La semana pasada, la empresa de análisis de blockchain Chainalysis, publicó un informe en donde se evidencia una disminución de los delitos relacionados con criptoactivos durante el primer semestre de 2023, mostrando una caída de un 65% en general. Sin embargo, los ciberdelitos de ransomware parecen estar repuntando con respecto al año pasado.
Chainalysis, destaca en su informe que esta disminución en los delitos relacionados con las criptomonedas ha sucedido a pesar que este año “ha sido un año de recuperación para las criptomonedas después de un caótico 2022, con precios de activos digitales como Bitcoin subiendo más del 80% en el año al 30 de junio”.
2/ Through the end of June, crypto inflows to known illicit entities are down 65% compared to where they were at the same time in 2022. pic.twitter.com/PhKFrrWBkQ
— Chainalysis (@chainalysis) July 12, 2023
En un hilo en la cuenta de Twitter de @chainalysis, la empresa señaló: “¡Ya está disponible nuestra actualización de mitad de año sobre delitos criptográficos! Esto es lo que encontramos: El crimen en general ha bajado un 65%”; “los estafadores se llevaron $3.300 millones menos año contra año en lo que va de 2023” y “el ransomware va camino de su segundo año más grande hasta la fecha”
Y es que según los datos analizados por Chainalysis, “hasta fines de junio, las entradas de criptomonedas a entidades ilícitas conocidas, sin incluir las entradas a entidades que han sido sancionadas o sujetas a medidas especiales, se redujeron un 65% en comparación con el mismo momento en 2022”.
Para algunos esta tendencia es señal que los ciberdelincuentes, no se han mostrado entusiasmados por los aumentos de precios en las criptomonedas o están en la etapa de estudio e infiltración para golpear nuevos objetivos en el ecosistema de las criptomonedas, ya que como es sabido, el cibercrimen es prácticamente una industria que nunca descansa.
De acuerdo con Chainalysis, “las entradas a entidades de riesgo (realizadas principalmente de mezcladores y bolsas de alto riesgo) han bajado un 42%” en comparación con “las disminuciones mucho menos severas para los servicios legítimos, que han visto una caída de solo el 28% en las entradas”.
Obviamente, en un escenario de altos precios, los HODLERs están esperando que bitcoin (BTC), ethereum (ETH) y el resto de criptoactivos suban a precios no vistos desde 2021, tras el criptoinvierno que golpeó a los mercados el año pasado, lo que es uno de los factores que influye en volúmenes de transacciones más bajos.
Además, el alza en los precios de las criptomonedas generalmente aumentan los ingresos por estafas, “probablemente porque la mayor exuberancia del mercado y FOMO hacen que las víctimas sean más susceptibles a las propuestas de los estafadores” según Chainalysis, aunque “la drástica disminución de estafas de 2023 contrarresta esa tendencia de larga data”.
Pero, esta disminución a la luz de los datos del informe de Chainalysis, muestra que el volumen de transacciones “ilícitas” con criptoactivos ha experimentado una caída mucho más pronunciada que el volumen de transacciones “legítimas” con criptoactivos.
De hecho, la empresa de análisis de blockchain con sede en Nueva York, destaca en su informe que la mayor caída en la industria del cibercrimen se ha observado en las estafas, ya que hasta junio, los criptoestafadores recaudaron casi 3.300 millones de dólares menos en 2023 que en 2022, para un total de poco más de 1.000 millones de dólares en este año.
Este desplome se debió a la desaparición abrupta de dos de las estafas más grandes de 2023: VidiLook y Chia Tai Tianqing Pharmaceutical Financial Management. Según el informe, “ambas estafas siguen el modelo típico de estafa de inversión de ofrecer rendimientos descomunales en cualquier criptomoneda «invertida» por los usuarios”.
Sin embargo, “VidiLook lo hace con un giro único, pagando a los usuarios su token VDL nativo a cambio de ver anuncios digitales, que luego afirma que los usuarios pueden apostar por grandes recompensas”, pero la desaparición de ambas dejó para los criptoestafadores un 77% menos de ingresos que hasta junio de 2022.
No obstante, el cibercrimen basado en ataques de ransomware, es la única actividad que la empresa Chainalysis, proyecta que crecerá este año, ya que hasta finales de junio, los ciberatacantes habían extorsionado unos 175.8 millones de dólares más que en el mismo período de 2022.
Los analistas de Chainalysis, dijeron que este crecimiento “probablemente signifique la reversión de la tendencia positiva a la baja del ransomware que vimos en 2022”. Porque, este tipo de ciberdelito está encaminado a tener “su segundo año más grande hasta ahora, habiendo extorsionado al menos 449,1 millones de dólares hasta junio”.
Las proyecciones estiman que, de continuar los atacantes de ransomware a este ritmo durante 2023, esta actividad pudiera dejar unos “898,6 millones de las víctimas en 2023, solo por detrás de los 939,9 millones de 2021”.
Este aumento se debe a que ha habido un crecimiento en los pagos de ransomware a los atacantes tanto en los pagos pequeños como en los pagos grandes de las víctimas para rescatar sus datos, producto de las diferentes cepas de ransomware como servicio (RaaS, «por sus siglas en inglés») que se encuentran activas en Internet.
Las cepas de RaaS más activas en 2023 han sido Dharma, Phobos y Stop/djvu, que son utilizadas en ciberataques contra objetivos más pequeños y pueden ser implementadas por actores relativamente poco sofisticados, mientras que las cepas BlackBasta, Cl0p y ALPHV/Blackcat, son empleadas en ciberataques más grandes, contra objetivos y organizaciones que dejan más dinero.
A pesar del avance del ransomware durante este primer semestre, el informe concluye que “los datos de Chainalysis muestran que el criptocrimen en su conjunto está en fuerte declive en 2023”. La empresa de análisis blockchain, señala que esta caída en los ciberdelitos es muestra que “los esfuerzos de los sectores público y privado están dando sus frutos”.
Esto aunado a “la presión policial parece ser amortiguando la actividad delictiva, mientras que las empresas criptográficas están haciendo su parte para proteger a los usuarios de las estafas y prevenir los ataques que han sido un gran problema en años anteriores, especialmente para los protocolos DeFi”.
No obstante, quedaron fuera de este informe aquellos delitos relacionados con las criptomonedas que figuran como el robo de billeteras, tal y como sucedió recientemente en Medellín, Colombia, cuando turistas dominicanos fueron drogados y les fueron vaciadas sus Wallets de criptomonedas, de acuerdo a lo informado por el sitio Web de la alcaldía de esa ciudad.
Este tipo de delitos, es mucho menor y pocas veces frecuentes en el mundo de las criptomonedas por lo que los mismos no son considerados para este informe. Pero, ello es señal que todos los usuarios de criptomonedas deben trabajar activamente en la protección de sus activos digitales.