Este martes 5 de noviembre, quedará marcado en la historia como el día en que el líder republicano Donald J. Trump, de 78 años, ganó las elecciones en Estados Unidos, lo que le llevará de nuevo a la Casa Blanca como presidente de ese país.
El ahora presidente electo, obtuvo victorias importantes en estados clave como Carolina del Norte, Georgia y Pensilvania, mientras al mismo tiempo consolidó su fortaleza en la Florida, generando reacciones inmediatas en los mercados de criptomonedas a la vez que también impulsaba el precio del dólar.
En otras palabras, Trump con sólo ganar las elecciones ha comenzado a influir en la cotización en el mercado de criptomonedas y es posible que con su juramentación en enero, se marque un nuevo ATH (All Time Highs) en el valor de Bitcoin (BTC).
Aunque, la mayoría de los criptointercambios e inversores estadounidenses poseen un sesgo pro-Trump, que está impulsado por sus promesas electorales de crear una reserva nacional de Bitcoin que no se negociará nunca, para posicionar a ese país como líder en la adopción de criptomonedas, junto al nombramiento de un Consejo Asesor Presidencial de Bitcoin, la rebaja de los impuestos entre otras promesas más, lo cierto es que su influencia parece un fenómeno global.
No cabe duda, que el ex presentador de Celebrity Apprentice, sabe realmente como agitar los mercados, incluso a semanas de juramentarse y tomar posesión de su cargo. En retrospectiva, si observamos la primera elección ganada por Trump, el 8 de noviembre de 2016, su impacto en el precio de Bitcoin, más bien fue negativo.
Apenas se convirtió por primera vez en el presidente electo, se registró una caída de la cotización de Bitcoin durante cinco días de más del 5.4%, en medio de la incertidumbre reinante en esa época. Aunque, luego el mercado recuperó el terreno perdido.
En cambio, en la elección del 4 de noviembre de 2020, cuando Trump perdía la elección con el actual presidente Joe Biden, el impacto en el precio de Bitcoin y el mercado de las criptomonedas fue positivo, ya que su precio registró un aumento de más del 22%, que duró 11 días después de que se anunciaran los resultados.
En comparación con esta ocasión, en la que el precio de Bitcoin subió más de un 7,0%, marcando un nuevo ATH por encima de los 75.400 dólares, aunque este miércoles el precio de BTC volvió a registrar un nuevo máximo histórico al alcanzar los 76.243,98 dólares de acuerdo a CoinGecko.
De hecho, según los indicadores técnicos los analistas coinciden en que posiblemente la cotización de BTC podría encaminarse hacia los 78.777-78.955 dólares, basado en el impulso de los resultados electorales favorables a Trump.
En lo que respecta a los fondos cotizados en bolsa (ETF) de Bitcoin al contado, los datos de Coinglass, muestran que estos productos financieros, registraron un segundo día de salidas que sumaron 657.9 millones de dólares hasta el martes, sugiriendo una disminución en la demanda institucional de BTC.
A pesar que la influencia de Trump en el mercado de criptomonedas impulsó su valor, otros activos de reserva de valor no lo pasaron tan bien. El oro, la plata y el cobre, se desplomaron este miércoles, luego de la confirmación de Trump como presidente electo de Estados Unidos.
La que si subió fue la bolsa de Nueva York, que registró un alza en sus indicadores. El Dow Jones, subió 3,57% o 1.508 puntos hasta las 43.729 unidades, marcando el mayor aumento poselectoral en más de un siglo y además, su mejor sesión en dos años.
Por su parte, el Nasdaq, registró un incremento del 2,95%, hasta las 18.983 unidades y el S&P 500 avanzó un 2,53%, hasta los 5.929 enteros. Igualmente, el índice Russell 2000, tuvo un alza de un 5,8% para marcar un ATH.
Asimismo, aumentaron los tipos de interés de la deuda del Tesoro a largo plazo, a pesar que para algunos analistas, la victoria de Trump genera incertidumbre por las perspectivas económicas de Estados Unidos, de cara a la política de la Reserva Federal (Fed) para los próximos meses.
Y es que la Fed, que tiene previsto un nuevo recorte de un cuarto de punto, para buscar reducir la inflación al objetivo del 2% y al mismo tiempo, proteger el mercado laboral, pudiera verse presionada por el nuevo inquilino de la Casa Blanca tras tomar posesión de su cargo en virtud de su inconformidad expresa con Jerome Powell.
Aunado a ello, Trump prometió aplicar aranceles a casi todas las importaciones, como una medida de castigo a los socios comerciales del país que “supuestamente”, por años se han beneficiado de Estados Unidos, pero hoy se sabe que lo hará para compensar los recortes de impuestos que implementó en 2017 y que vencen a finales de 2025, lo que va a crear un aumento sustancial del déficit federal.
De igual manera, algunos analistas prevén que la deportación de millones de inmigrantes indocumentados, como él mismo Trump prometió, será “la campaña de deportación más grande de la historia”, podría impactar directamente en los datos de empleo, los precios de algunos productos como los alimentos y los salarios, generando una presión inesperada para la Fed.
No obstante, para este jueves está prevista la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, «por sus siglas en inglés»), en la cual se bajará la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, tras el recorte de medio punto de septiembre.
Aunque, los responsables de la política monetaria del banco central estadounidense deberán de ahora en adelante evaluar con mayor cuidado los nuevos recortes con la implementación de la política económica que comenzará a llevar a cabo Trump a partir de su toma de posesión en enero.
De hecho, es muy probable que durante la sesión de preguntas con la prensa este jueves, el presidente de la Reserva Federal, enfrente preguntas sobre cómo afectan las elecciones a las perspectivas futuras de la Fed y sobre su posición sobre los ataques recibidos por parte de Trump y su intención de tener “voz y voto” sobre la política de tasas de interés de la Fed.
Y es que hay que recordar, que Trump durante su primer mandato, estudió la posibilidad de despedir a Powell, una medida que de acuerdo con varios expertos jurídicos, sin duda no tiene ningún tipo de precedentes y es legalmente cuestionable porque limitaría la autonomía del banco central estadounidense, acabando con una práctica de décadas que le permite dirigir la política monetaria con independencia del Poder Ejecutivo de la nación.
En todo caso, llegará el día de la toma de posesión y Trump iniciará las acciones que crea más convenientes para la economía estadounidense e incluso comenzará a crear la reserva nacional de Bitcoin como lo ha prometido, por lo que la Fed, tendrá que maniobrar para conseguir el objetivo de reducir la inflación al 2% y ajustar las variables macroeconómicas del país.