En un reciente informe publicado por la empresa de análisis blockchain, Chainalysis se reveló que la región del África subsahariana, que es considerada por muchos apenas un pequeño actor del mercado global de criptomonedas, ha logrado avances significativos en su adopción hasta el punto que actualmente lidera la adopción criptográfica en el mundo.
La región del África subsahariana está integrada por 49 países situados en el continente africano que no limitan con el mar Mediterráneo y que está situada al sur del desierto del Sahara, más allá de las divisiones políticas, étnicas, culturales y sociales.
Chainalysis señala en su informe que, aunque el “África subsahariana tiene la criptoeconomía más pequeña de todas las regiones”, y solo representa “el 2,3% del volumen de transacciones globales entre julio de 2022 y junio de 2023”, la región recibió “un valor estimado de 117,1 mil millones de dólares en cadena durante ese mismo período” provenientes en gran parte del comercio minorista.
En África subsahariana durante el último año, los criptointercambios centralizados (CEX) se han convertido en el tipo de plataforma más utilizado por los habitantes de la región, encargados de facilitar más de la mitad de todo el volumen de transacciones que se llevan a cabo en dicha zona del mundo.
De hecho, el informe de Chainalysis, indica que el “mercado de criptomonedas subsahariano también parece estar más impulsado por el comercio minorista que la mayoría”, con una mayor proporción del volumen de operaciones proveniente de transacciones inferiores a 1 millón de dólares en valor.
En comparación con la mayoría de las otras regiones del mundo que fueron analizadas para el informe de Chainalysis, este dato sugiere por sí mismo, un notable crecimiento de la adopción en los países que integran esta región.
Si bien es cierto que el África subsahariana siempre ha sido uno de los mercados de criptomonedas más pequeños en comparación con el resto del mundo, un análisis más en profundidad reveló que las criptomonedas lograron penetrar en sectores clave y se han convertido en una parte vital de la vida cotidiana de muchos residentes de esa región.
En ese sentido, tan sólo basta con observar a Nigeria, que ocupa el segundo lugar en general en el Índice Global de Adopción de Criptomonedas de Chainalysis, «del cual se publicó días atrás un resumen», pero también lidera la región en volumen de transacciones brutas.
Aunque, además de Nigeria, también hay otros países de la región que ocupan puestos altos en el índice de adopción, como Kenia (21), Ghana (29) y Sudáfrica (31). Básicamente, los residentes de los países del África subsahariana han acudido en masa a bitcoin (BTC) y las stablecoins para protegerse contra la inflación y los vaivenes de la deuda pública en esa región.
De allí que, lo que ha distinguido al África subsahariana es su mercado impulsado por un masivo y pujante comercio minorista, en búsqueda de esa protección. Y es que, en ninguna otra región del mundo, el BTC es más dominante que en África subsahariana.
Tanto es así, que la dominancia de BTC en esa región es absoluta. BTC actualmente representa una mayor proporción del volumen de transacciones en la región del África subsahariana en comparación con cualquier otra región del mundo.
De acuerdo a Chainalysis, las razones detrás de la adopción desproporcionada de BTC en el África subsahariana, se debe a que las personas que residen en dicha región del mundo han encontrado en BTC un “medio atractivo para almacenar valor, preservar ahorros y lograr una mayor libertad financiera”.
Los residentes del África subsahariana han recurrido al llamado oro digital como reserva alternativa de valor, para luchar contra el inclemente aumento de la inflación y la deuda que destruyen su poder adquisitivo.
Chainalysis señala en el informe, que tan sólo en Ghana, la inflación alcanzó el 29,8% en junio de 2022 después de 13 meses consecutivos de aumentos, lo que marca su nivel más alto en dos décadas, llevando a muchos ghaneses recurrir al BTC ante las pocas oportunidades financieras.
Por su parte, Nigeria, Kenia y Sudáfrica también “han enfrentado problemas similares en los últimos años, y todos muestran una gran adopción de criptomonedas a nivel local”; lo que en opinión de la empresa de análisis blockchain, “probablemente no sea una coincidencia”.
A pesar de estas conclusiones, según Chainalysis los datos sobre el terreno, muestran otra percepción, ya que de acuerdo a los expertos en la región, algunos participantes del mercado se han alejado de BTC y se han inclinado hacia las stablecoins, ya que estas generalmente ven menos volatilidad de precios que BTC, cuyo precio ahora mismo está muy por debajo de los máximos históricos.
“Moyo Sodipo, cofundador y CPO del intercambio de criptomonedas Busha, con sede en Nigeria, brindó una idea de esta actividad y afirmó: “Cuando Busha ganó popularidad alrededor de 2019 y 2020, hubo un gran frenesí por Bitcoin. Inicialmente, a mucha gente no le interesaban las monedas estables”.
“Ahora que Bitcoin ha perdido gran parte de su valor, existe un deseo de diversificación entre Bitcoin y las monedas estables. Sin embargo, los cambios del mercado no están frenando la actividad. La gente busca constantemente oportunidades para protegerse contra la devaluación del Naira y el persistente declive económico desde COVID”, dijo Sodipo.
En términos nominales, Nigeria cuenta con la mayor población y economía del África subsahariana pero además, también posee la mayor economía de criptomonedas, la cual continúa creciendo incluso en tiempos de gran agitación del criptomercado.
En concreto, “Nigeria es uno de los seis países entre los 50 principales por tamaño a nivel mundial cuyo volumen de transacciones criptográficas creció año tras año”, dijo Chainalysis en su informe, señalando que “su tasa de crecimiento del 9,0% lo sitúa en tercer lugar entre esos seis”.
Chainalysis, considera que realmente “las criptomonedas son una solución a los desafíos económicos de Nigeria”, que “desde 2016, ha sufrido dos recesiones importantes, alimentadas por una situación política inestable, la pandemia de COVID-19 y el colapso de los precios del petróleo”.
Estas condiciones, aunadas a una tasa de inflación récord de más del 20% a principios de 2023 y a la pérdida de valor y la crisis de escasez de efectivo del “naira”, la moneda fiduciaria oficial de Nigeria, originaron una enorme presión sobre la población no bancarizada del país que vivió la incertidumbre de usar billetes antiguos para sus transacciones diarias.
Adicionalmente, la tasa de desempleo de ese país, es una de las más altas de mundo, ya que más de 20 millones de personas de todas las edades buscaban empleo en 2021, situación que ha llevado a una migración en búsqueda de mejores oportunidades en otros países.
Por razones más que obvias, BTC, las stablecoins así como el resto de las criptomonedas, se han convertido en una alternativa lógica ante el incierto y delicado clima económico de Nigeria que animó “a muchos ciudadanos a buscar alternativas financieras, aumentando la propuesta de valor de las criptomonedas”.
En conclusión, para Chainalysis, “el futuro de las criptomonedas en el África subsahariana parece brillante, y países grandes como Nigeria ya están ocupando su lugar como líderes mundiales en la adopción de criptomonedas”.
Chainalysis dice que “ha aprendido al estudiar los mercados emergentes a lo largo de los años: si bien los residentes de las naciones más ricas pueden comprar y vender más criptomonedas que los de los mercados emergentes, estos últimos tienen una mayor necesidad diaria de criptomonedas, muy en línea con la visión original de Bitcoin y el sector en general”.
Finalmente se puede decir que la región del África subsahariana está viviendo una época de mayor evolución en la adopción de las criptomonedas, gracias a los desafíos económicos y la necesidad de alternativas financieras, pero también por los avances regulatorios que se están creando desde los gobiernos para convertir a esa región en líderes en adopción masiva en el mundo.