DAOs: ¿hacia una revolución empresarial?

Muchos consideran 2022 el año de las DAOs. En el siguiente artículo, veremos en qué consiste esta forma de organización humana, y por qué la tecnología va a ser clave en su implementación.

0
4246

Por Daniel Bravo Consultor legal cripto en Vicox Legal

La organización jerárquica es la que se ha impuesto tradicionalmente en el organigrama de las empresas, dadas las carencias de una organización autónoma descentralizada. Gracias a la tecnología blockchain, por fin vemos que una alternativa es posible.

En el artículo de hoy hablaremos sobre las DAOs, y cómo numerosos expertos en este campo ya consideran el 2022 como el año de este fenómeno.

Una DAO, por sus siglas en inglés (decentralized autonomous organization) es una forma de organización humana en la cual las decisiones, al estar descentralizadas, no se concretan en una sola persona, sino que todos los participantes de la misma toman las decisiones de la misma mancomunadamente.

No es que sea un modelo nuevo, esto ya ha existido. Sin ir más lejos, Wikipedia podríamos decir que es un caso de DAO, ya que es la propia comunidad la que hace de filtro con el contenido que se comparte en la plataforma, y en la que los usuarios pueden compartir conocimiento sin permiso ni cortapisas. Como es obvio, la propia plataforma tiene sus mecanismos para evitar que se premie la desinformación. 

Cómo las empresas tienden a este modelo de economía colaborativa

Las DAOs han sido estudiadas como modelos organizativos en la empresa, pero finalmente se ha optado por la organización tradicional, jerárquica. Esta forma de organización asegura la toma de decisiones a mayor velocidad, dado que muchas veces es mejor actuar, y corregir por el camino, que no actuar por no llegar a una decisión en el seno de la empresa. Este motivo, la ineficiencia en la gestión, es el que ha llevado a desechar las DAOs como posibilidad real de organización de las relaciones humanas.

Hoy día, tenemos la suerte de contar con el advenimiento de la tecnología blockchain, la cual hace la toma de decisiones en una red, la ejecución de las mismas mediante smart contracts, eficiente, rápida, transparente, y un largo etcétera.

Por establecer una comparación entre la jerarquía típica de una empresa, y una DAO, la DAO sería más como una red, en la que actores se encuentran interconectados entre sí, mientras que una compañía, tradicionalmente, se asocia más con un modelo piramidal, con una estructura claramente definida, vertical.

Por medio de la blockchain, los participantes en una DAO pueden organizarse por medio de tokens, los cuales tendrían un valor asociado, y donde la influencia de una persona o grupo de personas dentro de la DAO dependería del número de tokens que se posean. Los tokens pueden ser limitados, y las ejecuciones de las decisiones se llevarían a cabo por medio de smart contracts.

Pensemos por un momento en una empresa de transporte de personas, donde la conducción de los vehículos es autónoma. Como un taxi, pero sin taxista (¿es posible que en el futuro el avance tecnológico nos lleve a prescindir de los conductores?).

La persona que quiera el servicio de ese coche podría solicitarlo por medio de una aplicación. El pago se hace a través de la misma, el coche recogería al usuario en su ubicación y lo llevaría al sitio pactado. el propio coche podría generar un ticket o resguardo de haber realizado el viaje.

La aplicación que gestiona los viajes, al recibir el dinero, iría directamente a la wallet o cuenta asociada a la DAO, la cual, gestionada a través de smart contracts, llevaría a cabo los pagos que les requiera el desarrollo empresarial: pago de impuestos, gasolina, pagar a operarios que se encarguen de la revisión del coche o de su limpieza y cuidado… 

Las decisiones se tomarían mancomunadamente a través de la DAO donde los propietarios de los tokens podrían tener ciertos derechos o privilegios, así como un porcentaje de propiedad sobre la empresa. En el fondo, sería parecido a unas acciones o participaciones en una compañía, a groso modo.

La utilización del condicional por mi parte en el presente artículo no es capricho o casualidad. Hemos de decir que esta forma de organización no se encuentra regulada, por lo que todavía queda mucho que probar y testar en esta área. Asimismo, no todas las empresas que nacen lo hacen siendo gestionadas así. Ello no es óbice para que vaya a convertirse en una realidad de cara al futuro.

Para ello deberemos estar atentos a la calificación jurídica que se dé de la misma, dado que actualmente las DAOs no están reguladas como tal en nuestro ordenamiento jurídico.

Es importante tener en cuenta que las DAOs no son café para todos. Es cierto que puede tener sentido en ciertos casos, tomémoslas como una herramienta más, pero no como la solución definitiva a los problemas de ineficiencia en una empresa.

La ejecución automática de acciones por medio de smart contracts lo hace mucho más cómodo. Además, reduce costes. Los smart contracts son códigos computacionales que son concebidos para automatizar un proceso. 

A modo de ejemplo, el smart contract interpreta que si sucede A, se ejecuta B; pero si sucede C, pasa D. Esto puede aplicarse a muchos tipos de decisiones que se tomen en una empresa, que funcione como una DAO.

Piénsese, por ejemplo, en un fondo de inversión inmobiliaria que gestiona una cartera de viviendas elevada. Por medio de smart contracts, pueden controlar que una persona que no ha cumplimentado con el pago del alquiler acceda a la vivienda. Si el inquilino paga, automáticamente podría entrar en la vivienda; sin embargo, si no lo hace, no podrá.

Una decisión como esta no estaría exenta de polémica, dada la colisión que supondría con el derecho a la inviolabilidad del domicilio, si este inquilino reside en la vivienda por larga temporada, y no por vacaciones. El debate está servido. 

Alternativamente, otra de las aplicaciones que tendría una DAO sería en un fondo de inversión inmobiliario, o los conocidos como REITs (Real Estate Investment Trust). Ya que han de gestionar grandes carteras inmobiliarias, a veces se hace complicado poner en común a los participantes en la compañía, cada uno con un poder de decisión diferente. Mediante una DAO y según los tokens que se posean, se podrá tomar decisiones sobre el destino de los inmuebles gestionados.

No podemos terminar el presente artículo sin mencionar el caso de The Dao, el ejemplo de Dao más palpable que hemos tenido. Era un fondo de financiación de productos que se compraban a través de tokens que los consumidores utilizaban para acceder a ellos. Generaba muchos problemas. Hoy día podemos ver como obvios ciertos fallos en la Dao, pero entonces, por 2016, no era tan evidente que este experimento no fuera casi perfecto.

Logotipo de The Dao

Hubo un momento en que alrededor del 7-10% del supply mundial de Ethers operaba en The Dao. Entonces, una persona, que descubrió un fallo en la Dao, la hackeó y robó Ethers por valor de 50-70 millones de dólares. Por suerte, se pudo «hackear al hacker», y se bloquearon los Ethers que iban a ser robados.

No es mi interés ahondar mucho en este asunto: la conclusión fue que The Dao acabó desapareciendo porque la comunidad se dividió a la hora de poner remedio a dicho robo de Ethers. De esta experiencia extraemos, además de una diferencia entre Ethereum y Ethereum Classic, el primer experimento serio de Dao al que pudimos asistir.

Los expertos consideran que este puede ser el año de la Dao dado que es una forma de organización empresarial que a día de hoy se hace posible de desarrollar, y porque, si el año anterior fue el año de los NFTs, y ante la creciente preocupación o temor de los inversores en introducirse «a la ligera» en mercados complejos como el de os NFTs, es posible que invertir en proyectos saludables gestionados de esta manera sea una forma más inteligente de hacer trabajar tu dinero.

Advertencia "La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido"