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Hay que cuidarse de estafas con Bitcoin al estilo de Africrypt

El ecosistema de las criptomonedas ha recibido mucha atención, porque importantes figuras e influencers a diario nos refuerzan la premisa, sobre cómo el Bitcoin y las criptomonedas están cambiando al mundo y pronto serán uno de los pilares de la economía global.

Debido a esto, muchas personas reciben a diario, mensajes y publicidad no solicitada con muchas ofertas de sitios Webs desconocidos que ofrecen un mundo de posibilidades para invertir en criptomonedas.

Los estafadores en ocasiones se hacen pasar por gente famosa, como Bill Gates, Elon Musk o hasta el expresidente Barack Obama, entre muchos otros, que supuestamente deciden regalar su dinero, y por lo tanto proponen devolver duplicado el dinero que le envían en Bitcoin.

Aunque también, los estafadores usan redes sociales y sitios Web de citas en línea para convencer a la gente de hacer falsas inversiones en criptomonedas, empleando fotografías de personas visualmente atractivas y con una vida llena de supuestos lujos.

Sin embargo, suele suceder que aún evaluando correctamente estas ofertas, analizando servicios y empresas que ofrecen proyectos basados en criptomonedas, sea posible que podamos caer en estafas que nos lleven a perder el dinero y capital invertido.

Ya no se trata del hecho, de que los estafadores se aprovechan del poco conocimiento que pueden tener las personas sobre el tema, sino que ahora también se valen de estrategias creadas para deslumbrar y atraer a las posibles víctimas con empresas reales.

El más reciente caso fue Africrypt, un exchange y fondo de inversión en criptomonedas basado en Sudáfrica que desapareció con el total de capital invertido unos $3.6 mil millones de dólares, creando así, lo que podría ser la estafa más grande de este tipo en la historia de las criptomonedas

La historia comenzó cuando Raees Cajee de 21 años, y Ameer su hermano de 18, en el año 2019 fundaron una empresa de criptoinversión llamada Africrypt, una empresa que permitía operar con bitcoins y al menos otros 500 tipos de criptoactivos diferentes.

Tras alcanzar el éxito a lo largo de un explosivo año 2020 para las criptomonedas a nivel general, Africrypt, logró atraer la mirada de muchos inversores y clientes, deslumbrados por la proeza de estos jóvenes emprendedores africanos.

Parte de ese éxito de Africrypt, estuvo basado en que desde sus inicios se involucró en la promoción de eventos de todo tipo, que aseguraron una fuerte penetración en el mercado local. Sin embargo, a pesar que todo parecía estar bien, la empresa este año desapareció.

Las malas noticias llegaron en abril, cuando Africrypt dijo que sus sistemas fueron pirateados y los criptoactivos que resgaurdaba fueron robados.

Los inversionistas recibieron un correo electrónico que les explicaba que la plataforma estaba cerrando por un hackeo masivo.

En ese correo se explicaba que todas sus cuentas y billeteras electrónicas habían sido hackeadas y por lo tanto, tanto sus cuentas y fondos permanecerían congelados, para no comprometer su seguridad.

Pero lo que llamó la atención de algunos inversionistas, fue la petición que hacían los hermanos Cajee, quienes señalaban en el correo electrónico, que una denuncia a la policía haría más lento el proceso de recuperación de las cantidades robadas en el hackeo.

Además, decían en ese mismo comunicado que se pedía de manera urgente a los inversores no emprender acciones legales, ya que la empresa se encargaría de resolver la situación, lo cual para muchos resultó simplemente sospechoso.

Tras ello, algunos inversores decidieron investigar a los hermanos Cajee y contratar un bufete de abogados, para determinar lo que realmente pudo suceder con sus fondos y para buscar el porqué de un mensaje tan explícitamente extraño dirigido a los inversores y clientes.

Y por supuesto, las investigaciones comenzaron a dar resultados. Días después de iniciadas, se pudo conocer que al parecer los fundadores transfirieron los fondos de una cuenta del First National Bank (FNB) de Johannesburgo y desaparecieron sin dejar rastro.

Desde entonces, los hermanos Ameer y Raees Cajee no responden las llamadas y su teléfono móvil se encuentra casi siempre apagado. Ambos desaparecieron con una suma de alrededor de 69.000 bitcoins, que en su momento más alto se valoró en más de $4.4 mil millones de dólares.

De hecho, el golpe ocurrió cuando la cotización superaba los $50.000, un monto muy superior al valor actual que ronda los $35.249. Según diferentes versiones, esa sería la estimación inicial del monto perdido, aunque alguien relacionado con Africrypt dice que no es correcto.

Un abogado, que asesoró a los hermanos Cajee durante la creación de la empresa en 2019 y que trabajó para ellos hasta recién entrado el año 2020, dijo que quizás ese monto establecido estaba inflado y que quizás, esto se debía a un malentendido.

