Rusia presionado para abrirse al bitcoin y las criptomonedas

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No cabe duda que Rusia, durante este 2022 ha dado un giro en muchos sentidos, tras su determinación en invadir a la vecina Ucrania, a finales de febrero. Y es que, el que hasta finales del año pasado, era un aliado estratégico y comercial de Europa y el mundo, dejó de serlo.

Las consecuencias previsibles luego de la invasión, como los destrozos, las muertes innecesarias, la ocupación de territorio entre otras consecuencias de esta guerra expansionista, han sido devastadoras para la economía rusa, que debido a ello, no atraviesa su mejor momento.

Muchas empresas de capital occidental cerraron o disminuyeron su presencia en fábricas, centros logísticos, cadenas y comercios tanto al mayor como al retail, ocasionando una contracción de la actividad económica del gigante euroasiático.

Gran parte del poder económico de Rusia se ha apoyado en las energéticas y las ventas de armas, pero ambos sectores, también han sido golpeados por la guerra. El gas y el crudo, se comenzaron a utilizar con fines políticos en la sumisión de los países europeos, que se solidarizaron con Ucrania en el inicio de la guerra, así como también contra los países líderes de la OTAN.

Mucho se ha debatido en ambos lados del espejo, sobre si era o no necesaria la llamada “operación especial”, que no fue más que una invasión expansionista para tomar el territorio de un país vecino, apoyados en la idea de una superioridad militar y moral.

Sin embargo, lo que más ha llamado la atención del ecosistema de las criptomonedas, ha sido cómo esta contracción de la economía rusa, ocasionada por las fuertes sanciones económicas que le ha impuesto occidente, ha servido para doblegar finalmente a la cúpula de líderes rusos sobre su punto de vista acerca de bitcoin (BTC) y las criptomonedas en general.

Como se recordará, Rusia lleva años discutiendo la aprobación del uso de los criptoactivos para los ciudadanos del país, pero los detractores rusos de las criptomonedas (hasta ahora), han bloqueado cada uno de los intentos de aprobación, que por años han pedido diversos sectores financieros y comerciales rusos, así como de los ciudadanos.

De hecho, las encuestas en Rusia, mostraron en 2021 que el 77% de la población, prefería bitcoin al oro. Aunque de nada sirvió, porque la Duma rusa (el parlamento de ese país) prefirió apoyar las ideas de los conservadores, al comenzar a legislar para detener la expansión en la adopción de las criptomonedas, justificando sus acciones en la lucha contra la delincuencia organizada.

Y es que, para nadie es un secreto, que el más grande detractor ruso de las criptomonedas, ha sido desde siempre su actual presidente, Vladimir Putin, quien varias veces se ha pronunciado contra el ecosistema de criptoactivos.

No está respaldado por nada, la volatilidad es colosal, por lo que los riesgos son muy altos. También creemos que debemos escuchar a quienes hablan de esos grandes riesgos”, dijo el líder ruso a finales de 2021, en la que fue una de las últimas veces que criticó las criptomonedas.

Además, Putin señaló que tenía “sus dudas de que puedan servir algún día para respaldar intercambios comerciales como los del petróleo, al afirmar que en el futuro, las criptomonedas podrían convertirse en una reserva de valor”.

Asimismo, más de una vez altos jerarcas rusos, advirtieron que bitcoin había sido creado y desarrollado por la CIA y la NSA de Estados Unidos, para destruir las economías mundiales, al hacer que todos los ciudadanos del mundo dejen de utilizar sus monedas locales para usar BTC.

Pero, más allá de las teorías de la conspiración, así como la reticencia a su uso y adopción, ahora las circunstancias han obligado a Putin y a todos los conservadores rusos, a deshacer sus palabras, para trabajar coordinadamente en su adopción contra viento y marea.

Obviamente, la destrucción de la economía rusa ha hecho que todos los que antes se oponían a las criptomonedas, incluyendo al propio líder ruso, ahora tengan cifradas esperanzas en su utilización como medio para evadir las sanciones económicas que le ha impuesto occidente, las cuales se emplearán al mismo tiempo que la propia CBDC rusa, el rublo digital.

Lo que ahora se vende como una salida comercial para pagar importaciones y recibir pagos de las exportaciones en Rusia, es lo que usan otros países “aliados” como Irán, Corea del Norte y Venezuela (también sancionados por otras razones), para evadir gran parte de las mismas, adoptando un esquema de pagos en bitcoin y otros criptoactivos.

De hecho, se rumorea en varias fuentes cercanas al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que una de las razones de haber impuesto sanciones al creador de Tornado Cash, fue que estos países “aliados de Rusia”, limpiaban grandes volúmenes de criptoactivos antes de realizar pagos comerciales a empresas y agentes extranjeros en todo el mundo, a fin de evadir la sanciones.

