La última semana dejó en evidencia la volatilidad de Bitcoin, con su precio fluctuando dentro del rango de los 80.000 dólares. La criptomoneda sufrió una caída pronunciada del 15 %, perforando el soporte clave de 80.000 dólares el martes. Como consecuencia, el mercado cripto perdió aproximadamente 660.000 millones de dólares en capitalización. A pesar de esta fuerte corrección, Bitcoin logró repuntar por encima de los 84.000 dólares antes de enfrentar nuevamente una ola vendedora. Esta es la visión de Vivien Lin, Chief Product Officer de BingX.
Desde una perspectiva técnica, los indicadores reflejan señales mixtas. El RSI se mantiene estable, sin sugerir condiciones extremas de sobrecompra o sobreventa, mientras que los promedios móviles podrían ofrecer puntos de soporte que amortigüe la presión bajista.
Sin embargo, la cautela predomina en el mercado, con inversores observando de cerca la evolución de las políticas económicas y regulatorias en Estados Unidos, que continúan siendo un factor determinante en el comportamiento del precio.
Más allá de la acción del precio, el mercado también analizó el impacto de la Cumbre Cripto de la Casa Blanca del 7 de marzo. Se esperaba que este evento, que reunió a figuras clave del sector, diera una mayor claridad sobre el rumbo regulatorio de los activos digitales. No obstante, la falta de anuncios concretos por parte de los legisladores dejó un sabor agridulce y sumó incertidumbre al mercado, lo que incentivó una mayor presión vendedora.
A pesar de esta incertidumbre, hubo avances positivos. La Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) publicó una nueva normativa que permite a los bancos custodiar criptomonedas, lo que podría interpretarse como un paso hacia una regulación más amigable con la industria. Aunque el mercado tomó esta noticia con prudencia, algunos analistas creen que podría marcar un cambio de actitud por parte del gobierno hacia el ecosistema cripto.
Actualmente, con Bitcoin moviéndose en torno a los 80.000 dólares, la atención está puesta en los niveles técnicos clave y en los factores macroeconómicos que podrían definir su próxima dirección.
La incertidumbre regulatoria sigue siendo un elemento a considerar, pero la postura más flexible de la OCC podría allanar el camino para un diálogo más constructivo entre el sector cripto y las autoridades. En este contexto, la volatilidad seguirá marcando el ritmo del mercado, y los inversores deberán mantenerse atentos a las próximas novedades.