En la CNMV dicen que las criptomonedas son un riesgo pero la banca no piensa igual

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La semana pasada, Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España, advirtió que las criptomonedas seguirán siendo “productos extremadamente arriesgados” incluso cuando se complete su regulación en Europa con el reglamento del Ley de Mercados en la regulación de criptoactivos (MiCA, «por sus siglas en inglés»).

Esta declaración de Buenaventura, fue realizada durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, donde señaló enfáticamente que sería un “riesgo” que los inversores “concluyan erróneamente” que, una vez regulados y supervisados los proveedores de criptoactivos a partir de diciembre, “las criptomonedas pasarán a tener el mismo nivel de protección que los instrumentos financieros”.

Buenaventura, añadió: “Nada más lejos de la realidad. Las criptomonedas, al menos el tipo que hoy conocemos, seguirán siendo, incluso cuando estén reguladas, productos extremadamente arriesgados, poco recomendables para el inversor minorista y con un nivel de protección del inversor muy inferior al de los productos financieros”.

No obstante, para el presidente de la CNMV de España, el reglamento de MiCA, es el marco regulatorio “más relevante, de lejos” para el ente supervisor a su cargo, ya que conllevará un considerable incremento de sus competencias y funciones, debiendo a partir de diciembre de 2024, regular la emisión de criptoactivos, así como las entidades que ofrecen servicios relacionados con los mismos.

De hecho, la propia CNMV en la presentación de su plan de actividades 2024, ya estipuló que desarrollará un plan para aplicar nuevas competencias relacionadas con criptoactivos MiCA y de ciberseguridad, mediante la Ley de Resiliencia Operacional Digital (DORA, “por sus siglas en inglés”), que forman parte de sus nuevas competencias.

Sin embargo, a pesar de las dramáticas declaraciones de Buenaventura acerca del supuesto “riesgo” de las criptomonedas, los Bancos españoles parece que no piensan igual, ya que se están preparando para introducirse en el negocio de las ventas de criptomonedas en el marco de la Ley MiCA.

Y es que debido a la creciente adopción de los criptoactivos por parte de las personas, el sector financiero ahora quiere entrar al negocio de la venta y custodia de criptoactivos y en España no puede ser la excepción.

El Banco Santander, BBVA y CaixaBank, los tres gigantes bancarios de España, informaron hace días atrás que se encontraban ultimando sus planes para adentrarse en el mundo de las criptomonedas como proveedores de servicios virtuales (VASP, “por sus siglas en inglés”).

Con la entrada de estos tres bancos en España al ecosistema de las criptomonedas, seguramente se creará un punto de inflexión en la percepción pública sobre los activos digitales, lo que pudiera impulsar aún más la adopción generalizada de estos.

Aunque, quedará por conocer que opinión tendrá para la CNMV, que la banca española incursione en el mundo de los criptoactivos, impulsando la adopción masiva de estos instrumentos financieros entre sus usuarios minoristas, que sin duda alguna en algún momento accederán a las criptomonedas a través de la banca.

No obstante, esto no es nuevo, ya que es una tendencia global que desde hace unos pocos años ha comenzado a fusionar los servicios financieros tradicionales con los del ecosistema de las criptomonedas.

Actualmente, bancos de Alemania, Reino Unido, Austria, Suiza y Corea del Sur, como el Deutsche Bank, DZ Bank, HSBC, Raiffeisen Bank, St.Galler Kantonalbank y KEB Hana Bank, entre otros, ya ofrecen a sus clientes acceso a las criptomonedas.

Gracias a la fusión de servicios criptográficos con la banca tradicional, se podrá ver cómo los bancos más conservadores, pasan a convertirse en aquello que más han criticado, un VASP que ofrece venta y custodia de criptomonedas para sus usuarios. Sin duda, esto es algo que quizás hace 15 años atrás, el propio Satoshi Nakamoto, nunca podría haberse imaginado.

No obstante, muchos analistas en Europa, consideran que esta postura de la banca es debido a que se espera un “bull run” o repunte explosivo después del halving y a lo largo de 2024, haciendo que el mercado criptográfico aumente de forma significativa trayendo enormes beneficios para los participantes y por supuesto, los grandes bancos no quieren quedarse fuera.

De allí que, la banca considere su entrada en el ecosistema criptográfico como un negocio importante de donde podrán sacar algún rédito importante, no obstante, quienes conocen a las criptomonedas, saben que precisamente fueron diseñadas para prescindir de los bancos y las altas tarifas financieras que cargan a sus usuarios.

Por otro lado, también hay quienes señalan que la colaboración del sector financiero con las criptoempresas podrá consolidar el DeFi, pudiendo dejar ciertas operaciones clave para que sean atendidas por ese sector, dejando en manos de los bancos los créditos al consumo y corporativos.

De esta colaboración entre bancos y plataformas DeFi, se cree que pudiera dar origen a nuevos productos financieros basados en el otorgamiento de créditos a clientes mediante nuevos tipos de contratos inteligentes a más cuotas y con nuevos tipos de garantías.

En todo caso, la banca pudiera salir favorecida de esta colaboración en momentos en que atraviesa por duros momentos, tras la inminente llegada del primer recorte de tipos en Europa, que es esperada para el próximo mes de junio.

De hecho, la semana pasada luego que la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, anunció que los recortes están por llegar, los bancos españoles cayeron en la bolsa hasta un 3% ante la expectativa de menores beneficios.

Lo que se espera, es que el BCE se separe de la política monetaria conservadora de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que vive realidades diferentes a la europea, por lo que ahorael BCE comenzará a recortar los tipos de interés en la zona euro, lo que puede suceder tan pronto como en la reunión del cónclave del banco europeo.

Obviamente, aunque los bancos recortarán beneficios por la bajada de los tipos de interés, podrían compensar con sus operaciones y servicios con criptomonedas.

Advertencia "La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido"