La semana pasada la empresa estadounidense de análisis de blockchain Chainalysis, publicó su más reciente reporte de investigación sobre la legalización de las criptomonedas para los pagos transfronterizos y la minería en Rusia, como respuesta a la creciente presión de las sanciones occidentales.
La empresa con sede en la ciudad de Nueva York, en su reporte abordó el giro de las políticas hacia las criptomonedas con respecto a 2022, cuando el Banco Central de Rusia (CBR, «por sus siglas en ruso») habría emitido una prohibición total de las mismas para proteger al rublo y la economía de ese país.
Sin embargo, el mes pasado el presidente Vladimir Putin, firmó dos proyectos de ley, aprobando la legalización de las criptomonedas para los pagos transfronterizos y la minería respectivamente, lo que en opinión de algunos analistas, es el inicio de la construcción de una infraestructura para aprovechar las criptomonedas en un intento de evadir las sanciones occidentales.
Ambos proyectos de ley fueron promulgados a principios de agosto por el presidente Putin y las pruebas de pago con criptomonedas estaban programadas para comenzar este mes de septiembre, de acuerdo a un informe de Bloomberg.
Las nuevas leyes rusas, por un lado permitirán a las empresas de ese país participar en el comercio internacional utilizando criptomonedas, mientras por el otro autorizarán a un grupo de entidades aprobadas, para que puedan llevar a cabo la actividad de minería de activos digitales.
El propio presidente de Rusia pidió a los entes gubernamentales “no perder el momento” para llevar a cabo las regulaciones de las criptomonedas en el país. Además Putin, hizo énfasis en el “creciente papel en los pagos globales y el potencial para reducir la dependencia del dólar estadounidense”.
Desde el gobierno ruso, algunos funcionarios reconocieron específicamente que este cambio legislativo tiene como objetivo mitigar el impacto de las sanciones de Occidente a causa de la Guerra con Ucrania y facilitar los pagos internacionales.
No obstante, si bien es cierto que estas dos leyes parecieran marcar una apertura hacia las criptomonedas por parte de Rusia, lo cierto es que, la prohibición de Rusia de usar criptomonedas para pagos nacionales es decir, a lo interno “continúa vigente”.
De hecho, a pesar de las nuevas leyes vigentes en Rusia, en lo que respecta al uso generalizado de las criptomonedas dentro de ese país, en pagos de servicios a empresas u organizaciones, está prohibido, aunque esto no impide que Rusia, ocupe un lugar en el Top 20 en el índice de adopción global de criptomonedas anual de Chainalysis.
Según la firma neoyorkina de análisis blockchain, las políticas restrictivas que se imponen a las criptomonedas “a menudo son ineficaces, porque no frenan significativamente el uso, sino que lo empujan hacia canales informales o menos regulados”.
Esto puede explicar, cómo antes de que se aprobaran las leyes pro criptomonedas en agosto, ya se había registrado un aumento de los servicios bancarios vinculados a estos activos digitales. Tal es el caso del Rosbank, propiedad del multimillonario ruso Vladimir Potanin.
Según el reporte de Chainalysis, el Rosbank habría “allanado el camino para los pagos transfronterizos en criptomonedas para empresas en junio del año pasado”, según el medio ruso Vedomosti.ru, lo que llevó a otros bancos de ese país a lanzar servicios similares posteriormente.
En consecuencia, frente al uso de los criptoactivos, Chainalysis indica que: “Si bien la adopción de criptomonedas por parte de Rusia podría ayudarla a eludir el sistema financiero liderado por Estados Unidos para el comercio sin dólares, es poco probable que se evadan las sanciones a gran escala debido a la liquidez limitada de los mercados de criptomonedas actuales”.
Agregando en su reporte: “Aun así, cualquier cantidad de evasión de sanciones en cadena puede tener implicancias significativas para la seguridad nacional, el cumplimiento normativo y las investigaciones”.
Igualmente, el equipo de Chainalysis dice que “a medida que Rusia explora las criptomonedas y construye un nuevo ecosistema para facilitar los pagos transfronterizos, es probable que los investigadores y analistas se enfrenten a una nueva complejidad en sus investigaciones”.