De allí que desde principios de este mes, comenzara a ser noticia, el giro acerca de cómo Rusia estaba evaluando hacer y recibir pagos en bitcoin, así como en otras criptomonedas, en un esquema para supuestamente dejar de depender de la hegemonía de las “monedas hostiles” como califican al dólar estadounidense y al euro.

Recientemente, Anatoly Aksakov, presidente del Comité del Mercado Financiero de la Cámara Baja del Parlamento de Rusia (la Duma estatal), confirmó recientemente que las principales casas de bolsa del país, ya están preparadas para trabajar con Bitcoin (BTC) y otras criptomonedas. 

El presidente de ese Comité de la Duma, destacó la noticia y comentó que la Bolsa de Moscú, la Bolsa de San Petersburgo y la Bolsa Internacional de Productos Básicos de San Petersburgo, podrán trabajar una vez que sea legalizado y regulado el uso de estos activos en territorio ruso.   

Por otra parte, Alexei Moiseev, viceministro de Finanzas, a principios de mes, en una entrevista con el medio ruso Izvestia, habló cómo funcionará este mercado y qué significa para la economía rusa. Moiseev, señaló que el procedimiento para los acuerdos transfronterizos debería simplificarse, haciendo posible el uso de criptomonedas.

Según Moiseev, con estos cambios, ahora los rusos tendrían la oportunidad oficial, de abrir monederos criptográficos en el territorio de la Federación Rusa. Aunque, este procedimiento estará estrictamente regulado a fin de evitar operaciones dudosas y delictivas.

Vale recordar, que hasta el momento en Rusia, está prohibida la utilización de criptomonedas para el envío de dinero o el uso de criptomonedas como bitcoin como un método de pago, de acuerdo a lo establecido en la ley “Sobre los activos financieros digitales

Y es que en ese país, se regula desde hace tiempo el uso de criptomonedas. De hecho, el mismo presidente Putin, dijo en una reunión de la junta de la Fiscalía General de la Federación Rusa en 2020: “Hay un punto más, bastante nuevo, pero esencial: debemos tomar medidas adicionales para reprimir el movimiento transfronterizo ilegal de activos financieros digitales”.

Pocos días después del adelanto de Moiseev, el director del Departamento de Estabilidad Financiera del Ministerio de Finanzas, Ivan Chebeskov, dijo al mismo medio, que existía la posibilidad de iniciar transferencias transfronterizas utilizando criptomonedas a partir de 2023.

Esta información brindada por Chebeskov, fue luego confirmada por Aksakov, aunque dicha noticia, pareció ser desmentida por autoridades del propio Banco Central de la Federación Rusa, quienes señalaron que no se habla de legalizar las criptomonedas como medio de pago.

Según estas autoridades, tampoco se está proponiendo permitir los exchanges de criptomonedas y los intercambiadores de criptomonedas dentro del país, sino que se enfoca únicamente en autorizar su uso para efectuar pagos transfronterizos.

Algunos recordarán que Chebeskov, apareció en titulares en los medios en febrero de este año, cuando dijo que la ley del Ministerio de Hacienda “sobre la legalización de las criptomonedas” había sido presentada al gobierno, lo que todavía no se ha concretado.

Otros indicios en esa dirección, fue lo señalado por Daniil Egorov, jefe del Servicio de Impuestos Federales, el cual manifestó que se estaba desarrollando un trabajo para permitir la tributación de las transacciones internacionales con criptomonedas. Aunque enfatizó que antes era necesario hacer ajustes a la Ley rusa.

Y en ese sentido, el subjefe del aparato gubernamental ruso, Ilya Trunin, opinó que primero se debía introducir el concepto de criptomoneda en el Código Civil, aunque todavía este paso presentaba objeciones del presidente del comité de la Duma Estatal, por el tiempo que llevaría este paso, dejando entrever que los rusos están apurando la marcha para usar criptomonedas.

Sin embargo, llama la atención que ante las marchas, también hay contramarchas, pues el propio Aksakov y otros legisladores, a mediados de año, aprobaron por unanimidad un proyecto de ley  con una nueva regulación que prohibía el uso de criptoactivos como método de pago en Rusia, que se sumaría a la existente, en la ley “Sobre los activos financieros digitales”.

Este nuevo proyecto de ley, también prohíbe la transferencia o aceptación de activos financieros digitales o derechos de servicios públicos digitales como medio de pago o intercambio de bienes y servicios, haciendo responsables a los operadores de las plataformas en caso que se verifique este supuesto.

Por supuesto, estos cambios de posturas en contrasentido sólo muestran una cosa. El gobierno ruso, necesita desesperadamente abrir su economía y la de sus ciudadanos a bitcoin y las criptomonedas, ya que en caso contrario, enfrentarán repercusiones muy devastadoras por las sanciones.

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