El jueves de la semana pasada, se pudo conocer en un reporte de Bloomberg, que en una nueva demanda contra la antigua administración del criptointercambio FTX Trading Ltd., encabezada por Sam Bankman-Fried y sus ex altos ejecutivos, que Gabriel Bankman-Fried, hermano de Sam, presentó un plan para comprar la pequeña nación insular de Nauru para construir un búnker.
Según el documento de la demanda, identificado con el número 1886, Gabriel hizo esta presentación a través de la FTX Foundation, (también conocida como FTX Philanthropy), el brazo sin fines de lucro del conglomerado FTX, que generalmente perseguía proyectos que eran “frecuentemente equivocados y, a veces, distópicos”.
Los demandados Bankman-Fried, Zixiao “Gary” Wang, Nishad Singh y Carolina Ellison, deberán responder por 1 mil millones de dólares en transacciones cuestionables, que han sido detectadas por los acreedores. Esta demanda busca recuperar millones de dólares en efectivo deshaciendo dichas operaciones por más insólitas que parezcan.
Y es que, de acuerdo a lo que indica la demanda en “un memorando intercambiado entre Gabriel Bankman-Fried y un funcionario de la Fundación FTX, se describe un plan para comprar la nación soberana de Nauru con el fin de construir un “búnker/refugio” que se usaría para “algún evento en el que muera entre el 50% y el 99,99% de las personas [para] garantizar que la mayoría de los EA [altruistas efectivos] sobrevivan”.
Estos EA son millonarios filántropos que forman parte de la filosofía a la que Bankman-Fried, se adscribió públicamente, la cual es un movimiento filosófico y social que se desarrolló durante la década de 2000, que aboga por “usar la evidencia y la razón para descubrir cómo beneficiar a los demás tanto como sea posible y actuar sobre esa base”.

Aunque, luego el memorando también añade que se podría comprar esta isla “para desarrollar» una regulación sensata en torno a la mejora genética humana y construir un laboratorio allí«. El memorando señaló además que «probablemente también hay otras cosas que es útil hacer con un país soberano«”.
Y es que la denuncia realizada por la nueva administración de FTX, señala que los antiguos dueños de la plataforma, querían comprar al país de Nauru con la finalidad de convertirlo “en un búnker para el apocalipsis” que resguardara a los amigos de Bankman-Fried, ante un evento de extinción masiva (EE, por sus siglas en inglés).
Las ideas de los desarrollos de construcciones tipo búnker llevan varios años en planos. No obstante, aunque al principio las ventas de estos desarrollos fueron lentas, tuvieron un fuerte auge en su demanda tras la llegada de la pandemia de Covid-19, junto a las previsiones que señalan un aumento de los fenómenos meteorológicos provocados por el cambio climático.
Es por ello, que los hermanos Bankman-Fried quizás vieron la posibilidad de crear su propio búnker para millonarios en la lejana isla de Nauru. Esta isla, cuyo nombre oficial es República de Nauru, es un pequeño país oceánico que queda al sur de las Islas Marshall, que posee 11 mil habitantes y forma parte de Micronesia, en el Pacífico central.
Su superficie es de tan solo 21,3 km2, lo que lo convierte en el estado soberano más pequeño de Oceanía y del mundo. Nauru, solo es superado en tamaño por el Vaticano y el Principado de Mónaco y tiene una forma ovalada. Debido a su tamaño, su economía es complicada, y no posee diversidad de fuentes productivas.
Su sistema financiero fue permisivo con el dinero proveniente de fuentes opacas en la década de los 90 del siglo pasado, dejando entrar capitales de organizaciones criminales de Rusia, China y otras partes del mundo, gracias a sus leyes laxas que favorecían la entrada de dinero ilícito para el lavado.
Esto convirtió a Nauru en un paraíso fiscal. No obstante, tras años de estar en las listas negras del mundo, el país para limpiar su imagen internacional, realizó cambios estructurales en sus leyes, de manera que pudiera integrarse de nuevo al sistema internacional.
De allí que, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 2017, mejoró la calificación de las normas de transparencia fiscal de Nauru, luego que ese país se sometiera a un proceso de cumplimiento y verificación acelerado con la OCDE, haciendo que la pequeña república recibiera una calificación de país “ampliamente cumplidor”.
Más allá de estos detalles, Nauru enfrenta problemas derivados del cambio climático, como aumento del nivel del mar y poca disponibilidad de fuentes de agua dulce, así como otros derivados de su pobreza y poco desarrollo social.
Asimismo, en la demanda contra Bankman-Fried y sus ex altos ejecutivos, se reveló que Ellison, ex codirectora ejecutiva del fondo de cobertura afiliado Alameda Research, unos ocho meses antes de que el criptointercambio se desplomara al entrar en bancarrota, había estimado un déficit de efectivo en la contabilidad de FTX.com de más de 10 mil millones de dólares.

A pesar de esto, la demanda indica que Ellison se dio a sí misma un bono de 22,5 millones de dólares en marzo de 2022 tras haberse dado cuenta del faltante, lo cual realizó a través de una serie de transferencias intrincadas, en las cuales la ejecutiva de FTX y Alameda Research usó 10 millones de dólares de esos fondos directamente en su cuenta bancaria personal.
Mientras que otros 10 millones de dólares, fueron invertidos en una empresa de inteligencia artificial a su propio nombre. Esta conducta de Ellison, fue detectada en varias oportunidades en 2021 y 2022.
Por otro lado, el documento también señala que Bankman-Fried y Wang, en su rol de ex director de tecnología de FTX, tomaron 546 millones de dólares de Alameda Research, para adquirir 56 millones de acciones en Robinhood Markets Inc., en mayo del año pasado.
Robinhood Markets Inc., es una empresa estadounidense de servicios financieros con sede en Menlo Park, California, conocida por ofrecer operaciones sin comisiones de acciones y fondos cotizados a través de su App para iPhone y Android.
“Bankman-Fried compró alrededor del 7,42% de las acciones de Robinhood a través de Emergent Fidelity Technologies Ltd, utilizando fondos prestados de Alameda Research, según una declaración jurada que presentó en diciembre ante un tribunal de Antigua”, de acuerdo con un reporte de Reuters.
Posteriormente, estas mismas acciones fueron confiscadas por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ), con autorización judicial emitida por una Corte de Quiebras en el Distrito Sur de Nueva York, las cuales también son parte de un reclamo de BlockFi contra FTX.
No cabe duda que los malos manejos de la directiva anterior de FTX, llevaron al criptointercambio a la quiebra, justo en un momento delicado del mercado de criptomonedas que atravesaba un duro criptoinvierno y las consecuencias de la caída del ecosistema Terra/Luna.