El viernes de la semana pasada, la destacada firma de inversión 21Shares, que ofrece productos de inversión en criptomonedas para inversores institucionales y minoristas, presentó una declaración de registro S-1 ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, «por sus siglas en inglés»), para lanzar un fondo cotizado en bolsa (ETF) de XRP al contado.
Esta acción de la firma de inversión 21Shares, se produce en un momento en que un número cada vez mayor de firmas y fondos de inversión buscan la aprobación regulatoria para ofrecer ETF similares. 21Shares pretende incluir el 21Shares Core XRP Trust en la bolsa Cboe BZX, con Coinbase Custody Trust Company como custodio.
En caso que la SEC lo apruebe, el ETF proporcionaría finalmente a los inversores estadounidenses exposición directa a XRP, algo que ha venido siendo solicitado por el mercado desde la aprobación del primer ETF al contado de criptomonedas a inicios de este año.
Básicamente, la declaración de registro del pasado viernes, presentada por la firma de inversión 21shares, se suma a otras que apuntan a incluir un ETF de XRP al contado de empresas como Canary Capital y Bitwise.
Si bien la SEC ha aprobado los ETF de Bitcoin (BTC) y Ether (ETH) al contado, aún no ha aprobado un ETF de XRP (XRP) al contado. Sin embargo, los analistas coinciden en que esta nueva solicitud de ETF de XRP, aumentará la presión sobre la SEC para que termine por aprobar dicho fondo cotizado en bolsa.
De hecho, la SEC todavía puede retrasar la decisión o abrir comentarios sobre las presentaciones de ETF durante meses, para postergar su aprobación hasta que llegue una nueva administración al frente de la Comisión a inicios del próximo año.
Ya que en todo caso es más fácil pedir que obtener una aprobación inmediata con la administración actual. Si bien es cierto que los inversores siguen buscando acceso a la exposición a XRP, es más que notoria la batalla en curso entre la SEC y Ripple Labs Inc.
Y es que desde el punto de vista de la SEC, tanto Ripple Labs, como su CEO, Brad Garlinghouse y su Cofundador y presidente ejecutivo, Chris Larsen, violaron la ley federal de valores de Estados Unidos al vender la criptomoneda XRP en criptointercambios, sin cumplir los requisitos aprobatorios para la emisión y oferta de valores.
Para la SEC, XRP es considerado un “contrato de inversión” de acuerdo a los parámetros de la prueba de Howey y como tal, debe cumplir ciertos requisitos de registro que establece la ley de valores de ese país.
De allí que la SEC, acusó Ripple Labs, la empresa emisora de XRP y a sus dos directivos de recaudar 1,3 mil millones de dólares a través de las ventas directas de dicho activo digital, por lo que el propio regulador considera que XRP es un “valor no registrado” y por lo tanto sujeto a acciones de cumplimiento.
A pesar de ello, en julio del año pasado Ripple Labs tuvo una victoria parcial, tras un fallo de la jueza Analisa Torres, del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York (S.D.N.Y., «por sus siglas en inglés»), la cual indica en su sentencia que Ripple Labs no violó la ley federal de valores de Estados Unidos al vender XRP en criptointercambios, ya que XRP “no es necesariamente un valor”.
La jueza Torres, determinó que la venta de tokens de XRP por parte de Ripple Labs en criptointercambios y a través de algoritmos “no constituyó contratos de inversión”, lo que en consecuencia, derrumbó el caso de la SEC contra Ripple Labs.
En el fallo la jueza Torres, dictaminó claramente que “XRP, como token digital, no es en sí mismo un ‘contrato, transacción o esquema’ que incorpore los requisitos de Howey de un contrato de inversión”.
No obstante, la jueza Torres sí determinó en su sentencia que la venta institucional sí infringió la ley federal de valores, ya que necesitaba aprobaciones regulatorias antes de poder vender XRP a inversores sofisticados.
Por ello, la jueza tuvo que separar las ventas a compradores en criptointercambios de la venta institucional, estableciendo una diferencia entre las ventas de “oferta a ciegas” y las ventas directas a inversores institucionales plenamente identificados, las cuales sí violaron la ley.
Debido a que la sentencia no fue del agrado de la SEC ni de su presidente, Gary Gensler, quien se mostró profundamente decepcionado por la decisión del S.D.N.Y., el regulador decidió jugar otra carta, en sus esfuerzos para continuar la batalla legal contra Ripple Labs, Garlinghouse y Larsen.
Y es que la SEC, solicitó una apelación interlocutoria en el caso argumentando que la orden de la Corte “sobre sentencia sumaria” de la jueza Torres “presenta precisamente los tipos de ‘problemas legales espinosos’ que llevaron al Congreso a establecer una revisión interlocutoria” sobre otro caso descrito en la jurisprudencia estadounidense de Weber contra Estados Unidos, de 2007.
Por lo que la SEC, solicitó una Apelación Interlocutoria a través de un tribunal federal de apelaciones, bajo una ley que permite apelar ciertas decisiones antes de que se dicte sentencia firme en un caso.
En las leyes estadounidenses, en caso que una orden no se ajuste al criterio de una de las partes, dicha parte no conforme, debe presentar primero una moción ante el tribunal de primera instancia pidiéndole que certifique la orden para una apelación interlocutoria.
En vista, que esa carta tampoco funcionó la SEC pasó a la imposición de una multa por el concepto de la venta institucional de XRP fijando su monto casi 2 mil millones de dólares. Sin embargo, los abogados de Ripple Labs, exigieron que la SEC redujera sustancialmente el monto, porque había sido desproporcionada, en comparación con el volumen de comercio involucrado en la demanda.
De allí que, los abogados recurrieron a los tribunales neoyorquinos nuevamente para solicitar que se desestimara el monto de la multa de la SEC, consiguiendo una importante reducción a poco más de 102 millones de dólares. Desde entonces, la SEC ha batallado por imponer un valor mínimo de multa establecido en 125 millones de dólares que ha sido rechazado por Ripple Labs.
Ripple Labs sigue negándose a pagar montos exorbitantes impuestos por el regulador, ya que según sus abogados, la multa que debe pagar la empresa, suma poco más de 10 millones de dólares y no los montos que afirma la SEC.
En paralelo a esta disputa legal, recientemente se pudo conocer que el CEO de Ripple Labs, reveló en una entrevista con CNBC, que su cuenta bancaria que tenía unos 25 años de antigüedad, fue cerrada debido a su posición como líder de una criptoempresa.
Garlinghouse, afirmó que su estado de desbancarizado se debe a un mayor escrutinio regulatorio que afecta las cifras dentro del sector de las criptomonedas. “Personalmente, me han desbancarizado. Recibí una llamada no hace mucho tiempo de una de las principales instituciones bancarias en las que había tenido una cuenta durante 25 años, y me dijeron: ‘Tienes 5 días para mover tu dinero’”.
Garlinghouse explicó que el banco fue franco sobre la razón. “En realidad fueron súper honestos”, “Mira, eres una persona notable en criptografía, y tener gente notable con criptografía y bancarizando la industria criptográfica significa más escrutinio por parte de los reguladores federales, así que no lo queremos”.
El propio CEO de Ripple, aunque inicialmente en la entrevista con CNBC, no reveló el nombre del banco, posteriormente le confirmó a Coindesk, que el banco que cerró su cuenta fue el Citigroup Inc., algo que en opinión de muchos, es producto de las crecientes presiones regulatorias.