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Los retos de El Salvador en el inicio de una nueva era para el Bitcoin

Desde este martes 7 de septiembre, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en aceptar el bitcoin como moneda de curso legal, comenzando uno de los laboratorios de uso de bitcoin, más grande jamás creado.

Esta decisión sin precedentes que ha provocado por una parte una lluvia de elogios, pero por el otro, críticas y protestas de ciertos movimientos sociales que buscan una ganancia política contra el presidente Nayib Bukele.

El Gobierno de El Salvador, ha desarrollado Chivo una billetera electrónica propia y ha adquirido 400 bitcoins, que servirán para poder dar a cada ciudadano un bono del equivalente a $30 dólares en la criptomoneda a través la aplicación oficial del Gobierno salvadoreño.

De hecho, la compra de esos 400 bitcoins al momento de su adquisición, equivalieron a unos $20,9 millones en bitcoins.

Una cifra que es apenas el 0,28% de los Presupuestos Generales de El Salvador para 2021, que ascienden a un total de $7.453,2 millones de dólares.

El presidente Bukele reveló que el país había comprado en un primer momento un total de 400 bitcoins, el primer paso en un impulso mayor para agregar la moneda digital a su balance.

“Nuestros corredores comprarán mucho más a medida que se acerque la fecha límite”

Una promesa que cumplió casi de inmediato, pues el propio presidente salvadoreño, informó en un tweet que ya habían comprado un total de 550 bitcoins para las reservas del estado y para el sistema Chivo.

Pero, debido a un comportamiento casi normal del bitcoin, su valor cayó tras su implementación, haciendo que la inversión pasara de $28,6 a $23,7 millones de dólares entre lunes y martes, perdiendo en consecuencia en un solo día casi $5 millones de dólares de capitalización.

También, ha puesto en servicio unos 200 cajeros electrónicos Chivo. De manera de ofrecer cambio inmediato de bitcoin a dólares y viceversa.

Estos cajeros, fueron instalados por el gobierno salvadoreño en todo el país para poder operar bitcoin y realizar cambios sin comisiones.

Gracias a ese bono, cada uno de los 6,4 millones de habitantes de El Salvador, tendrá acceso a una tecnología de pagos muy diferente a lo que habían estado acostumbrados, lo que servirá para «abrir más oportunidades de negocio para todo tipo de negocios, reducir costos y atraer turistas de cualquier parte del mundo«, según explica el propio Gobierno de Bukele.

Pero, el reto es superar la brecha tecnológica, en un país donde más del 70% de su población activa no posee una cuenta bancaria. Es por ello, que se ha impulsado la adopción del bitcoin como contrapeso de su debilitado sistema financiero y para impulsar la economía y los servicios en esa nación.

Además, el Gobierno de El Salvador ha creado un fondo de garantía de unos $150 millones de dólares como medida de seguridad para garantizar la convertibilidad del bitcoin, a fin de evitar que los salvadoreños pierdan dinero al momento del cambio a efectivo.

Esta medida de garantía se debe a que es bien conocido como el bitcoin todavía puede sufrir gran volatilidad dentro de los mercados globales, por lo que era necesaria una medida de mitigación para garantizar que el precio del envío se mantenga al momento del retiro en los cajeros Chivo.

Estas medidas, han sido bien recibidas desde la comunidad de criptomonedas en todo el mundo y se ha dado la bienvenida a El Salvador como el primer país del mundo que acepta Bitcoin como moneda de curso legal.

Pues, el alcance de la ley va más allá del uso de la criptomoneda en operaciones comerciales y mercantiles, sino que además la ley establece que los ciudadanos podrán pagar impuestos en bitcoin, así como también, los servicios serán expresados en dólares y BTC al mismo tiempo.

La nueva legislación permite en El Salvador que los precios se muestren en bitcoins, las contribuciones fiscales se paguen con la moneda digital y los intercambios en bitcoins no estarán sujetos al impuesto sobre las ganancias de capital.

