Este lunes, los mercados bursátiles de Japón y Estados Unidos, vivieron la peor y más importante caída en mucho tiempo, llegando incluso a contagiar a varios mercados bursátiles en el mundo y extendiéndose al mercado de las criptomonedas.
Algunos analistas, recordaron al matemático y meteorólogo estadounidense, Edward Norton Lorenz, quién en la década de los 50 del siglo pasado, había desarrollado una teoría física que pudiera explicar lo sucedido en los mercados bursátiles este lunes negro y es conocida como, el efecto mariposa.
Dicha teoría explica que alteraciones mínimas en los valores de las variables iniciales dan como resultado soluciones ampliamente divergentes, creando así una sensible dependencia de las condiciones iniciales. Básicamente, las pequeñas acciones en un sistema son capaces de generar grandes cambios, positivos o no, más allá de su origen.
Existe un proverbio chino que reza: “El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”, cuyo enunciado es sin duda, el origen del efecto mariposa, el cual es primordial para abordar el estudio de la teoría del caos y para comprender lo sucedido este lunes negro.
De allí qué, cabría preguntarnos si según este efecto en los mercados bursátiles y de criptomonedas, ¿Podría la apreciación del yen japonés, provocar una caída masiva de los mercados bursátiles en Estados Unidos?, y la respuesta para los analistas es sí.
Y es que cerca de mediados de julio, el yen japonés se encontraba registrando importantes caídas frente al dólar estadounidense, tocando su nivel más bajo en casi 38 años. La moneda fiduciaria de Japón se debilitó hasta alcanzar los 160.82 yenes por dólar, superando el récord anterior establecido de 160.03 de fecha 29 de abril y llegando a su punto más débil desde 1986.
Por razones más que obvias, esta significativa caída desencadenó en los inversores expectativas sobre una nueva intervención por parte de las autoridades financieras japonesas en los mercados de divisas, algo que ya había sucedido en el pasado reciente.
Sin embargo, casi un mes después estamos siendo testigos, del lunes negro que provocó el desplome de las bolsas de Asia durante la madrugada del lunes y que terminó generando más presión en una gran cantidad de activos desde antes de la apertura oficial del mercado en Nueva York, cuando la Bolsa de Valores de Japón, marcaba una caída de un 12,4%, la mayor desde 1987.
Este lunes comenzó con una gran cantidad de liquidaciones en ese mercado bursátil de Tokio cuando las acciones japonesas del marcador Nikkei 225, se desplomaron más del 25%, contagiando luego a Estados Unidos, Europa, Asia y América Latina, en la misma jornada golpeando bonos, acciones y criptoactivos por igual, que cerraron en rojo.
Mientras esto ocurría, el Yen se apreciaba aceleradamente frente al dólar, subiendo un 2,5%, hasta los 142,96 yenes por dólar, registrando una subida de un 14% en menos de un mes, lo que originó un desapalancamiento masivo, realizado por los inversores para financiar sus pérdidas, mediante la venta de sus activos.
Se cree que este impulso viene en parte por la subida de los tipos de interés del Banco de Japón la semana pasada y la liquidación de las operaciones de “carry trade” financiadas con yenes. Incluso, Shunichi Suzuki, ministro japonés de Finanzas, dijo que el Gobierno estaba vigilando los mercados con “gran preocupación” y agregó: “es difícil decir qué hay detrás de la caída de las acciones”.
Aunque, la mayoría de los analistas coinciden en que ni las expectativas de tipos de interés, ni los datos económicos de Estados Unidos, son suficientes para explicar la gravedad de las liquidaciones vistas en los mercados.
No obstante, hay quienes lo atribuyen a la subida del yen frente al dólar, cuya rentabilidad a corto plazo literalmente es cercana a cero, la cual había registrado durante años una depreciación constante que la convirtió en la moneda por excelencia de financiación de inversiones, como la responsable de las liquidaciones.
Otros analistas, señalan como culpable del descalabro de los mercados a la combinación de la desaceleración China, los temores de un enfriamiento mayor al esperado, una recesión en Estados Unidos (de acuerdo a los datos de empleo publicados el pasado viernes), con las previsiones de una posible baja en la tasas en ese país, por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y una inminente guerra en Medio Oriente.
Todo esto sumado a lo antes explicado, creó el caldo de cultivo letal para las expectativas de los inversores quienes decidieron liquidar las posiciones en activos de alto riesgo, lo que desató el pánico global que alcanzó a las criptomonedas.
De hecho, Bitcoin (BTC) la principal criptomoneda del mercado retrocedió de golpe 16.70%, llegando a perder el nivel de los 50.000 dólares por algunos minutos cuando alcanzó a cotizar en 49.221,15 dólares, de acuerdo a CoinGecko, a pesar de haber arrancado la jornada por encima de los 59.300 dólares, lo que se tradujo en una pérdida para BTC de 10.000 dólares de valor en un día.
Al momento de redactar esta nota, BTC se ha recuperado progresivamente, aunque todavía está muy lejos del nivel de los 60.000 dólares. Su precio es de 55.493,81, con un volumen negociado en las últimas 24 horas de 88.759.371.276 dólares, lo que representa un aumento de precio del 4.2% en las últimas 24 horas y una caída de precio del -16.7% en los últimos 7 días.
La capitalización de mercado de BTC, se encuentra en 1.095.434.287.373 dólares pero en todo caso, el retroceso de este lunes, se ha convertido en la peor caída registrada por el BTC desde finales de febrero pasado.
Por supuesto, al caer BTC arrastró a todos los activos digitales del mercado de criptoactivos. Esto también afecto a las criptoempresas que cotizan en la bolsa neoyorkina, como es el caso de Coinbase Global Inc., el más grande criptointercambio de Estados Unidos, el cual perdía más de un 20%.
Del mismo modo, las acciones de MicroStrategy Inc., que apenas unos días atrás compró más BTC para almacenarlo en su tesorería, se desplomaba casi un 30%, mientras que los mineros Marathon Digital Holdings Inc. y Riot Platforms Inc. se hundían un 20% y un 15%, respectivamente.
Para los próximos días, la atención estará centrada en el mercado japonés y los asiáticos, pero también en la Fed, ya que se rumorea que anunciará recortes de tasas para proteger a los mercados de cualquier efecto dominó de los mercados japoneses, el cual es hasta ahora el foco de la crisis bursátil y criptográfica.
Y es que, en caso que el yen japonés, continúe apreciándose frente al dólar estadounidense, llevará eventualmente a que se encarezcan las exportaciones de las grandes multinacionales japonesas, haciendo que sus productos sean menos competitivos, lo que a su vez golpeará sus expectativas de ganancias provenientes por las ventas globales, arrastrando a su economía y quizás a otras empresas multinacionales y al final a las criptomonedas.