América Latina ha consolidado su posición como el mercado de criptomonedas de más rápido crecimiento en el mundo, de acuerdo a lo que revela el reciente “Informe de Regulación de Criptomonedas de América Latina 2025”, publicado este martes por Coinchange, la plataforma canadiense de gestión de activos digitales.
El informe es “un estudio exhaustivo que examina cómo los mercados latinoamericanos están moldeando el futuro de la regulación de criptomonedas y stablecoins”. De acuerdo con esta plataforma canadiense, ha habido “un aumento del 63% en la adopción, 1.5 billón de dólares ($1.5 trillion) en volumen de transacciones y marcos regulatorios avanzados en toda América Latina”.
Claramente, este extenso informe de 120 páginas dibuja un panorama de adopción creciente impulsada por factores económicos internos y una aumento de la aceptación de los activos digitales como herramientas esenciales para la inclusión financiera y la protección del patrimonio.
El hallazgo central de Coinchange es contundente: el uso de criptomonedas en la región creció aproximadamente un 63% interanual entre mediados de 2024 y mediados de 2025, superando el ritmo de todas las demás regiones.
La escala del mercado ya es significativa, con más de 57,7 millones de personas (cerca del 12,1% de la población) poseyendo activos digitales a principios de 2025. En términos de actividad, se registraron más de 1.5 billones de dólares en volumen de transacciones en cadena en el período comprendido entre julio de 2022 y junio de 2025.
El informe muestra cuáles son los líderes regionales en adopción, destacando cómo estos países que están impulsando esta ola de adopción: 1) Argentina: País que lidera el ranking estando a la cabeza de la participación regional con un 18,2%. 2) Brasil: País que se ubica en segundo lugar con un 16,7% y 3) El Salvador: Nación Centroamericana en la cual se han hecho muchos cambios para adoptar las criptomonedas, ha ocupado el tercer puesto con un 14,2%.
Por otro lado, uno de los patrones más llamativos del mercado latinoamericano es el dominio de las stablecoins, monedas vinculadas a activos estables como el dólar estadounidense u otras monedas fiduciarias, por lo que, estos activos son líderes en países con alta volatilidad inflacionaria.
Las stablecoins se han convertido en una vía de escape y al mismo tiempo un medio de pago funcional en América Latina. Por ejemplo, en Brasil, las stablecoins representan hasta el 90% de los flujos de transacciones criptográficas.
En Venezuela otro de los países de la región con la inflación más alta del mundo, el 34% de los pagos minoristas ya se efectúan en stablecoins, convirtiéndose la mayor proporción en Latinoamérica.
Además, el informe subraya el papel crucial de las criptomonedas en las remesas transfronterizas, que crecieron un 40% durante este último año, haciendo que estos flujos lleguen a representar hasta el 20% del PIB en países como El Salvador y Guatemala, demostrando la eficiencia de la tecnología Blockchain para mover valor a través de fronteras.
De igual manera, el optimismo no es solo un fenómeno minorista. El 95% de los usuarios de la región planean aumentar sus tenencias de criptomonedas para 2025. Por otro lado, los flujos de capital hacia startups del sector han sido sólidos, alcanzando los 961 millones de dólares solo en el segundo trimestre de 2025.
Además, el reporte también encontró que la financiación total de las startups alcanzó los 4.200 millones de dólares en 2024, registrando un aumento interanual del 27%. Concretamente, esta oleada de adopción está siendo acompañada por un avance en los marcos regulatorios.
Al menos unos diez países de América Latina y el Caribe han implementado legislaciones integrales o programas piloto. Brasil se destaca con su ley integral Ley 14.478/2022 y el programa piloto de su Moneda Digital de Banco Central (CBDC, «por sus siglas en inglés»), denominada Drex que fue implementado con la alianza con Visa, Mastercard, el Banco Santander y la multinacional tecnológica Microsoft.
Pero en la región otros países como Argentina, Colombia, México y Chile también están avanzando a través de registros, leyes de fintech y entornos de prueba, mientras que los estándares de la Ley y el Reglamento de la Regulación de los Mercados de Criptoactivos (MiCA, «por sus siglas en inglés») de la UE están dando forma a la política regional.
De hecho, los programas piloto de activos tokenizados generaron 387,1 millones de dólares en 2024, fortaleciendo aún más la adopción institucional. Los impulsores económicos, incluida la alta inflación, la volatilidad de la moneda y el acceso limitado a los bancos, continúan haciendo de la criptomoneda una herramienta esencial para la inclusión financiera, los pagos transfronterizos y la protección contra la depreciación de la moneda local.
De cara al futuro, Coinchange proyecta que el mercado mantendrá un sólido incremento con una Tasa de Crecimiento Anual Compuesta (CAGR, «por sus siglas en inglés») del 10,93% hasta 2033, mientras que se espera que las plataformas de Finanzas Descentralizadas (DeFi, «por sus siglas en inglés») alcancen los 18.300 millones de dólares para 2030.
El informe concluye que los desafíos económicos tradicionales de la región —inflación, volatilidad y acceso bancario limitado— son precisamente los factores que han catapultado a las criptomonedas de ser una novedad tecnológica a ser una necesidad económica en el tejido financiero de América Latina, lo que sin duda es una oportunidad para que las criptomonedas aumenten en adopción.