La semana pasada, el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, «por sus siglas en inglés»), en un comunicado informó que aumentó la recompensa hasta los cinco millones de dólares a quien proporcione pistas que lleven a la detención de Ruja Plamenova Ignatova, conocida como “La Criptoreina”.
Ignatova, de 44 años, una búlgara con nacionalidad alemana, fundadora del multimillonario esquema piramidal con su empresa OneCoin Ltd., continúa prófuga desde 2017, tras haber estafado a miles de inversores en todo el mundo.
La trama para estafar a inversores a través de un esquema Ponzi que armó Ignatova con sus cómplices, quedó al descubierto tras años de promesas de lucro con una criptomoneda que nunca existió.
“La Criptoreina” promocionaba a OneCoin, como la supuesta criptomoneda que le haría la competencia a Bitcoin (BTC), llegando a apodar a su invención como la “Bitcoin Killer”, lo que tiempo después se descubrió que era un inmenso esquema Ponzi de carácter mundial.
Agentes del orden de varios países incluyendo al FBI estadounidense llevan años buscándola y ofreciendo una recompensa por información que conduzca a su arresto. De hecho, desde 2018 es requerida por la justicia estadounidense. Y es que, ya en mayo de 2023, esa agencia ofrecía una recompensa de hasta 250.000 dólares por dicha información, la cual acaba de aumentar nuevamente a 5 millones de dólares.
Sin embargo, un amplio informe de investigación del medio de noticias búlgaro Bird, firmado por el reportero de investigación, Dimitar Stoyanov y el periodista investigador, Atanas Tchobanov, detalla que en unos documentos encontrados en el domicilio de un exjefe de la Policía Criminal de la Segunda Comisaría de Policía de la ciudad búlgara de Sofía que fue asesinado, tenían información clave de Ignatova.
Los documentos apuntaban que “La Criptoreina” habría sido asesinada en noviembre de 2018 por orden del jefe de una banda criminal, Christophoros Amanatidis, alias “Taki”, aunque en su investigación señalaron que la fiscalía búlgara teniendo conocimiento de estos documentos, no los consideraba de carácter relevante, ni tampoco lo estaba investigando.
De acuerdo a los documentos que recogen las declaraciones de Krasimir Kamenov, cuñado del jefe mafioso búlgaro, alias Taki, el cual, reveló que el importante capo de la droga, habría ordenado asesinar a Ignatova, a bordo de un yate que navegaba por el mar Jónico, un brazo del mar Mediterráneo, al sur del mar Adriático.
Según la información, el cuerpo de Ignatova habría sido desmembrado y tirado por la borda. Tras la publicación de la investigación, Kamenov fue asesinado en su casa de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, lo que alimentó los rumores de que su asesinato está vinculado con la desaparición de Ignatova.
Luego del incidente con Kamenov, las autoridades estadounidenses afirmaron que el hermano de Ignatova tuvo una evaluación psicológica y psiquiátrica, una vez que se divulgó el violento destino del informante.
No obstante, el propio FBI, así como otras fuerzas del orden en el mundo, aún continúan buscando a Ignatova, a pesar de las conclusiones del resultado de las investigaciones periodísticas, por lo que se presume que tales documentos carecen de veracidad.
De hecho, el FBI sostiene que Ignatova, “muy probablemente viaja acompañada de guardias armados, y también es posible que se haya sometido a cirugía plástica u otros procedimientos con el fin de cambiar su apariencia física”.
Ignatova, que era la cabeza del multimillonario esquema OneCoin, convenció a miles de personas en todo el mundo para que invirtieran en su supuesta criptomoneda que nunca existió, bajo la promesa de una rentabilidad aún mayor a lo obtenido por los “early adopters” de Bitcoin.
En realidad, Ignatova, conocida y admirada por muchos como la Dra. Ruja, habría desarrollado un esquema de fraude piramidal disfrazado de ventas de cursos y de una supuesta criptomoneda, que no contaba ni siquiera con su propia cadena de bloques como cualquier criptomoneda real.
Al final, Ignatova logró evadir a investigadores de Alemania y Estados Unidos cuando estos se acercaban a ella en octubre de 2017. Para ello, tomó un vuelo de Bulgaria a la ciudad de Atenas, en Grecia, lugar donde se le perdió la pista.
Mientras que Konstantin Ignatov, hermano de Ignatova, que era director de OneCoin, fue arrestado en 2019 en la ciudad de Los Ángeles, en California, el cual se declaró culpable y fue sentenciado a 34 meses de cárcel, logrando su libertad en pasado mes de marzo.
Por su parte, Karl Sebastian Greenwood, cofundador de OneCoin, fue detenido y extraditado por las autoridades de Tailandia a Estados Unidos, donde la Fiscalía Federal para el Distrito Sur de Nueva York, lo llevó a juicio en 2023. Greenwood fue condenado a 20 años de prisión y además, deberá pagar unos 300 millones de dólares que capitalizó con OneCoin.
Aunque “La Criptoreina”, ha sido incluida en listas internacionales de fugitivos de la mayoría de las agencias policiales del mundo, encontrándose incluso en la lista de los diez más buscados del FBI y la de los más buscados de Europa, todavía sigue desaparecida desde hace siete años.
Ignatova, en Estados Unidos enfrenta una acusación formal de un cargo de conspiración para cometer fraude informático; uno por fraude electrónico; uno por conspiración para cometer lavado de dinero; uno por conspiración para cometer fraude de valores; y otro más por fraude de valores emitidos en 2018 por un gran jurado federal.
Estos cargos fueron emitidos tras una orden de arresto contra ella en octubre de 2017 por el juicio en su contra en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, Distrito Sur de Nueva York y en caso que sea detenida, le asegurarán una larga condena en ese país.
Asimismo, “La Criptoreina” enfrenta cargos en su país natal Bulgaria, donde el fiscal jefe Borislav Sarafov, aseguró también la semana pasada que se iniciaría un procedimiento para confiscar sus bienes valorados en más de 10 millones de euros.
Pero, el círculo cercano de Ignatova es aún más complicado de lo que parece, ya que la firma de investigación privada Sandstone S.A., fundada en 2015 por un ex espía de la inteligencia de Luxemburgo, el Service de Renseignement de l’État (SER, «por sus siglas en francés»), de nombre Frank Schneider, fue contratada por OneCoin para proveer seguridad a “La Criptoreina”.
Schneider que llegó a ser el director operativo de la agencia de inteligencia de Luxemburgo, fue arrestado en 2021, por la policía francesa en relación con un caso de fraude relacionado con OneCoin en Estados Unidos, ya que las autoridades de ese país sospechan que Schneider, fue quien advirtió a la mujer de que la policía estaba tras su pista.
Aunque el ex espía, de 54 años, enfrenta cinco años de prisión en Luxemburgo y a 40 años de prisión en Estados Unidos, mientras se estaba a la espera de su extradición a este último país, se escapó del arresto domiciliario en Francia en 2023, tras lograr quitarse la tobillera electrónica para también perderse de vista de las autoridades.
Antes de su desaparición, Schneider dijo en una entrevista con la serie de pódcasts de la BBC, “The Missing Cryptoqueen” con Olivia y Alex Bowen, que temía que el sistema legal estadounidense no le permitiría “defenderse apropiadamente”.
“El sistema se basa en gran medida en la llamada negociación de culpabilidad. Ahora, para mí, eso es un problema, porque creo profundamente que no soy culpable. Un juicio en EEUU es algo fenomenalmente costoso para un acusado. Costará millones, entre cinco y ocho millones es la estimación en mi caso. No tengo esas cantidades”, dijo el ex espía que ahora está desaparecido.