FMI propone usar dinero digital en los PIC antes que criptomonedas

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Este fin de semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI), publicó un paper explicando que los responsables de la formulación de políticas en los “países insulares del Pacífico” (PIC, «por sus siglas en inglés»), están buscando soluciones para desarrollar sistemas de pago y ampliar la inclusión financiera, por lo que recomienda que la solución está en el dinero digital y no en las criptomonedas.

Los países del grupo de los PIC, analizados fueron: Palau, Fiji, Nauru, Tonga, Samoa, Tuvalu, República de las Islas Marshall, Kiribati, Estados Federados de Micronesia, Islas Salomón, Vanuatu, Papúa Nueva Guinea, los cuales cubren un área oceánica casi del tamaño de África pero con una superficie geográfica menor al tamaño de Lituania y con menos de 2,6 millones de habitantes.

El FMI a través de este paper, se centra en ofrecer un marco amplio para explorar la introducción del dinero digital en estos países, mediante cualquiera de sus formas: dinero electrónico, monedas estables respaldadas y moneda digital del banco central (CBDC), dejando de lado los criptoactivos no respaldados, ya que no son considerados dinero digital por el organismo internacional.

Dicho paper titulado: “Aumento del dinero digital: implicaciones para los países insulares del Pacífico”, aborda esta necesidad de los PIC de emplear dinero digital para lograr soluciones efectivas.

El FMI como organización financiera internacional de las Naciones Unidas, creada en 1944 tras los acuerdos de Bretton Woods, posee como principal función el otorgamiento de créditos a los 190 países miembros a cambio de que estos implementen sus recomendaciones, para lograr un crecimiento sostenible y prosperidad.

Asimismo, el FMI señala que los PIC, como los países geográficamente más remotos y dispersos del mundo, enfrentan desafíos en materia de servicios financieros y de inclusión, derivado en parte a su tamaño de mercado relativamente pequeño y características geográficas únicas.

Estos desafíos en tienen las economías de los PIC, se ven agravados por la reducción progresiva de las relaciones bancarias corresponsales (CBR, «por sus siglas en inglés»), ya que sus economías no sólo son pequeñas, sino que también “son altamente dependientes de los flujos de remesas”.

Dicha problemática, ha llevado a los gobiernos de estos países a explorar “el papel potencial del dinero digital para aliviar el impacto adverso de la reducción de los CBR”, con la finalidad de “desarrollar sistemas de pago, reducir el costo y las barreras para los servicios financieros y promover la inclusión financiera”, sin embargo, el FMI, recomienda que el camino a transitar está en el uso del dinero digital y no el de las criptomonedas sin respaldo como Bitcoin.

De hecho, el FMI señala que las condiciones particulares en los PIC generan necesidades de moneda únicas en cada uno de ellos, por lo que, si las plataformas de dinero digital que se vayan a emplear están bien diseñadas y gobernadas, estas tienen “el potencial de mejorar la consecución de objetivos de políticas públicas como la inclusión financiera y una mejor conectividad transfronteriza”.

El FMI es consciente, que los países alrededor del mundo están cada vez más interconectados, debido a la preeminencia global de Internet, y gracias a la masificación de la tecnología, por lo que el dinero digital y la innovación financiera están tomando un papel importante en el ámbito económico.

De hecho, el FMI en su paper abordó los posibles beneficios, riesgos e implicaciones macrofinancieras del dinero digital en las economías de los PIC, resaltando que este brinda “ventajas como eficiencia, accesibilidad y seguridad”.

Y es que, según el organismo financiero, el dinero digital posee “el potencial de agilizar las transacciones y redefinir los pagos nacionales, así como de empoderar a las personas en regiones desatendidas, brindándoles acceso a servicios financieros y apoyo gubernamental”.

Por lo que, el dinero digital puede proveer de soluciones a los PIC, mejorando notablemente las condiciones de vida de las personas en esos países. Adicionalmente, el dinero digital podría traer otros beneficios, como ayudar a facilitar los pagos internacionales, reducir los costos de las remesas y mitigar los impactos adversos de los retiros de los CBR.

Sin embargo, el paper del FMI también advierte que en caso que la adopción del dinero digital sea mal diseñado, existe la posibilidad “de traer riesgos múltiples y graves para los PIC”, ya que se podría “provocar perturbaciones financieras y económicas”.

Como ejemplo, el FMI prevé que en aquellos PIC “con baja capacidad y preparación digital”, es probable que frente a “las interrupciones operativas prolongadas” se generen “graves riesgos para la estabilidad financiera”, que comprometan los indicadores macroeconómicos de sus pequeñas economías.

Por otro lado, en los países de los PIC, los CBR han sido particularmente frágiles frente a las debilidades de los marcos de lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo (AML/CFT, «por sus siglas en inglés»), por lo que es posible que el dinero digital abra las puertas “a nuevas formas de lavado de dinero y riesgos de financiación del terrorismo (LD/FT)”.

En ese sentido, según el FMI, tanto en los PIC como muchos otros países similares, existen limitaciones a causa de la capacidad y los recursos para introducir el dinero digital en cualquiera de sus variantes. Estas limitaciones van desde fallos en la infraestructura digital hasta obstáculos en los marcos institucionales (legales, regulatorios y de supervisión).

Estos factores que son necesarios para diseñar e implementar con éxito el dinero digital, tienden a estar poco desarrollados en algunos PIC. A esto se suma el hecho, que dichos países poseen recursos muy restringidos “para cubrir los altos costos del desarrollo del dinero digital, como la capacitación, el desarrollo de tecnología y otros costos operativos”.

A pesar de esto, de acuerdo al FMI, algunos PIC están examinando y experimentando varias opciones de dinero digital, encontrándose en la etapa crítica de explorar cómo aprovecharlo para desarrollar sistemas financieros y promover la inclusión financiera entre sus ciudadanos.

De allí que, desde 2021 el FMI ha estado brindando algunos consejos iniciales sobre el dinero digital, además de emitir advertencias contra respuestas políticas prematuras sobre los criptoactivos privados sin respaldo.

El FMI señala que la implementación del dinero digital para los PIC, “deberían depender de una variedad de condiciones monetarias y financieras, como la existencia o no de una moneda nacional y la madurez de los sistemas de pago nacionales”.

En opinión del FMI, sólo aquellos países “con una moneda nacional podrían eventualmente introduciruna CBDC, lo que es poco probable en el corto y mediano plazo. En consecuencia, todo dependerá de la madurez del sistema bancario y de los proveedores de servicios de pago (PSP).

Esto será clave según el FMI, “para determinar qué tipo de dinero digital u opciones de diseño específicas son las más adecuadas para los PIC”, bien sea la implementación de una CBDC de dos niveles o de una moneda estable basada en moneda extranjera, como alternativa al dinero digital en aquellos países que no tienen monedas nacionales.

No obstante, el FMI aclara que “es de vital importancia que dichas monedas estables estén sujetas a una regulación y supervisión sólidas” y que por supuesto, los criptoactivos sin respaldo no sean utilizados “como moneda oficial ni como medio de pago”, así como tampoco “deberían contar con el respaldo de los sectores oficiales”.

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