Asimismo, El Salvador es ahora el primer país en poner oficialmente bitcoin en su balance y mantenerlo en sus reservas en moneda extranjera. El Salvador ahora es portada de noticas Blockchain

Este país, al no tener una moneda propia, usaba el dólar estadounidense como unidad de cuenta y ahora agregó al bitcoin a su oferta.

El Salvador prácticamente basa gran parte de su economía en las remesas, o el dinero que los migrantes en el exterior envían a casa.

Estos aportes son importantes para la economía local, ya que representan más del 24% del producto interno bruto del país, según el Banco Mundial.

El Gobierno ha dicho que las remesas con bitcoin enviadas desde la plataforma Chivo, serán sin comisiones, lo cual permitirá abaratar los costos del envío de dinero desde el extranjero, pudiendo así enviar más dinero útil a sus familiares en El Salvador.

Pero aun así el Gobierno de Bukele no la tiene fácil, pues se está enfrentando a un muro de personas que buscando aspiraciones políticas, han llevado a un sector de la población a rechazar de plano el bitcoin, bajo el argumento de que la criptomoneda es complicada para tercera edad.

Y es que de acuerdo a varias encuestas del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana, el 78,3% indicó que no estaban interesados en descargar la app Chivo, pese a los $30 dólares de recompensa inicial.

Igualmente, los economistas del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales se han mostrado muy críticos con esta iniciativa salvadoreña, considerando que «uno de los primeros riesgos que habíamos advertido es que los costes de este experimento quien lo paga es la población«.

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha dado su opinión, la cual no es nada favorable. Desde el FMI se ha alertado que la adopción de bitcoin podría incrementar los riesgos regulatorios del país centroamericano.

Además, el FMI, ha señalado que la implementación del bitcoin dentro de la economía de un país como El Salvador, «tiene una serie de cuestiones financieras y jurídicas que requieren de un análisis muy cuidado».

Sin embargo, ya hay quienes sostienen que El Salvador podrá experimentar en «tiempo real» lo que es la Ley de Gresham al convertir al bitcoin en moneda de curso legal sin desplazar al dólar de este mismo rol.

La Ley Gresham, señala que «en un sistema monetario formado por monedas de distinto valor (intrínseco, el nominal debiera ser igual), la moneda menos apreciada desplaza a la de más valor», por lo que quizás el bitcoin frente al dólar tenga las de perder en esa economía«

Esta teoría que fue enunciada por el importante comerciante y financiero inglés del siglo XVI Thomas Gresham, que si bien no desarrolló una formulación teórica como tal, es uno de los principios económicos de las teorías modernas.

De acuerdo a este principio, cuando en un país circulan simultáneamente dos tipos de monedas de curso legal, la población tiende a considerar a una como mejor que la otra, por lo que la “buena” termina siendo expulsada del mercado porque la gente prefiere ahorrarla.

Mientras que por el contrario, la moneda calificada como “mala”, termina siendo usada para hacer el gasto corriente y diario. Este efecto se da cuando es obligatorio aceptar la moneda por su valor facial y el tipo de cambio se establece por ley.

Pero las mayores críticas, provienen desde dentro de El Salvador, ya que hay actores políticos que advierten los diferentes riesgos de convertir al bitcoin en moneda de curso legal, algo que a su juicio afectará a los salvadoreños de menos recursos.

Algunos economistas señalan el Gobierno salvadoreño ha sido opaco en cuanto al bitcoin, pues no ha detallado los criterios utilizados para realizar las compras, la formas en que se adquirieron o si la compra se hizo en una plataforma de intercambio o a un gran tenedor de esta criptomoneda.

Pero el presidente Bukele, ante las voces críticas ha señalado que «…como toda innovación, el proceso del bitcoin en El Salvador tiene una curva de aprendizaje. Todo camino hacia el futuro es así y no se logrará todo en un día, ni en un mes«.

El propio presidente Bukele está empeñando su capital político en el éxito de este proyecto, que sin duda, no traerá grandes cambios de inmediato. Aun así en el largo plazo se prevé una realidad diferente.

Si los salvadoreños toman el control de bitcoin, los beneficios son mayores que los riesgos, una vez que aprendan a manejarse con la criptomoneda, tendrán un largo camino adelantado con respecto al resto de países del mundo.

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