduzca a una implementación única”, continúan explicando los investigadores.
Cuando en el paper se enuncia a Márkov, se está refiriendo al proceso de decisión de Márkov, que como proceso de control estocástico en tiempo discreto, es capaz de proporcionar un marco matemático para modelar la toma de decisiones en situaciones en las que los resultados son en parte aleatorios y en parte están bajo el control de quien toma la decisión.
A medida que se desarrolla la idea de los responsables del documento de trabajo, surge la pregunta si, “¿existen otras políticas que el gobierno puede utilizar para garantizar que el nivel de precios esté determinado de manera única incluso cuando el gobierno tiene un déficit primario permanente?”, la cual responden con un escenario hipotético.
Amol y Luttmer, dicen en el paper: “en el contexto de una economía estándar de AK con retornos idiosincrásicos al capital y mercados incompletos. Hay un comercio continuo de capital y acciones gubernamentales, y posiblemente también de “bitcoin”. Usamos bitcoin como metáfora de un título del sector privado que tiene una oferta fija y que no es un derecho a ningún recurso real”.
Ahora bien, bajo este contexto, la investigación publicada por la Fed de Minneapolis que puede estar relacionada fácilmente con la economía de Estados Unidos, se sugiere que el comercio de bitcoin socava la implementación de políticas deficitarias al crear estados de equilibrio alternativos donde las estrategias de los gobiernos pueden no funcionar.
En consecuencia, los responsables del documento de trabajo realizado para la Fed de Minneapolis, proponen un escenario donde el bitcoin es prohibido legalmente de forma directa, o en su defecto, se aplica un gravamen específico, para que las políticas fiscales del gobierno puedan recuperar la efectividad de sus políticas, eliminando los equilibrios donde el bitcoin se comercia a precios positivos.
Esta acción teóricamente evitaría que bitcoin desestabilice las políticas fiscales destinadas a mantener déficits primarios permanentes, restaurando la implementación única de políticas en la economía afectada.
Los responsables de la investigación de la Fed de Minneapolis, prácticamente sugieren que efectuar una prohibición o imponer impuestos al comercio de bitcoin es una forma de represión financiera, que podría ser necesaria para mantener la estabilidad de las cuentas fiscales.
Aunque también advierten que cualquier intento de regular bitcoin, requeriría ser muy bien planificado para evitar cambios de mercado abruptos o consecuencias no deseadas, lo que de alguna forma, compagina con las conclusiones de otros informes sobre el impacto de las criptomonedas en las políticas fiscales de los gobiernos.
Finalmente, el documento concluye, que “cuando existen leyes contra los activos de burbuja del sector privado, es fácil para el gobierno diseñar políticas que implementen exclusivamente un déficit primario permanente, suponiendo que exista un riesgo idiosincrásico suficiente para que tales déficits sean posibles en primer lugar”.
“Una prohibición total no es necesaria si el gobierno puede gravar los activos de burbuja del sector privado a la tasa (r g) > 0. Sin esos impuestos, las estrategias de Markov solo pueden implementar déficits primarios permanentes si son discontinuas. Las estrategias de Markov discontinuas pueden imitar las estrategias de activación propuestas por Brunnermeier, Merkel y Sannikov [2023]”.
También indican, que “para las estrategias de Markov continuas, y en ausencia de un impuesto lo suficientemente grande sobre el bitcoin, la implementación única no es posible. Siempre existe una trampa de presupuesto equilibrado y un continuo equilibrio cerca del objetivo de estado estacionario”.
Al final señala: “El resultado de determinación de la teoría fiscal del nivel de precios viene con salvedades cuando el gobierno planea tener un déficit primario permanente”. Ahora bien, detrás de una compleja investigación donde se desacredita el papel de bitcoin y las criptomonedas en general es preciso hacer algunas consideraciones sin abordar la criticable política fiscal.
En primer lugar, todo el documento se basa en analizar si la vía de la prohibición o imposición de impuestos al bitcoin es la correcta para apoyar la política de déficit primario permanente. En Todo el desarrollo, se obvian las razones por las cuales fue creado bitcoin, que es evitar el control centralizado de los gobiernos.
En el caso de bitcoin estamos hablando de un activo digital que puede intercambiarse de persona a persona con sólo una dirección de un monedero, graficada en un QR. Por lo que pretender, censurar el comercio de esta criptomoneda o cualquier otra, es una tarea casi imposible, debido a que el protocolo de transferencia de valor funciona en línea al margen de los gobiernos.
De igual forma, es poco probable que un escenario de represión financiera sea viable a largo plazo, en vista que muchas empresas, gobiernos y estados usan bitcoin como reserva de valor, por lo que incursionar en ese terreno es contrario a los principios básicos de la libertad financiera que pregonan países como Estados Unidos.
Es falsa la impresión que bitcoin tiene impacto negativo en las cuentas fiscales de un país, ya que en la mayoría de estos, se han establecido impuestos a la tenencia y ganancias provenientes de las operaciones con bitcoin y las criptomonedas en general. De allí que, se puede decir, que el impacto fiscal en los gobiernos, claramente es positivo y en ningún momento es negativo. Te invitamos a leer el paper y contribuir con tus opiniones.