Este martes 31 de octubre, en plena celebración del Halloween, el presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, «por sus siglas en inglés»), Gary Gensler, deseó un feliz 15º aniversario del famoso Whitepaper o “libro blanco” de Bitcoin (BTC), creado por el misterioso Satoshi Nakamoto.
A todos llamó la atención que el propio presidente de la agencia que más ha perseguido y hostigado a las criptoempresas en Estados Unidos, se haya tomado algunos minutos de su tiempo para enviar este mensaje, pero en realidad, Gensler sólo aprovechó la ocasión para hacer una broma sobre el creador de la criptomoneda más importante del mercado.
If Satoshi Nakamoto went as Satoshi Nakamoto for Halloween, would we be able to tell?
Happy 15th anniversary to Satoshi’s famous white paper that started crypto.
Any crypto companies that are tricking investors should start treating them to compliance with the securities laws.
— Gary Gensler (@GaryGensler) October 31, 2023
A través de una publicación en la red social X, (anteriormente Twitter), Gensler escribió: “Si Satoshi Nakamoto fuera Satoshi Nakamoto para Halloween, ¿podríamos saberlo? Feliz 15º aniversario del famoso libro blanco de Satoshi que inició las criptomonedas. Cualquier empresa de criptomonedas que esté engañando a los inversores debería empezar a tratar que cumplan con las leyes de valores”.
No obstante, aunque muchos lo ven como una burla, pareciera que las criptomonedas le quitan el sueño al presidente de la SEC, quien se ha tomado algunos minutos de su valioso y ocupado tiempo, para enviar un mensaje de felicitación por el aniversario del libro blanco que revolucionó las finanzas tradicionales e inició el cambio más disruptivo de los últimos años en este sector.
Y es que, hace quince años, exactamente un 31 de octubre de 2008, alguna persona o grupo, bajo el seudónimo Satoshi Nakamoto publicó en línea el libro blanco de Bitcoin, titulado «Bitcoin: un sistema de efectivo electrónico entre pares», el cual mostró al mundo como se podía enviar valor a través de Internet, tal y como se envía un email o un mensaje en una red social.
Estos envíos involucran dinero digital, que es enviado de forma directa a cualquier parte del mundo sin intermediarios y por primera vez sin utilizar los bancos o empresas de remesas que componen el sistema financiero tradicional, que siempre destacó por su lentitud, procedimientos engorrosos y el cobro de altas comisiones.
Indudablemente hace 15 años atrás Bitcoin no representaba un peligro para la banca ni para el “statu quo” financiero que imperaba en el mundo. Sin embargo, desde que apareció la primera criptomoneda, se convirtió en el cambio más disruptivo que ha sufrido el sistema financiero internacional.
Debido al creciente interés de las personas por alejarse de los bancos para manejar su dinero de forma personal, hubo una explosión de los criptointercambios, billeteras online y nuevas empresas Fintech, que hoy día le hacen sombra a la banca a nivel global, gracias a comisiones más bajas, más rapidez, más tecnología de punta y servicios más dinámicos que en muchos casos se han mezclado con criptomonedas.
Todo este cambio disruptivo que llevó a los bancos a competir con estas empresas Fintech para no perder clientes ni depósitos, también a su vez, ha generado cambios en los mercados, ya que los bonos, las acciones, las divisas y los mercados tradicionales de materias primas o commodities ya no son los únicos disponibles.
Desde que Bitcoin comenzó a cobrar relevancia en el mundo, también llegaron nuevas criptomonedas y tokens, creando un enorme mercado de criptoactivos que ha ganado adeptos entre los inversores minoristas, mayoristas e institucionales.
Esto, obviamente ha llevado a los reguladores que supervisan los mercados financieros tradicionales como la SEC, a tomar medidas para regular un sector que no tenía ningún marco normativo y era conocido como el salvaje Oeste.
La misma SEC, bajo el control de Gensler, ha sido uno de los reguladores en el mundo que ha tomado más medidas enérgicas contra la industria de los criptoactivos como nunca antes se había visto, lo que ha sido considerado por muchos una cacería de brujas.
La SEC ha demandado a importantes criptoempresas Ripple, Binance, Coinbase, Bittrex, Kraken entre otras, e incluso a sus directivos, llevándolos a juicio bajo el argumento que supuestamente estas empresas han violado las leyes del mercado de Valores estadounidense.
Según Gensler y la SEC, estas empresas han vendido criptomonedas y tokens que supuestamente son valores no registrados, por lo que en definitiva, se viola la Ley del mercado de Valores de Estados Unidos aprobada en 1933, creada justo después del apogeo de la gran depresión en ese país.
No obstante, más allá de las diatribas con Gensler, la SEC y el ecosistema de las criptomonedas, lo cierto es que hoy por hoy, 15 años después que Nakamoto publicara el libro blanco de Bitcoin, donde en apenas 9 páginas no sólo describió el algoritmo de prueba de trabajo «proof-of-work» que asegura la integridad de la red, sino que definió otros conceptos de Bitcoin como sistema monetario capaz de sustituir el sistema monetario tradicional.
En primer lugar, Nakamoto propuso un límite a la emisión de Bitcoin, que quedó establecido en 21.000.000 BTC, cantidad que no se puede modificar y que por lo tanto, pone un freno a la emisión de dinero inorgánico como sucede en el sistema monetario tradicional, donde se emite dinero basado en deuda y sin sustento en valor.
Esta emisión descontrolada genera inflación, de la cual hoy en día todos somos víctimas ya que después de la Pandemia durante los años 2020, 2021 y principios de 2022, los países emitieron dinero para seguir pagando a las personas que se quedaban en sus casas, de manera que el desplome de la economía pudiera ser controlado mediante el consumo.
Una vez se detuvo la emisión de dinero “gratis” cayó el consumo artificial, lo que llevó a las personas tener que volver a sus empleos anteriores o a buscar nuevos empleos. Posteriormente, se acrecentó la crisis de las cadenas logísticas junto al bajo consumo, lo que por supuesto fue más gasolina para la inflación que venía escondida con la emisión de dinero.
Nakamoto, se anticipó a estos desafíos con Bitcoin, al crear las bases de una criptoeconomía que impone límites a la emisión descontrolada de monedas y con un mecanismo basado en algoritmos matemáticos lejos de los caprichos del control político.
Además el dinero en el sistema monetario tradicional no es transparente, mientras que las transacciones en la red Bitcoin si lo son a través de los registros en la cadena de bloques, lo que evita la corrupción, la censura e incluso el fraude.
Si Gensler, trató de hacer alguna broma sobre Bitcoin y su creador, lo deja mal parado porque no tiene argumentos como rebatir la importancia en la actualidad de la primera criptomoneda del mundo, a pesar que la identidad y destino de su creador siga siendo un misterio.