El BCE advierte que las stablecoins son una “Bomba de Contagio” para el TradFi

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El BCE advierte que las stablecoins son una “Bomba de Contagio” para el TradFi

Este lunes, el Banco Central Europeo (BCE), lanzó una severa advertencia en su último informe de Revisión de Estabilidad de Noviembre, al señalar que el rápido crecimiento de las stablecoins, lejos de ser un refugio seguro, podría ser el vector para que la inestabilidad cripto paralice los mercados de financiación tradicionales, poniendo en riesgo tanto a inversores individuales como a la economía global.

Mientras el mercado de criptomonedas lucha por salir de un persistente invierno que ha aniquilado miles de millones en valor, un segmento supuestamente “seguro” del ecosistema de las criptomonedas, las stablecoins o monedas estables, se encuentra en el punto de mira de reguladores financieros y especialmente del BCE.

Lo que alguna vez se consideró un simple puente para facilitar las operaciones dentro del universo criptográfico, hoy es calificado por el BCE como una fuente de “riesgos de contagio” con potencial para desestabilizar las finanzas tradicionales (TradFi).

En ese informe de Revisión de Estabilidad Financiera, el BCE ha emitido una de sus advertencias más serias hasta la fecha, urgiendo a una supervisión estricta y señalando dos peligros inminentes: 1) el riesgo de pérdida de valor para los usuarios y, más preocupante, 2) el riesgo sistémico para el resto del sistema.

De acuerdo con los reguladores financieros europeos, la promesa de una stablecoin es engañosamente simple, basada en un token digital que siempre vale un euro o un dólar (porque mantiene la paridad 1:1).

Esta estabilidad, generalmente es lograda mediante un respaldo de reservas en activos, lo que las han convertido en la herramienta preferida para pagos, liquidaciones y refugio en momentos de volatilidad cripto, haciendo que su capitalización de mercado haya escalado a nuevos máximos históricos.

 

Sin embargo, el BCE subraya que esta estabilidad es un espejismo, impulsada por “debilidades estructurales inherentes”, puesto que la confianza en una stablecoin depende enteramente de la calidad de sus reservas y de la capacidad del emisor para canjearlas al valor nominal en todo momento.

Y es aquí donde supuestamente reside el primer gran peligro para el ciudadano de a pie, la pérdida de confianza. Una stablecoin puede perder su paridad (de-pegging) si el mercado duda de la calidad o liquidez de sus activos de respaldo.

Si las reservas de estas stablecoins incluyen activos volátiles, como otras criptomonedas, o instrumentos tradicionales de baja liquidez, la presión de venta en un momento de crisis puede ser fatal.

Como ya se ha visto en otras oportunidades, la pérdida de confianza puede desencadenar una corrida de mercado, obligando a los emisores a suspender los canjes o a vender activos a precios de liquidación, dejando a los inversores individuales con pérdidas catastróficas.

Es por ello, que el BCE, considera que las stablecoins pueden ser una amenaza directa de pérdida de valor para los usuarios, los cuales se encuentran en la primera línea de vulnerabilidad de estos instrumentos financieros, basados en activos digitales estables.

De allí, que para los reguladores europeos, el riesgo es más grave, por lo que han puesto el foco de la advertencia del BCE, en el posible riesgo de contagio (spillover risk) que conecta el volátil mundo cripto con la calma regulada de las finanzas tradicionales.

Aunque el mercado de stablecoins aún es “pequeño en la zona euro”, la peligrosa interconexión que el BCE considera demasiado importante como para ignorarla, se debe a la naturaleza de sus reservas, como lo señalan en el informe preparado por Senne Aerts, Claudia Lambert y Elisa Reinhold.

Estas reservas de activos están sustentadas tanto “en moneda fiduciaria, como USDT y USDC”, los cuales, “se encuentran entre los mayores tenedores de letras del Tesoro estadounidense y cuentan con reservas de activos comparables a las de los 20 mayores fondos del mercado monetario”,  y de paso, “han estado entre los mayores compradores netos de bonos del Tesoro estadounidense a corto plazo en los últimos meses”.

El BCE advierte que las stablecoins son una “Bomba de Contagio” para el TradFi

El informe de Revisión de Estabilidad del BCE, sugiere que “una corrida de estas monedas estables podría desencadenar una venta forzosa de sus activos de reserva, lo que podría afectar el funcionamiento de los mercados del Tesoro estadounidense”, lo que preocupa a los máximos líderes del BCE.

Vale recordar que los emisores de stablecoins de estas grandes stablecoins, suelen asegurar la correcta paridad monetaria, manteniendo miles de millones de dólares o euros en activos tradicionales de alta liquidez, como bonos del Tesoro a corto plazo, repos o papel comercial.

Imaginemos el escenario de pesadilla que teme el BCE, una gran stablecoin sufre una masiva corrida. Para cumplir con las solicitudes de reembolso, el emisor se ve obligado a vender de forma abrupta y masiva miles de millones en estos activos tradicionales que sirven de respaldo al Peg.

Esta venta forzada y desordenada inunda los mercados de financiación a corto plazo, que son el motor del sistema financiero tradicional, haciendo que de inmediato de desplome el valor de estos activos de alta liquidez por exceso de oferta y por consiguiente, perturbando el sistema TradFi.

Por otro lado, “si las monedas estables y sus correspondientes reservas de activos continúan creciendo rápidamente” y de hecho, “algunas proyecciones sugieren que la capitalización de mercado podría alcanzar los 2 billones de dólares en 2028”, podrían representar un gran riesgo, que podría agravarse si persisten los extremos niveles actuales de concentración.

El informe del BCE, señala que “con solo dos emisores representando alrededor del 90% de todas las stablecoins en circulación”, esto podría con “la falla de una sola entidad (…) tener un impacto generalizado, incluso en ausencia de una crisis sistémica de monedas estables”.

Esta perturbación puede crear problemas de liquidez, dificultando que los bancos, las corporaciones y los fondos de inversión obtengan financiación diaria. En consecuencia, para el BCE, la única forma de mitigar este peligro dual es a través de una regulación robusta y estricta.

La existencia de estructuras de reserva fragmentadas y modelos de gobernanza opacos, tal como se criticó en la evaluación de riesgo de contraparte (similar a la que exigen ahora las instituciones), debe terminar.

El regulador exige que los emisores de stablecoins cumplan rigurosamente con estándares de transparencia, que mantengan sus reservas en los activos más seguros y líquidos, y que se sometan a auditorías frecuentes y fiables.

Esta exigencia no es solo para proteger al inversor minorista, sino para levantar un cortafuegos entre el ecosistema digital y los cimientos de la economía real, por lo que la advertencia del BCE marca un punto de inflexión.

Concretamente la recomendación del BCE a las instituciones financieras, y cualquier individuo que considere el uso de estos activos, es que deben mirar más allá de la etiqueta “estable” y exigir la transparencia y solidez regulatoria que el BCE considera indispensable para evitar que la próxima crisis cripto se convierta en una crisis financiera global.

Advertencia "La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido"