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Criptomonedas y blanqueo de capitales

Criptomonedas y blanqueo de capitales

 

Por Jose Cosin

 

El pasado 9 de mayo tuvo lugar en la Universidad de Gibraltar el Congreso “Criptomonedas, definiendo la futura legislación”. Después de la especialización del paraíso fiscal en las casas de apuestas, es un paso lógico (desde la perspectiva de los negocios “off shore”) favorecer un medio de pago que permite evitar a los bancos, incluidos los centrales, ocultándose del principal instrumento para investigar actividades criminales.

 

 

Gibraltar consiguió salir de la lista de paraísos fiscales gracias a la firma de convenios de intercambio de información tributaria que está incumpliendo de forma evidente. La entrada en vigor del Brexit conllevará que Gibraltar no estará obligado por cuarta directiva europea antiblanqueo que obliga a identificar a sus clientes a:

  1. Proveedores de servicios que se dediquen profesionalmente al cambio de Monedas Virtuales por monedas corrientes o divisas tradicionales.
  2. Proveedores de Monederos o Wallets de Monedas Virtuales, que ofrezcan servicios de custodia de credenciales o claves necesarios para el acceso a las Monedas Virtuales.

Gibraltar terminó el pasado 6 de junio de recoger propuestas legislativas de despachos de abogados, bancos y consultoras para dotar al sector de leyes favorables, que suponen una amenaza para las Haciendas de los países de dónde proviene la inversión. Siempre habrá personas que intenten utilizar las innovaciones tecnológicas para hacer el mal. Y siempre habrá personas que intenten evitarlo.

Con la legislación española actual, una persona, física o jurídica, que “mina” criptomonedas debe dar de alta su actividad en Hacienda, y aunque está exenta del pago del IVA, debe declarar todas sus operaciones como sujetas al impuesto, pero exentas. Asimismo, el modelo 347 obliga a declarar la identidad de clientes o proveedores cuyas transacciones superen 3.005,06 euros. Sin mencionar la obligatoriedad de declarar las transacciones con el exterior que deben realizarse al Banco de España. Finalmente, la equivocada interpretación de la Agencia Estatal de Administración Tributaria que pretende imponer una plusvalía inexistente a los tenedores de criptomonedas, que tendrían que declarar como ganancia la diferencia entre el valor de mercado a final del ejercicio fiscal y el coste de adquisición de las monedas. Los paraísos fiscales suponen un peligro claro e inminente.

A este riesgo legislativo debemos unirle otro tecnológico: Las nuevas tecnologías de encriptación blockchain rompen la trazabilidad existente hasta ahora en la criptosfera que permiten rastrear las transacciones ( aunque hay formas de evitarlo, no están al alcance de todo el mundo) en el caso de que se comentan delitos aprovechando esta herramienta. Esta innovación no la trajo Z-Cash, sino Monero,cuyas transacciones blockchain, no publican el emisor, receptor ni cantidad transferida. Se mantiene la seguridad gracias a las “firmas en anillo”, que le permite firmar una transacción en nombre de un grupo sin que sea posible saber quién de ellos ha sido. Se mantiene la seguridad, preservando el anonimato, lo cual no es malo de por sí. El problema es si los proveedores de servicios criptográficos se localizan en jurisdicciones que ocultan tanto la identidad del prestador de servicio ( walet, por ejemplo) como de los usuarios. Estaríamos entonces ante un escenario de impunidad absoluta en el blanqueo de capitales, estafas, venta de armas, drogas, personas etc.

Por ello, resulta de vital importancia que las empresas prestadoras de servicios encriptados se encuentren en jurisdicciones transparentes, y es necesario que se prohiba la operativa de estas empresas desde Gibraltar, Malta, Isla de Man, Mónaco, Andorra etc.

No será fácil, puesto que Gibraltar tiene como slogan » Dieu et mon Droit («Dios y mi derecho) que hace referencia al supuesto origen divino de su soberanía.

Las entidades financieras gibraltarenses están deseando que los fondos de estas empresas se depositen en sus cuentas. El valor de las cripotosfera es ya superior a los 100.000 millones de dólares y diariamente mueven miles de millones. Las sociedades off shore que se localicen en Gibraltar, no pagarán impuestos y será imposible saber quien se encuentra detrás del lanzamiento de una criptomoneda, sus tenedores y usuarios.

 

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