Pero dejan en claro que: “La naturaleza transparente de la cadena de bloques nos ofrecerá información sin precedentes sobre las tácticas de evasión de sanciones de Rusia”, ya que las transacciones en las blockchain son verificables y públicas, por lo que se podría efectuar un seguimiento a los pagos transfronterizos de ese país.
Chainalysis, afirma que se puede hacer monitoreo en tiempo real de los datos onchain, utilizando las herramientas de inteligencia avanzadas, que esa empresa pone a disposición de investigadores y los profesionales del cumplimiento normativo.
Ello con la finalidad de rastrear de manera proactiva las actividades sospechosas desde la esfera rusa, haciendo “cada vez más difícil para las entidades sancionadas explotar las criptomonedas sin ser detectados”.
La firma de análisis blockchain, señala en su reporte de investigación que dentro de la infraestructura experimental que está desarrollando el CBR, sólo “las empresas y entidades rusas aprobadas podrán utilizar monedas digitales para el comercio internacional”.
Asimismo, sólo aquellas “entidades mineras aprobadas también podrán utilizar criptomonedas para liquidar transacciones, según declaraciones oficiales”. Sin embargo, estos “esfuerzos legislativos en favor de las criptomonedas forman parte de los esfuerzos más amplios de Rusia por desarrollar mecanismos de pago alternativos para aliviar la presión de las sanciones occidentales”.
No hay que olvidar que Rusia junto a otra serie de países entre ellos algunos también sancionados por Occidente, debido a una serie de razones diferentes relacionadas con la Paz y la estabilidad política de algunas regiones del mundo, han decidido reducir la dependencia del dólar estadounidense.
Las tensiones geopolíticas derivadas de las sanciones han llevado a estos países a unirse para desarrollar su propia moneda y mecanismos para el comercio internacional al margen del dólar, a través de una asociación, grupo y foro político y económico de países emergentes, denominado BRICS+, anteriormente BRICS.
Dicho grupo de países, se ha constituido así mismo en un espacio internacional alternativo al G7, integrado por los siete países más desarrollados, contando con la fortaleza de agrupar a la mayor cantidad de habitantes de la Tierra. Aunque muchos países están en lista de espera para pertenecer a este grupo, la puesta en marcha de su propia moneda, ha tenido retrasos por diferencias políticas y técnicas.
En cualquier caso, según Chainalysis el poder del CBR se ampliará porque regulará las criptomonedas, a la par que “su moneda digital del banco central (CBDC), el rublo digital, cuyo lanzamiento está previsto para 2025”, lo que junto a otros mecanismos permitirán intentar mitigar las sanciones en su economía mientras monitorea y controla ambos ecosistemas.
De hecho, ha puesto en marcha el Sistema de Mensajería Financiera del CBR (SPFS), la alternativa de Rusia al sistema de mensajería financiera SWIFT y ha planeado lanzar de una moneda estable respaldada por oro con Irán. E incluso “está avanzando con los planes de lanzar dos nuevos intercambios de criptomonedas en San Petersburgo y Moscú”, según el medio de comunicación ruso Kommersant.
Sin embargo, aunque parece que todo va viento en popa para Rusia escapar de las sanciones, Chainalysis no lo ve tan claro y se apoya en un reportaje de Bloomberg, que señala que las autoridades están explorando formas de legalizar los intercambios de criptomonedas. “Todavía no hemos encontrado una solución sobre cómo hacer esto”, dijo el ministro de Finanzas, Anton Siluanov.
En todo caso, Chainalysis dice: “En términos más generales, muchos países fuertemente sancionados, desde Venezuela hasta Rusia e Irán, han intentado históricamente utilizar mecanismos de pago alternativos, incluidas las criptomonedas, para eludir las sanciones, en un enfoque plagado de desafíos”.
Y es que en definitiva, aunque Rusia logre sortear las sanciones a través de nuevos mecanismos basados en criptomonedas y alianzas, la realidad es que Occidente, era el mayor comprador y proveedor de bienes de la economía rusa y sustituir esas capacidades para recobrar su volumen de comercio pre pandemia, será una tarea casi imposible a menos que ceda en sus intenciones con Ucrania.