Pero el equipo de abogados contratados por los inversores, descubrieron que los fondos presuntamente bloqueados en las cuentas de la empresa, en realidad habían sido desviados a otras plataformas y sistemas de criptomonedas para que no pudieran ser rastreados.

Según este equipo de investigadores, el dinero pasó por varias mezcladoras en la Dark Web para imposibilitar su rastreo, mediante las empresas especializadas en revisión de las diferentes cadenas de bloques.

El equipo investigador del bufete Hanekom Attorneys, que fue el primero en accionar legalmente contra Africrypt y sus fundadores, presume que dichos fondos acabaron en las cuentas de los hermanos Cajee, cuyo rastro también se había perdido en el Reino Unido.

Además determinaron que los empleados de esa empresa, perdieron el acceso a las plataformas de back-end siete días antes del supuesto ataque, lo que hace presumir que haya sido una operación de fraude bien pensada por los hermanos Cajee.

Ahora la empresa Africrypt, ha sido tachada de esquema Ponzi por algunas personas, pues un negocio que se mercadeó desde sus inicios con el boca a boca y el patrocinio de eventos en campos de Golf y Polo ecuestre en Sudáfrica, terminó en una pérdida mil millonaria para su inversores y clientes.

Aunque, la Autoridad de Conducta del Sector Financiero de Sudáfrica (FSCA por sus siglas en inglés) encargada de revisar este tipos de casos en ese país, también está investigando a Africrypt, actualmente tiene prohibido iniciar una investigación formal.

La FSCA no puede iniciar una investigación criminal, debido a que los criptoactivos no se consideran legalmente productos financieros en ese país, de acuerdo a lo informado por el propio jefe de aplicación de ese organismo, Brandon Topham.

Y además, a pesar que el caso fue denunciado ante la policía sudafricana especializada en crímenes fiscales llamada los Hawks, y el propio Tribunal Supremo de Gauteng, concedió una orden de liquidación contra los hermanos, no se podrá hacer nada más allá de la investigación.

En este tipo de casos en Sudáfrica, el gobierno tiene las manos atadas, pues aunque pudiera emprender una investigación, la misma solo se podrá hacer de forma limitada, debido a que en ese país, no existe un marco legal que regule el mercado de criptoactivos y no hay un hecho punible de acuerdo a su legislación.

Lo ocurrido con Africrypt, es la oportunidad perfecta para que los legisladores en todo el mundo comprendan que la alta demanda de los criptoactivos requiere reglas claras, y una desregulación sólo sirve a los propósitos de los estafadores especializados en este tipo de fraudes.

Pero también por el otro lado, tras este incidente los reguladores podrían tomar una dirección incorrecta, como la prohibición total del comercio con los criptoactivos, algo que ya ha ocurrido en algunas jurisdicciones como China.

Es necesario comprender, que esta modalidad financiera de inversión, es una de las más demandadas a nivel global, por lo que es importante tener unas bases jurídicas que protejan a todos los usuarios por igual, ante posibles escenarios de estafas a pequeña o gran escala.

Africrypt, no es la única mala experiencia en Sudáfrica, porque ya el año pasado otra empresa de inversión en Bitcoin, Mirror Trading International, desapareció de un momento a otro, dejando pérdidas por alrededor de 23.000 bitcoins, valuados en $1.2 mil millones de dólares.

Mirror Trading International, para el momento de su desaparición tenía 260.000 miembros y fue catalogada en un informe de Chainalysis, como la estafa más grande del 2020. Aunque este tipo de estafas con inversiones en criptomonedas suelen venir con falsas promesas y garantías, en ese caso y en el de Africrypt, nadie lo vio venir

Generalmente, este tipo de empresas y servicios criptográficos suelen operar muy bien las primeras semanas y meses, pero tras ganar una buena base de usuarios y levantar un capital objetivo, los estafadores, suspenderán los retiros de capital con la excusa de un supuesto hackeo.

Para minimizar los riesgos de ser víctimas de fraude, es necesario valorar correctamente quienes están delante del proyecto, quienes son los fundadores, cual es el respaldo que posee, algo que es vital para comenzar a tener algo de luz sobre la inversión en este tipo de empresas.

La inversión financiera es una actividad de muy alto riesgo, independientemente del mercado. Cualquier activo o criptoactivo que esté en un mercado, puede estar siendo usado por alguna empresa fraudulenta.

Sin embargo, debido a la poca regulación de los criptoactivos en general en la mayoría de los países, este es uno de los mercados más fructíferos para los estafadores en general. Pero, como inversores, debemos conocer de antemano dónde colocamos nuestro capital.

Cualquier empresa de servicios de inversión en criptomonedas, que ofrezca inmensas ganancias, en tiempos realmente cortos, ya debe ser vista de plano, como una estafa.

La época de los ricos de la noche a la mañana pasó, a menos que el valor de las criptomonedas llegue hoy mismo a $100 mil dólares.

De resto, cualquier ofrecimiento en ese sentido, es absolutamente falso y está diseñado para atraer incautos a su esquema fraudulento.

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