El petro (PTR), la criptomoneda lanzada por el gobierno de Venezuela en febrero de 2018, que estaba distinguida con el símbolo (₽) y estaba respaldada por las reservas de petróleo del país, que se utilizaba para realizar transacciones internacionales y eludir las sanciones impuestas por Estados Unidos, ha fracasado.
Sus promotores dentro del gobierno venezolano, señalaron en muchas oportunidades que era una solución para los problemas económicos de ese país. Sin embargo, la semana pasada el gobierno venezolano, decidió ponerle fin a este fallido proyecto tras casi seis años de operaciones.
Se esperaba que el petro o la petromoneda como fue llamada, recaudara capital gracias al respaldo de las reservas de crudo y gas venezolanas, ya que ese país posee una de las reservas de petróleo más grandes del mundo, que no ha sabido ser aprovechadas debido a la mala gestión política y financiera dentro del gobierno de ese país.
La falta de flujo de caja del gobierno, ocasionó impagos con proveedores internacionales generando escasez de bienes esenciales, lo que se vio acrecentado por los controles de precios, la caída de la productividad del país junto a la inflación más alta del mundo, creando en la economía venezolana una recesión de largo plazo.
Ante el aumento del valor dentro del mercado de las criptomonedas y el crecimiento en la adopción entre los ciudadanos de ese país del Bitcoin (BTC) y otras criptomonedas para protegerse de la inflación, el gobierno venezolano propuso en 2017 la creación de una criptomoneda para supuestamente atraer a los inversores internacionales.
Desde el gobierno venezolano, se señalaba que el petro, al estar respaldado por reservas de crudo probadas del país, sería una inversión más que segura para todo tipo de inversores, lo que en consecuencia, proporcionaría un flujo entrante de efectivo al gobierno.
Sin embargo, las expectativas no se cumplieron del todo para la petromoneda, ya que a pesar de ser tasada por el gobierno en unos 60 dólares por cada PTR, justo el valor del barril de crudo venezolano en aquel momento, la criptomoneda no generó confianza más que en un pequeño grupo de personas en Venezuela.
#Importante|| El #SistemaPatria informa que, los fondos disponibles que tengas en la PetroApp, se moverán al Monedero Patria automáticamente.
Estos podrán convertirse a moneda nacional.
Para más información visita: https://t.co/khS8aKvSV1#VenezuelaHumanaYPatriota #12Ene pic.twitter.com/pijdFLXwQ3— Carnet de la patria (@CarnetDLaPatria) January 12, 2024
Es así como, la semana pasada en una publicación de la cuenta en la red social X, (anteriormente Twitter) del sitio Web del gobierno de ese país que gestiona bonificaciones y subsidios a la población de escasos recursos, se informó que a partir de hoy lunes, 15 de enero, “la Plataforma Patria cerrará los monederos y billeteras en criptomonedas”.
En el anuncio, además se indica que los fondos en la billetera virtual del petro serán convertidos a bolívares, la moneda local de ese país, que atraviesa una enorme devaluación tras haber perdido unos 14 ceros a lo largo de estos años.
De hecho, este sitio Web era el único canal en el que este supuesto activo digital era canjeable por bolívares en Venezuela, ya que tenía un uso muy pobre a pesar de haber sido impulsada por el gobierno.
Entre los ciudadanos de ese país, el petro tuvo un uso muy limitado, en los pagos de impuestos y otras tasas al estado, pero también para realizar algunas compras en establecimientos comerciales, hasta que hace unos meses atrás, terminó envuelta en un gigantesco escándalo de corrupción con la petrolera estatal y varias personalidades del gobierno y fue suspendido.
Aunque el gobierno venezolano esperaba que el petro, ayudara a impulsar la economía nacional, atrayendo inversiones extranjeras, con el objeto de reducir la dependencia de los ingresos petroleros, esto no ocurrió, ya que, su aceptación y adopción fuera de las fronteras del país dejó mucho que desear.
Básicamente, el petro nunca alcanzó el éxito esperado, ya que no era una moneda transparente y confiable, pues al principio, no existía ni siquiera un blockchain público y oficial que pudiera ser visto activo, lo cual no dio mucha confianza a los inversores extranjeros.
Si bien es cierto que más adelante, esto se subsanó, su diseño no era el esperado por cualquier inversor. Es por ello, que el petro fue criticado ampliamente por su falta opacidad, su complejo diseño y por su escasa adopción dentro del país.
En un reporte del medio financiero Bloomberg, a mediados de junio del año pasado, ya se advertía que “el petro, la criptomoneda venezolana sancionada por Estados Unidos, estaría cercana a despedirse de su existencia, de acuerdo a tres personas familiarizadas con la medida que ejecutará la Superintendencia de Criptoactivos (Sunacrip)”, lo cual sucedió.
Razones del fracaso del Petro
Muchos analistas, han evaluado el caso de esta criptomoneda gubernamental venezolana y en su mayoría han concluido que el fracaso del petro se debió a una serie de factores, entre ellos: La -falta de transparencia- del gobierno de Venezuela, que nunca reveló información completa sobre el petro, lo que generó dudas sobre su respaldo y su funcionamiento.
También su -complejo diseño-, dificultaba su uso e incluso no era idóneo para hacer seguimiento a los pagos en el blockchain público, junto a la -escasa adopción- ya que tuvo un uso muy limitado, tanto en Venezuela como en el extranjero y por último, a los -escándalos de corrupción- en los que se vio envuelto el petro, comprometiendo su credibilidad.
El petro desde el inicio, se perfiló como un proyecto fallido que no logró cumplir sus objetivos, por los factores antes señalados. De allí que, esta criptomoneda fuera duramente criticada por ciudadanos que ya estaban familiarizados con el funcionamiento de una blockchain y de los pagos con criptomonedas.
El fracaso del petro es una lección para otros países que están considerando lanzar sus propias criptomonedas, en la cual la confianza y la transparencia, junto una eficaz campaña de adopción y un marco legal idóneo, son vitales para que tales criptomonedas tengan futuro.
No basta con el hecho que las criptomonedas estén respaldadas por activos reales, también requieren tener un diseño simple, con un blockchain público desde el inicio, ser transparentes y ser accesibles para todos los ciudadanos, lo que mitigaría que actores asociados con los gobiernos, se vean envueltos en escándalos de corrupción relacionados con dicha criptomoneda.